En un mundo que parece ir cada vez más rápido, es fácil que el éxito inmediato, lo superficial, las apariencias, hayan tomado el protagonismo del que gozan. Las redes sociales nos invitan a medir nuestra valía en likes. Puede que por eso la filosofía vuelva a estar de moda. Necesitamos cuestionarnos cual es nuestro papel en este mundo, igual que lo hicieron los filósofos griegos milenios atrás.

Rafael Narbona, profesor de filosofía, coincide en la relevancia que la filosofía tiene en nuestro momento presente, y en especial en cómo nos relacionamos con un interesante concepto: el ego. Y según nos explica, es esencial que aprendamos a mantenerlo a raya si queremos ser felices.

La tiranía del ego en la sociedad actual

“El éxito puede ser instantáneo, pero también efímero”, afirma Narbona en una entrevista para Cuerpomente. Esta reflexión jamás había sido tan necesaria como en el momento presente, una época en la que las redes sociales y los medios fomentan una constante necesidad de validación externa. El ego se alimenta de estos aplausos virtuales, creando una dependencia que puede dejarnos vacíos.

Esta búsqueda incesante de reconocimiento nos aleja de lo que realmente importa. Cuando el ego toma el control, las prioridades se distorsionan: las metas personales se convierten en competiciones y las conexiones humanas se reducen a intercambios superficiales.

Mujer bañándose relajada
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“Es preciso mantener el ego a raya”, explica Narbona, “conseguir que no se convierta en un tirano y nos pida aplausos constantemente”. Esta tiranía del ego en la que nos hace reflexionar es muy perjudicial para la salud emocional, y distorsiona nuestra capacidad de disfrutar de las cosas simples y significativas.

Así lo prueban recientes estudios psicológicos, que han confirmado que las personas que dependen excesivamente de la aprobación externa tienden a experimentar niveles más altos de ansiedad y estrés. La búsqueda constante de “éxito”, definido por estándares superficiales, nos aleja de la autenticidad y de las conexiones genuinas que pueden aportarnos auténtica satisfacción.

Lo esencial para ser felices

Frente a esta tiranía del ego, Narbona nos propone un cambio de perspectiva. “Lo esencial es el afecto de tus amigos”, afirma, y entendemos en esta categoría a toda aquella persona que nos cuide y demuestre su afecto. Porque, al fin y al cabo, es el valor de nuestras relaciones humanas lo que nos aporta felicidad y sentido.

El afecto, entendido como la capacidad de construir y nutrir vínculos profundos, trasciende los logros efímeros. Es cierto, reconoce Narbona, que “es importante el reconocimiento, el llegar a los demás”. Pero esto tampoco es posible si dejamos que el ego nos someta.

 solidaridad amigas
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El éxito puede desaparecer con el tiempo, pero las relaciones que forjamos basadas en el respeto y el cuidado mutuo son una fuente constante de alegría en la vida. Por eso es importante que nos paremos a pensar en cuanto tiempo invertimos en construir relaciones significativas, y cuanto en agradar a personas a las que no conocemos, a conseguir la validación externa y generalizada bajo el confuso concepto del “éxito”.

Claves para mantener el ego bajo control

La reflexión es la primera parte del proceso. Reconocer el riesgo de la tiranía del ego es el primer paso. Pero debemos hacer algo más que eso para empezar a dominarlo. La psicología coincide en algunos métodos que parecen ser especialmente eficaces para lidiar con esta amenaza latente.

  • Practica gratitud. Una estrategia increíblemente poderosa para dominar el ego es practicar la gratitud. Dedicar unos minutos al día a reflexionar lo que otros nos aportan, nos ayuda a redirigir la atención hacia los demás, hacia lo que de verdad importa. Dar las gracias a aquellos que nos demuestran su apoyo y su afecto, además, puede contribuir a que construyamos relaciones más saludables.
  • Sé auténtica. Para alejarnos de las comparaciones y las competencias constantes que representan, en muchos casos, las redes sociales, no hay nada como practicar la autenticidad. Ser fiel a tus valores y principios significa decir “no” a lo que no está alineado con tus prioridades, y dedicar más tiempo a cultivar vínculos que te nutran. Esto te ayudará a quitarle valor a los likes y la sensación de éxito inmediato, para valorar los verdaderos logros de tu vida.
  • Escucha a los demás. Para acabar, en este mundo siempre en movimiento, siempre ruidoso, practicar la atención plena a los demás es todo un acto revolucionario. Además de ser muy beneficiosa para nuestras relaciones, la escucha activa nos ayuda a salir de nuestra propia burbuja para comprender mejor a las personas que nos rodean. Es decir, abandonar el ego para practicar la empatía.

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