Si hay una lección, sola una, que merece la pena aprender en la vida, tiene que ver con aprender a ser feliz. Porque la ciencia lo ha demostrado: la felicidad es algo que se aprende y se entrena, no un estado que se alcanzan al cumplirse una serie de requisitos externos.

Esta noticia es buena para todos. Implementar algunos cambios en tu vida, puede cambiar cómo percibes tu felicidad. Así lo demuestra el curso de Ciencia de la Felicidad que realizó la Universidad de Bristol. Sus participantes afirmaron haber aumentado entre un 10% y un 15% su bienestar y felicidad al acabarlo. Por supuesto, no podemos resumir en pocas palabras todo lo que se enseñaba en este curso de psicología positiva, pero vamos a contarte cuáles son los ocho aspectos claves que puedes empezar a trabajar en casa para aumentar tu felicidad. ¿Preparada para probarlos?

Ocho aspectos de la psicología positiva

El estudio realizado por Bruce Hood, principal autor de la investigación, y el equipo de la Universidad de Bristol se basa en la teoría de la psicología positiva. Esta, a diferencia de las ramas más tradicionales de esta disciplina, aleja el foco de nosotros y lo pone en los demás. Apuesta por invertir tiempo y energía ayudando a los demás, dando las gracias y compartiendo con otros, para mejorar la felicidad personal.

“Es lo opuesto a la doctrina actual del ‘autocuidado’”, explica Hood, “pero innumerables estudios han demostrado que salir de nuestras propias cabezas nos ayuda a alejarnos de las reflexiones negativas que pueden ser la base de tantos problemas de salud mental”.

Basándose en esta idea, el profesor Hood aconseja trabajar activamente en estos ocho aspectos. Pero ojo, no basta con hacerlo durante un tiempo limitado de tu vida. Debes mantener su práctica en el tiempo. Así lo probaba el estudio, que hizo un seguimiento a los participantes del curso durante los siguientes dos años de su vida.  “Es como ir al gimnasio: no podemos hacer una clase y esperar estar en forma para siempre”, explica Hood en su estudio. “Tenemos que trabajar continuamente en nuestra salud mental, de lo contrario las mejoras son solo temporales”.

Si te animas a probarlo, solo tienes que empezar a trabajar en estos ocho hábitos de la psicología positiva:

Hablar con personas que no conozcas

Sé que no sueles hacerlo, pero los expertos de la Universidad de Bristol aseguran que es clave para mejorar tu felicidad. Establecer nuevas conexiones sociales tiene efectos positivos en la salud mental y el bienestar.

En su estudio, Hood enfatiza que las relaciones humanas son esenciales para la felicidad, ya que los humanos “prosperamos en grupo y languidecemos si estamos aislados”. Interactuar con personas desconocidas hace que nuestra red social se amplíe, y nos brinda nuevas perspectivas, lo cual enriquece nuestra vida y aumenta nuestra satisfacción personal.

Usar las redes sociales

Puede que esto te sorprenda, pero lejos de categorizarlas como el círculo del infierno en la que se las suele convertir, el estudio de la Universidad de Bristol recomienda el uso de las redes sociales. Eso sí, siempre con responsabilidad y moderación.

El uso excesivo de las redes sociales puede tener efectos negativos, en especial cuando se usa para consolidar cierto estatus o nos lanzamos a la caza indiscriminada de “me gustas”. En cambio, Hood sugiere que cuando se usan de forma equilibrada y consciente, puede ser una fuente excelente de conexión social y apoyo. Es importante, eso sí, usarlas de forma saludable, buscando interacciones significativas y evitando las comparaciones sociales.

Evitar la soledad

No es una sorpresa para nadie que la soledad prolongada, en especial cuando es no deseada, puede tener un impacto muy negativo en la salud, tanto física como mental. Así lo asegura la OMS, que considera la soledad no deseada como uno de los mayores problemas de salud pública del siglo XXI.

En su estudio se demostraba que mantener relaciones sociales saludables y significativas es crucial para mantener un equilibrio emocional y facilitar la felicidad.

Vivir con optimismo

El optimismo es, según la psicología, un predictor bien establecido de la felicidad y el bienestar. Así lo explica el profesor Hood, que señala que los optimistas no solo son más felices, sino que también están más sanos y tienen una mayor esperanza de vida.

Cultivar una visión positiva del futuro nos ayuda a vivir con mayor satisfacción y mejorar nuestro bienestar en general.

Hacer regalos

¿Prefieres hacer regalos o recibirlos? Por contradictorio que pueda sonar, el estudio de la Universidad de Bristol demuestra que dar regalos es mucho más eficaz para aumentar nuestra felicidad. En gran medida, tiene que ver con la sensación de gratitud que conlleva hacer un regalo a otra persona.

Así lo afirma Hood, que asegura que “la gratitud es un estado emocional y una actitud mental que nos permite reconocer y valorar las cosas positivas en nuestra vida”. Este acto de dar promueve la empatía, el sentido de comunidad. Dos factores que son esenciales para la felicidad.

Caminar en la naturaleza

La conexión con la naturaleza es un elemento central en la psicología positiva, y tiene numerosos beneficios demostrados para la salud mental.

Hood sugiere que actividades como caminar en entornos naturales pueden reducir significativamente los niveles de ansiedad y estrés, mejorando así la creatividad y la concentración, lo cual contribuye a aumentar el bienestar y la felicidad.

Practicar la bondad

Puede sonar demasiado romántico, pero el estudio de la Universidad de Bristol demuestra que “ser buenos”, nos hace felices. Realizar actos de bondad y altruismo no solo beneficia a la persona que recibe el acto, también tiene efectos positivos en quien lo realiza.

Esta práctica, además de fortalecer los lazos que nos unen con los demás, nos ayuda a mejorar la autoestima, y nos dota de un sentido de propósito y significado que es esencial para alcanzar la felicidad.

Meditar

Para acabar, el profesor Hood recomienda meditar como práctica para aprender a ser felices. La meditación, al igual que el contacto con la naturaleza, es una práctica central en la psicología positiva por sus efectos demostrados en la reducción del estrés y la mejora de la salud mental.

Hood enfatiza que “la única forma de disfrutar de algo es estando presente, y para ello la mejor opción es trabajar la atención plena o el mindfulness”. Meditar de forma regular, está demostrado, reduce los pensamientos negativos y favorece un estado de conciencia plena, lo que mejora la percepción de la vida diaria y aumenta la satisfacción general.