La piel sensible se caracteriza por ser especialmente reactiva a factores que de forma habitual no suelen causar problemas. Sentir la piel irritada, notarla tirante o ver que se descama es señal de que nuestra piel necesita cuidados específicos.

Si dejamos que esas molestias de la piel vayan a más, muy probablemente empezará a tolerar peor cosméticos básicos que hasta entonces parecían irle bien.

Entre las plantas encontramos algunas grandes aliadas de la piel sensible y algunas las podemos aplicar en forma de cataplasma o de compresa para obtener un alivio inmediato. Quizá te suene a remedio antiguo, pero las cataplasmas y las compresas de plantas son fáciles de preparar y resultan muy agradables.

Aquí nos centraremos en dos de ellas, por ser especialmente suaves para la piel y fáciles de encontrar. Es probable incluso que ya las tengas en casa. Sin embargo, conviene también revisar si hay algún factor que pueda estar haciendo que nuestra piel reaccione con más sensibilidad.

Por qué reacciona tu piel 

La mayor sensibilidad de la piel puede aparecer por causas externas, como la contaminación, el clima o el uso de cosméticos que incluyen compuestos químicos demasiado fuertes.

Pero también puede deberse a causas internas, como el uso de ciertos medicamentos, una alimentación poco sana o desequilibrios emocionales.

Ir a la raíz de lo que nos sucede es el mejor cuidado que puedes dispensarte. Evitar cosméticos que te irritan la piel, mejorar tu alimentación si no sigues una dieta equilibrada y reducir tu nivel de estrés son buenas medidas para mejorar tu estilo de vida que pueden repercutir en el estado de tu piel.

calmar la piel sensible con manzanilla

La manzanilla romana se usa ampliamente en preparaciones cosméticas y tiene efectos calmantes y suavizantes sobre la piel. Se ha utilizado para tratar la dermatitis de pañal, infecciones de oído y ojos, reacciones alérgicas o piel con dermatitis atópica.

Las flores de manzanilla contienen entre un 1 y un 2% de aceites volátiles que incluyen óxidos de alfa-bisabolol A y B, y matricina, que le otorga propiedades antiinflamatorias.

Los estudios han demostrado que los flavonoides y los aceites esenciales de manzanilla penetran debajo de la superficie de la piel hasta las capas más profundas.

Una manera de aplicar la manzanilla sobre la piel sensible para cuidarla es hacerlo en forma de cataplasma o empapando con ella una compresa, como te contamos a continuación.

Cómo hacer una cataplasma de manzanilla 

Podemos preparar una cataplasma moliendo cabezas de manzanilla:

  1. Cuece una cucharadita de cabezas de manzanilla molidas en un poco de agua durante 10 minutos hasta que quede una pasta.
  2. Aplícatela directamente en la piel cuando esté fría.
  3. Déjala actuar unos minutos y después retírala suavemente.

Cómo hacerte compresas de manzanilla para la piel

También se puede hacer una compresa de manzanilla. Para ello:

  1. Prepara una infusión de manzanilla y déjala enfriar.
  2. Humedece un paño limpio o una gasa con la infusión de manzanilla ya fría.
  3. Aplica de 10 a 15 minutos.

cataplasmas de avena 

Durante siglos se ha usado la avena como calmante para aliviar la picazón y la irritación de las pieles sensibles. Hoy en día, la avena coloidal forma parte de muchos productos, como champús, cremas y geles.

La concentración de almidones y betaglucanos es la responsable de las propiedades protectoras y de retención de agua de la avena. La presencia de diferentes tipos de fenoles le confiere actividad antioxidante y antiinflamatoria.

Prepara en casa una cataplasma de avena mezclando media taza de avena y un litro de agua. Debes licuar este preparado, hervirlo durante 10 minutos y una vez frío la puedes aplicar sobre la piel.