El paso del tiempo juega a nuestro favor en muchos sentidos. A medida que pasan los días, los meses y los años, las vivencias que atravesamos, las buenas y las malas, van dejando un poso en nosotros, en nuestra mente y en nuestro corazón. Podemos experimentarlas sin más, o podemos sacarles el máximo partido y obtener una enseñanza de ellas.
Si optamos por la segunda opción, las ventajas, obviamente, son muchas, ya que a partir de esas lecciones podremos tomar decisiones más acertadas, lo que, en última instancia, se traduce en mejores resultados, o dicho de otro modo, en salir mejor parados de los problemas que nos plantea la vida.
A partir de este planteamiento, hay personas que interiorizan con más calma, atención y profundidad cada momento de sus vidas, extrayendo de cada situación una conclusión que aplican más adelante, mientras que otras, pasan de puntillas por la vida, sin atender de verdad a lo que les pasa o lo que les rodea. Además, puede que unas personas aprendan en el mismo instante en que les ocurren las cosas, mientras que otras, por la razón que sea, pueden tardar años en obtener esas enseñanzas. De hecho, puede que lo hagan demasiado tarde.
Aprender de los expertos
Con este escenario de fondo, parece interesante aprender cuanto antes algunas de las lecciones que pueden ayudarnos a ser más felices los años restantes de vida. Y es que, aunque es cierto que lo mejor sería obtener esas lecciones por uno mismo, también lo es que aprovechar los conocimientos de los expertos, como el doctor Mario Alonso Puig, puede allanarnos mucho el camino.
El experto en autoconocimiento y su conexión con la felicidad, detalla en un vídeo que publica en las redes sociales, las 7 cosas que las personas aprenden demasiado tarde en la vida.
1. El tiempo es tu activo más valioso
Solemos dar mucha importancia a nuestra economía, al dinero que ganamos o a lo abultada que está nuestra cuenta corriente. Sin embargo, el dinero, como todo lo material, va y viene. Y es que, como dice el experto: "Siempre puedes ganar más dinero, pero el tiempo perdido no se recupera, no se puede comprar".
2. A nadie le importan tus fracasos tanto como crees
Muchas de nuestras decisiones y nuestros actos vienen motivados por lo que los demás esperan de nosotros. Buscamos cumplir con las expectativas de los demás, sean o no reales. Y cuando no las alcanzamos, pensamos que les hemos decepcionado. Sin embargo, "la mayoría de las personas están demasiado ocupadas preocupándose de sus propias vidas para detenerse en tus errores", apunta el doctor.
3. Tu salud no es invencible
Lo habitual es que no le demos a las cosas su justo valor hasta que las perdemos. Esto ocurre con las amistades, un trabajo, y por supuesto, con la salud. Por esta razón, el experto nos recuerda que no somos inmortales y que no importa si nos sentimos hoy de maravilla, porque mañana, esta tarde o dentro de un rato, todo puede cambiar.
Por tanto, cuanto antes seamos conscientes de esa realidad, que todos sabemos pero que tendemos a olvidar, antes aprenderemos a vivir el presente en plenitud, a saborear la vida apreciando todos y cada uno de sus matices, sin dejar que pase el tiempo.
4. Guardar los rencores solo te envenena a ti
Estar en paz con uno mismo es clave para sentirnos bien. Dado que el día a día es un entresijo de relaciones personales, lo lógico es que haya discusiones y ofensas entre las personas. El final de esas discusiones debería ser el perdón, según el doctor, ya que es la mejor manera para liberarse uno mismo. De lo contrario, sin perdón, solo acumulamos rencor, lo cual es puro veneno que solo nos daña a nosotros mismos.
5. El éxito sin satisfacción es el mayor fracaso
Esta lección es la preferida del doctor, quien considera que "perseguir la definición de éxito de la sociedad, a menudo lleva a una vida vacía". Sin entrar en profundidad en cuál es esa definición de éxito que hemos construido entre todos, se intuye que en ella confluyen factores como el excesivo valor que damos a la juventud, la belleza o el dinero.
6. Tus pensamientos crean tu realidad
La mayoría de las veces, por no decir, todas, lo que creemos que nos rodea o lo que nos pasa, no se corresponde estrictamente con la realidad. Así, el experto nos recuerda que son nuestros pensamientos los que construyen nuestra realidad, que es nuestra mente la que crea muchos de los problemas que creemos tener o que los sobredimensiona.
7. La felicidad es una elección, no un destino
Quizá esta afirmación sea la más rotunda y, aparentemente, la más importante. Sin embargo, no hay que perder de vista que solo es una más. Con esta idea, el doctor Mario Alonso Puig nos recuerda que la felicidad es un acto de responsabilidad. No podemos dejar nuestra felicidad en manos de los demás o del destino. Nos insta a dejar de estar en estado de espera y tomar la decisión de ser feliz, y de hacerlo ahora, no mañana ni más adelante.
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