¿Has intentado desconectar de una relación, pero te encuentras con que tu ex se vuelve insistente, aparece de repente en sitios que tu frecuentas, te alaba sin parar y no te deja ir? Puede que estés sufriendo hoovering, una forma de abuso que puede ser difícil de identificar y que, si no le ponemos freno, nos puede enganchar a relaciones tóxicas.
¿Qué es el hoovering?
La palabra hoovering viene del inglés y significa “aspirar”. Define una técnica de manipulación que se utiliza para “aspirar” o “succionar” a las exparejas para que vuelvan a una relación que ya estaba terminada y resultaba tóxica.
Quienes la utilizan temen que las personas sobre las que ejercían su control se alejen y utilizan diversas técnicas de manipulación para retenerlas y absorber todo su tiempo y atención: desde crisis fingidas hasta proclamas de amor exageradas. Su objetivo es forzar, por cualquier medio, el compromiso de la otra persona que ya había decidido apartarse de una relación que no le satisfacía y podría considerarse un tipo de abuso o chantaje emocional.
Cualquier persona puede hacer hoovering, especialmente cuando se siente inseguro acerca de su relación, pero es algo más propio de las personalidades narcisistas, que muestran un egoísmo exacerbado y carencia de empatía.
Señales de alerta de que te están haciendo hoovering
El hoovering puede pasar desapercibido porque suele ir acompañado de luz de gas (gaslighting), una forma de manipulación por la que una persona trata de engañar a otra creando una narrativa falsa y haciéndole cuestionar sus propios juicios y realidad.
Algunas actitudes que pueden alertarte de que tu expareja te está haciendo hoovering son:
- Puede que desaparezca y aparezca en tu vida repetidamente. En un primer momento puede parecer que ha aceptado el fin de la relación, pero cuando estás empezando a recuperarte, regresa nuevamente a tu vida. Puede llamarte en fechas señaladas o con cualquier excusa (por ejemplo, que ha escuchado una canción que le ha hecho pensar en ti) tratando de recuperar la relación.
- Busca obtener información sobre ti de tus amigos y familiares e intentar llegar a ti a través de ellos.
- Se presenta a tu casa de manera imprevista o te lo encuentras “casualmente” en sitios que sueles frecuentar.
- Te promete insistentemente que va a cambiar, pero a la vez no es consciente de los comportamientos tóxicos que llevaron al fin de la relación.
- Te asegura que no ha podido olvidarse de ti, que eres lo mejor que ha pasado en su vida e incluso puede colmarte de regalos. Todo esto puede hacerte sentir bien, pero no es más que una estrategia de manipulación.
- Puede fingir o exagerar un problema (una enfermedad, un problema familiar…) para llamar tu atención. En casos extremos, puede llegar a amenazar con suicidarse o autolesionarse si no vuelves con él o ella.
El objetivo del hoovering no siempre es volver a la relación de pareja. A veces solo es una forma de no perder la atención de la expareja y, para ello, pueden llegar a utilizar la venganza o el chantaje, incluso implicando a otras personas del entorno. A veces, pueden intentar perjudicar tu reputación contando cosas íntimas o simplemente mintiendo para motivar que te pongas en contacto para buscar explicaciones. En resumen, tratando de atraer de nuevo a sus vidas a esa persona que estaba tratando de desconectar.
¿Cómo reconocer a un narcisista?
En la mitología griega, Narciso era un joven que estaba tan enamorado de su propia imagen que acabó arrojándose a un estanque donde se reflejaba y murió ahogado. De ahí viene el nombre de este rasgo de la personalidad.
Las personas narcisistas tienen una fuerte necesidad de atención y validación y a menudo se sienten muy amenazadas cuanto temen perder su poder y control sobre una persona, esto es precisamente lo que los lleva a hacer hoovering.
Algunas de las características que delatan a las personas narcisistas son:
- Necesitan tener el control total de cualquier situación.
- Suelen presionar y manipular a los demás para que cumplan con sus exigencias.
- Creen que su opinión y su manera de hacer es siempre la correcta. En las conversaciones, sea cual sea el tema, suelen remitir siempre a sus propias experiencias.
- Solo piensan en sí mismos, son egoístas y demuestran falta de empatía con los demás. Buscan siempre el beneficio propio y no les importan las consecuencias que sus actuaciones puedan tener para los demás.
- Necesitan constantemente el reconocimiento y los elogios de los demás y, cuando no lo obtienen, se sienten ofendidos. Sus relaciones con los demás se basan en el mantenimiento de su ego.
- A menudo viven obsesionados con fantasías de éxito, poder, belleza o amor ideal.
Los narcisistas se ven perfectos y no conciben que puedan cometer errores, lo que les impide aprender de sus fallos y cambiar.