Existen muchas recetas para preparar calabacines: esta hortaliza veraniega admite muchas formas de preparación. Te presentamos tres recetas que sorprenderán incluso a aquellos que no son tan aficionados a consumirlos. Anímate a prepararlas este  verano.

1. polo Helado de calabacín

No sólo las frutas, algunas verduras también se pueden convertir en deliciosos helados. Dado que las verduras contienen naturalmente menos fructosa, esta versión es aún más saludable. Lo que puede parecer extraño al principio, en realidad tiene un sabor sorprendentemente delicioso.

Ingredientes (para 4-5 polos):

  •  200 g de calabacín
  •  1 limón ecológico
  •  10-15 hojas de albahaca
  •  100-150 ml de agua
  •  1-2 cucharadas de sirope de manzana o una alternativa de azúcar

Elaboración:

  1. Lava el calabacín, córtalo en trozos pequeños y ponlo en una batidora junto con las hojas de albahaca.
  2. Ralla la piel del limón, exprime el zumo y agrega ambos a las verduras en la batidora. Mezcla brevemente para que ya no queden trozos gruesos y agrega un poco más de agua si crees que es necesario.
  3. Vierte en moldes para polos u otros recipientes adecuados y congela durante al menos seis horas.
  4. Puedes retirar fácilmente los polos de calabacín dejándolos reposar a temperatura ambiente durante unos minutos.
Calabacín marinado plancha
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2. Calabacines MARINADOS a la plancha

Una forma habitual de conservar verduras como el calabacín en el Mediterráneo es freírlas y encurtirlas en aceite. Esto confiere a las hortalizas, por lo demás suaves, un aroma especialmente intenso.

Ingredientes:

  • 3 calabacines medianos
  • 500 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • Sal
  • Hierbas aromáticas mediterráneas de tu elección; por ejemplo, romero, tomillo, salvia y orégano, preferiblemente frescas
  • 2-3 dientes de ajo
  • 1 cucharada de sal

Elaboración:

  1. Corta el calabacín en rodajas finas, sazona con sal y deja reposa media hora aproximadamente.
  2. Seca las rodajas de calabacín con un papel de cocina y fríelas en tandas pequeñas en una sartén con un poco de aceite durante unos minutos. Por último, sofríe brevemente las aromáticas y el ajo.
  3. Divide el calabacín, las aromáticas y el ajo en frascos con tapa de rosca esterilizados y vierte aceite de oliva por encima para que quede todo cubierto. Cierra los frascos y guárdalos en un lugar oscuro y fresco.

Los calabacines marinados en aceite se pueden conservar en el frigorífico durante varias semanas.

Pastel de calabacín
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3. BIZCOCHO de calabacín y AVELLANAS

El pastel de calabacín  tiene un sabor similar al de zanahoria y es excelente como postre o para acompañar al café en una sobremesa.

Ingredientes:

  •  1 calabacín mediano
  •  200 g de azúcar
  •  3 huevos
  •  150 ml de aceite de semilla de calabaza
  •  250 g de harina de trigo
  •  100 g de avellanas molidas
  •  1 paquete de levadura química en polvo
  •  Algo de azúcar en polvo para espolvorear

Elaboración:

  1. Ralla finamente los calabacines.
  2. Bate el azúcar y los huevos en un tazón hasta que queden espumosos. Agrega gradualmente el aceite de semilla de calabaza y revuelve.
  3. Mezcla la harina, las avellanas y la levadura en polvo e incorpora a la mezcla espumosa de huevo.
  4. Agrega el calabacín rallado.
  5. Engrasa un molde para pastel y vierte la masa.
  6. Hornea a 180 °C (calor superior/inferior) durante unos 45 minutos. Haz una prueba con el bastoncillo para ver si está hecho.
  7. Deja enfriar el bizcocho por completo y luego espolvoréalo con azúcar glass.

Este pastel te sorprenderá ya que predomina el sabor del resto de ingredientes sobre el calabacín. Al igual que las zanahorias en el pastel de zanahoria, las suaves hortalizas sólo aportan una consistencia maravillosamente jugosa y, junto con el aceite de pepitas de calabaza, el color verdoso.