Con la llegada del otoño, comienza la temporada de alimentos tan nutritivos como la calabaza, las castañas o las setas. Estos meses, octubre y noviembre, son perfectos para degustar las recetas con estos alimentos como protagonistas, ya que se encuentran en su mejor momento de maduración.
Por lo que se refiere a las setas, la variedad es enorme, pero en este caso, nos centraremos en los boletus. Este fruto es el rey de las setas, ya que es uno de los preferidos de los amantes de las setas comestibles.
Se pueden cocinar de mil maneras distintas: con arroces, legumbres, en forma de reconfortantes cremas o sencillamente como salsa para aderezar platos. Una de ellas es como ingrediente protagonista en esta receta de croquetas de boletus, una propuesta ligera, fácil, sabrosa y muy nutritiva.
Una joya nutricional
¿Por qué se dice que las setas son tan nutritivas? Porque sus valores nutricionales así lo justifican. Según la Fundación Española del Corazón son ricas en minerales y vitaminas como hierro, fósforo, yodo, magnesio, selenio, calcio, potasio, zinc, vitaminas A, y vitaminas del grupo B (concretamente B1, B2, B3) C y D.
Además, se trata de un alimento rico en agua, sin grasa, con proteínas de alta calidad y fibra, en definitiva, un alimento muy saludable.
La composición por cada 100 gramos de porción comestible es la siguiente:
- 25 Kilocalorías.
- 1,8 g de proteínas.
- 4 g de hidratos de carbono.
- 2,5 g de fibra.
Además, la Fundación recomienda consumirlas solo en cantidades pequeñas, ya que pueden resultar difíciles de digerir debido a su alto contenido en fibra.
Por otro lado, a la hora de comprarlas, es importante que las escojas con criterio. Es decir, procura que no estén manchadas, arrugadas ni pegajosas.
Por supuesto, antes de cocinarlas, la preparación previa de las setas es especialmente importante y requiere de una limpieza exhaustiva para evitar cualquier tipo de intoxicación.
Receta de las croquetas de boletus
Ingredientes
Para la bechamel:
- 75 g. de harina de trigo.
- 400 ml. de leche desnatada.
- 20 ml. de aceite de oliva virgen extra.
- 2 cucharadas de mantequilla.
- 1 pizca de nuez moscada.
- Sal.
Para el relleno:
- 1 cebolla pequeña.
- 200 g. de setas (limpias y troceadas).
- Para el rebozado: 100 gr. de pan rallado.
- 3 huevos.
Para freír:
- Aceite de oliva virgen extra.
Modo de preparación
- Limpia y trocea las setas en dados pequeños y reserva.
- Corta la cebolla fina.
- Pocha a fuego medio en aceite de oliva virgen extra (20 ml.). Añade los boletus troceados. Cocínalos hasta que estén blanditos. Retira del aceite.
- Añade las setas a la bechamel y mezclamos bien.
- Unta una fuente con mantequilla y espolvorea la base con un poco de harina.
- Vierte en ella la masa de las croquetas, la repartimos uniformemente y tapa con un film transparente para que no se reseque la superficie.
- Deja la masa unas horas en el frigorífico. Cuanto más esté, más manejable será luego para preparar las croquetas.
Para terminar...
Ahora toca moldear, empanar y freír las croquetas:
- Bate los huevos y echa pan rallado en un plato hondo.
- Échate harina en las manos y haz las croquetas. Puedes darle la forma tradicional o esféricas, como más te gusten.
- Pásalas por huevo batido y luego por el pan rallado. Retira el exceso y vé reservando.
- Colócalas separadas y al terminar, de nuevo a la nevera. Para que reposen y cojan textura, más o menos una hora.
- Fríe las croquetas en aceite de oliva bien caliente (pero que no llegue a humear), unas cuatro o cinco cada vez, hasta que estén doradas por todos los lados.
- Al sacarlas colócalas sobre un papel absorbente, y así quitaremos el sobrante de aceite.
- Con estas cantidades resultarán unas 15-20 croquetas, en función del tamaño que hagas.
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