Cualquiera que haya vivido un par de décadas sabe que las personas, las amistades, los colegas, entran y salen de nuestra vida con diferentes propósitos. A veces dejan huellas profundas, otras, desaparecen sin dejar apenas rastro. Pero ¿cómo saber en quién confiar de verdad? ¿Cómo reconocer a las personas que estarán a tu lado en las buenas y en las malas?

Mario Alonso Puig, experto en desarrollo personal y medicina, afirma que existen tres tipos de personas en la vida, cada una de ellas juega un papel diferente. También duran una cantidad de tiempo distinto a nuestro lado. Lo importante es conocer estas categorías para identificar a quién merece realmente nuestra atención y, al mismo tiempo, a liberarnos de relaciones que no nos benefician. Hoy, con ayuda del experto, te ayudamos a identificarlas.

Tres tipos de personas

Las relaciones son una parte esencial de nuestra vida, pero no todas tienen el mismo propósito ni merecen el mismo esfuerzo. Es por eso por lo que Mario Alonso Puig nos invita a distinguir entre tres tipos de personas que aparecerán en nuestra vida. Según el experto, debes prestar especial atención a las últimas que vamos a mencionar.

Esta diferenciación clara te permitirá enfocar tu energía en quien realmente va a aportar felicidad en tu vida, sin aferrarte a aquellas relaciones más efímeras, más frágiles, que pueden desaparecer cuando menos te lo esperes.

Esto no quiere decir que solo las amistades más profundas deban ser cuidadas. Según Harvard, las amistades se forjan alrededor del trabajo, de intereses particulares o, sencillamente, para disfrutar y compartir tiempo de ocio, son también muy valiosas para la salud mental.

Sin embargo, si realmente quieres vivir de forma auténtica y plena, sabiendo que estás rodeada de las personas adecuadas, debes prestar especial atención al tercer tipo de personas del que vamos a hablarte.

Personas hoja

El primer tipo de personas que nos presenta Mario Alonso Puig son las “personas hoja”. Imaginemos, por un momento, que somos un árbol. Nuestra estructura principal, lo que nos representa en esta metáfora, es el tronco. Las hojas son este tipo de personas que pasan a nuestro lado un tiempo limitado. Por circunstancias externas o necesidades propias, aparecen y desaparecen a gran velocidad.

Estas relaciones suelen ser muy atractivas al principio, están llenas de promesas o aparente apoyo. Pero el compromiso real es bastante superficial. Las personas hojas buscan siempre algo específico -ya sea compañía, ayuda o inspiración­-, y cuando han obtenido lo que necesitan, se van.

No se trata de que sean malas personas, ni mucho menos. Es, sencillamente, un tipo de amistad o relación diferente. Lo importante es identificarlo para saber qué papel ocupa en tu árbol, y no aferrarte a relaciones que acabarán desapareciendo.

Personas ramas

El segundo tipo de personas, según Mario Alonso Puig, y siguiendo con la metáfora del árbol, son las “personas rama”. Estas relaciones suelen parecer sólidas y duraderas al principio, ofreciéndonos una conexión más estable que las personas hojas. Sin embargo, aunque puedan acompañarnos durante más tiempo, no son totalmente inquebrantables.

Al igual que las ramas de un árbol, estas personas pueden separarse de nosotros en momentos de crisis. Cuando llega la tormenta. Puede que consigamos apoyarnos en ellas en algunos momentos difíciles, pero no soportarán las verdaderas crisis.

Sin duda, este tipo de personas ocupan un lugar especial e importante en nuestra vida. Son gente con la que compartimos mucho más tiempo, con las que se establece cierta confianza. Pero no debemos confundirlas con la categoría que viene a continuación. Porque, si bien estas personas pueden tener buenas intenciones y un impacto positivo en nuestra vida, no podemos depender totalmente de ellas.

Personas raíces

Por último, Mario Alonso Puig introduce a las personas raíz, aquellas que representan la verdadera esencial de la amistad y el apoyo. Aunque no siempre aparecen en forma de amigo. Las personas raíz de tu vida pueden ser también miembros de tu familia o tu pareja. En definitiva, es alguien cuya única intención al formar parte de nuestra vida es apoyarnos y ayudarnos a crecer, impulsados por un amor sincero y una conexión auténtica.

Ellos entienden quienes somos en nuestra esencia, ya aceptan tanto nuestras virtudes como nuestras debilidades. Incluso en los momentos más oscuros, cuando el camino parece incierto, estas personas son capaces de ofrecernos estabilidad, fuerza y orientación, sin esperar nada a cambio.

Según Puig, las personas raíz son las que realmente merecen nuestra atención y dedicación. Son pocas, pero fundamentales en nuestra vida, pues no solo nos sostienen en momentos difíciles, sino que también nos impulsan a alcanzar todo nuestro potencial.