Aunque es habitual verlas prácticamente todo el año en el supermercado, la temporada oficial de la alcachofas, y cuando más ricas están, es desde principios de otoño hasta bien entrada la primavera.
Hay muchas recetas de alcachofas para que puedas adaptarlas a tus gustos, tu nivel de cocina y tu día a día (si comes en casa o en el trabajo): desde alcachofas fritas crujientes o alcachofas a la sidra, hasta flores de alcachofa, paté o pesto de alcachofas, pasando por arroz con alcachofas o alcachofas con alubias.
En esta ocasión te contamos cómo preparar las alcachofas a la romana para disfrutar de su sabor y beneficiarte de sus propiedades ya que son ricas en antioxidantes, sobre todo vitamina C, fibra, polifenoles e inulina.
ALCACHOFAS A LA ROMANA
Si hay algo importante a la hora de preparar cualquier receta, es escoger una buena materia prima. Además de las que se cultivan sobre todo en la cuenca mediterránea, en España tenemos alcachofas con denominación de origen (D.O.) o indicación geográfica protegida (IGP), como la alcachofa de Benicarló o la alcachofa de Tudela.
Aparte de que sea de buena calidad, hay que comprobar que las alcachofas estén bien frescas y, por lo tanto, que sus propiedades estén intactas. Para ello apriétalas y, si escuchas un crujido, es que están bien.
Visualmente, busca piezas de color verde claro, compactas y con las hojas bien formadas. Descarta aquellas que se abran a la primera de cambio, que estén blandas y con las puntas resecas. Ten en cuenta también que las alcachofas de invierno pueden mostrar algunas manchitas bronceadas, pero no tiene más importancia siempre y cuando todo lo demás esté en orden.
Una vez llegues a casa, si no las vas a utilizar enseguida, guárdalas tal cual sin limpiar en bolsa de plástico con cierre hermético y disponlas en la parte más fría de la nevera para que se conserven bien (por lo general, la que está sobre los cajones).
Nos ha llamado la atención la receta de Teresa Nadal por su sencillez y jugosidad. Haz la prueba y verás lo tiernas que quedan y lo ricas que están.
Ingredientes
- 6 alcachofas
- 3 dientes de ajo
- Un manojo de perejil fresco
- 6 hojas de menta
- 1 vasito de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Modo de preparación
Esta receta es muy sencilla y no tiene complicación ninguna, a lo sumo limpiar y pelar bien las alcachofas para retirar las partes más duras. Recuerda añadir siempre el chorrito de limón para que no ennegrezcan. Aquí tienes el video para que resuelvas cualquier duda que te pueda surgir.
Aquí tienes el paso a paso para disfrutar hoy mismo de estas deliciosas y resultonas alcachofas a la romana.
- Lava bien el perejil y la menta y pícalos junto con los 3 dientes de ajo. Agrega sal al gusto y aceite de oliva. Mezcla bien y reserva.
- Para preparar las alcachofas, retira las hojas externas y pela un poco el tallo para quedarte solo con la parte central. Comprueba que no tienen "pelillos" en la punta donde se unen las hojas (si los tuvieran habría que quitarlos), sumérgelas en agua con un poco de zumo de limón.
- A continuación abre bien las hojas de las alcachofas apoyándolas sobre una superficie plana y así podrás rellenarlas más fácilmente con la mezcla anterior.
- Calienta una cazuela alta con un chorrito de aceite y dispón las alcachofas verticalmente boca abajo, vierte el vino blanco y tápalas con papel de horno humedecido. Tapa, cocina y disfrútalas acompañándolas de la salsita.
Si te ha interesado este artículo y te gustaría recibir más sobre bienestar y hogar, únete al canal de WhatsApp de Cuerpomente.