Lo más curioso de dormir es que, aunque es un acto universal, cada uno tiene sus propios hábitos a la hora de descansar. Desde posturas rocambolescas, hasta las más extrañas manías, hay mil formas de dormir. Una de ellas, bastante popular, es hacerlo abrazando la almohada. Quizá tú mismo utilices esta postura para descansar. O puede que conozcas a alguien que lo hace.

En muchas ocasiones, estos actos son completamente inconscientes. Despiertas en medio de la noche abrazando la almohada, aunque hubieras alcanzado el sueño en otra posición. Y esto es, precisamente, lo que interesa a la psicología. Porque todo aquello que hacemos sin ser conscientes, revela mucho más de nuestra personalidad de lo que imaginamos. ¿Quieres saber qué significa dormir abrazada a la almohada? Te lo contamos.

Apego, emociones y otras teorías psicológicas

Como sucede siempre que nos enfrentamos a una pregunta de este calibre, la psicología ofrece no una, sino muchas posibles respuestas a este hábito que tantas personas manifiestan y de maneras tan diferentes. Porque hay formas y formas de abrazar la almohada, en esto estamos de acuerdo.

La principal teoría que defiende la psicología con respecto a esta forma de dormir tiene que ver con el acto de recrear el contacto físico. Es decir, cuando duermes abrazada a una almohada estás recreando el acto de abrazar.

Esto, además de revelar algunos rasgos de tu personalidad (de los que hablaremos más adelante), puede indicar que necesitas ese afecto que estás emulando al abrazar la almohada. Y esta necesidad puede tener orígenes muy diferentes.

Una opción es que necesites sentir ese contacto para regular tus emociones y calmarte. Podría encajar con el perfil de una persona que necesita abrazar a una almohada para dormir o que lo hace durante una pesadilla, por ejemplo, como mecanismo de autorregulación.

También puede encontrar explicación en los conocidos estilos de apego. Durante la infancia, establecemos la forma en la que nos relacionamos con los demás, y quienes revelan tener un estilo de apego ansioso suelen requerir de este contacto físico (incluso ficticio) con mayor frecuencia que quienes tienen un estilo de apego evitativo. Es muy común en personas que experimentan una fuerte dependencia emocional con su pareja, por ejemplo.

Además, la psicología revela que este acto, cuando se da en momentos aislados de la vida, y no de forma recurrente, puede revelar un fuerte sentimiento de soledad o angustia, que buscamos calmar con este acto.

Posturas y rasgos de personalidad

Desde el Colegio de Psicólogos de Argentina, afirman que dormir abrazado a la almohada puede revelar mucho sobre la personalidad. Aunque, advierten, este acto también puede deberse a causas físicas y no psicológicas.

Cuando sufrimos de dolores de espalda, abrazar una almohada con las piernas puede ayudar a aliviar la presión en la columna vertebral, promoviendo una postura más saludable. Además, esta postura ayuda a mantener recta la alineación de la columna.

Desde el punto de vista psicológico, este acto también nos proporciona seguridad, comodidad, sensación de apoyo y calma. Además, afirman en uno de sus artículos, puede aliviar el estrés y la ansiedad, por lo que es posible que esta forma de dormir se dé con más frecuencia en momentos complicados de tu vida.

Pero para terminar de comprender lo que esta forma de dormir dice de ti, es importante analizar en qué postura abrazas la almohada.

  • Posturafetal. Si abrazas la almohada en postura fetal, es posible queseas una persona muy sensible, pero que goza de una buena seguridad en sí misma. Esto se debe a que esta postura es común en perfiles tímidos, pero que consiguen abrirse rápido a los demás. Es habitual en personas muy simpáticas y que no encuentran muchas dificultades para relacionarse.
  • Con las extremidades estiradas. Si abrazas la almohada con las extremidades estiradas, ocupando buena parte de la cama, es posible que seas una persona muy extrovertida y sociable. La psicología indica que esta postura se asocia a personas que tienen claras sus opiniones y las expresan sin miedo. Son, además, perfiles abiertos a conocer gente nueva que disfrutan mucho la compañía de otros.
  • Boca abajo. Si duermes boca abajo, pero abrazando tu almohada, lo más probable es que seas algo reservada, y bastante discreta. Le das mucho valor a tu privacidad y a la confianza que tienes con los demás, eres fiel a los tuyos. También puede indicar que tienes una personalidad calculadora, y que se te dan bien los negocios.
  • Boca arriba. Si duermes boca arriba abrazando una almohada, la psicología indica que es posible que seas una persona reservada y pacífica. Se te da bien escuchar a los demás y sueles estar siempre disponible para ayudar a los que quieres. Tienes grandes metas en la vida y te exiges mucho a ti misma, lo cual te ayudará, en el futuro, a alcanzar tus objetivos personales.

 

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