Son muchas las razones que relacionan la vejez con la infelicidad. Arthur Brooks nos cuenta alguna de ellas en sus muchos libros sobre felicidad, como De fortaleza en fortaleza, o Cómo construir una vida feliz, este último escrito en colaboración con Oprah Winfrey.

La principal, según el experto, tiene que ver con la consciencia del declive que experimentamos a medida que envejecemos, y el cambio que esto supone en nuestra propia “manada”. Por eso, recomienda tener “expectativas lúcidas” respecto a la vejez, incluyendo en la vida algunos hábitos que él mismo ha incluido en su rutina ahora que ha traspasado la barrera de los 60.

Una vida plena

La vida no dura para siempre, y en gran medida es esta realidad la que hace que temamos cumplir años. A los 60, es difícil imaginarse viviendo el doble de la vida vivida, algo que sucede con facilidad a los 20 o los 30. Esto nos lleva a tener pensamientos negativos y obsesivos, que a menudo nos alejan de los demás. La evitación del contacto social es un claro síntoma de depresión, por lo que Brooks recomienda tomar medidas en cuanto esta señal de alerta aparezca.

La solución, en su experiencia, pasa por planificar actividades placenteras y sencillas, que nos ayuden a interactuar con los demás. Cualquier plan sencillo puede servir, desde dar un paseo por el barrio hasta apuntarse a algún taller o curso que nos llame la atención.

Sin embargo, explica Brooks, lo más importante es vivir esta nueva década dejando atrás las metas extrínsecas que colman buena parte de la juventud: la belleza, el dinero, el estatus físico y otros tantos aspectos externos a nuestra propia existencia no nos darán la felicidad, ni en la madurez ni en ninguna otra etapa de la vida.

En lugar de ello, el experto en felicidad recomienda empezar a vivir con coherencia entre nuestros valores, apostando por metas intrínsecas, como mejorar la calidad de nuestras relaciones o alcanzar un mayor grado de profundidad espiritual.

Las claves de la felicidad

Con todo esto en mente, Brooks nos recomienda hábitos sencillos que pueden marcar la diferencia. Todos ellos, por supuesto, tienen que ver con lo intrínseco, con lo que sucede dentro de nuestra mente a partir de esta edad. Por ello, el experto recomienda:

Evitar y acercarse

Parecen dos palabras opuestas, pero ambas deben formar parte de la vida en general, y en especial a partir de los 60. A esta edad, Brooks recomienda que evitemos todo aquello que puede ser perjudicial para nosotros. Por ejemplo, evitar quejarse es una buena forma de huir de conductas nocivas que no aportan nada a nuestra felicidad.

Y, en cambio, en esta nueva década de la vida debemos esforzarnos todo lo posible por acercarnos a aquello que nos hace bien. Las actividades que nos conectan con otros y con la naturaleza pueden marcar la diferencia en el camino hacia la felicidad madura.

Acercarnos a quienes nos rodean, y en especial a nuestro círculo de seguridad, evita la soledad no deseada. Esta se encuentra en el punto de mira de la comunidad médica, que apunta que suele traer consigo problemas de salud relacionados con el estilo de vida, como lo son el deterioro cognitivo avanzado o la obesidad.

Imagina tu nueva vida

Para mantener la felicidad más allá de los 60 es importante darle un propósito a tu vida. Y tal como explica Brooks, es preferible que este esté relacionado con el mundo interior, y no con elementos externos.

Sea como sea, el experto recomienda que, a medida que se acerque un cumpleaños importante (los cuarenta, los cincuenta, los sesenta, etc.) nos propongamos entre 5 y 10 objetivos positivos en los que centrar la nueva etapa que comienza.

Por supuesto, no basta con numerarlos y hacer una lista. El siguiente paso consiste en pensar en cómo alcanzarlos. Y para ello, deberemos hacer cambios en nuestros hábitos y en nuestro estilo de vida. Esto, explica Brooks, nos hará sentir que volvemos a “estrenar” vida.

Escribe tu biografía

Para acabar, Brooks ofrece a sus lectores un consejo que él mismo se ha aplicado. Cuando pases de los cincuenta a los sesenta, empieza a pensar en escribir tu biografía. La primera frase empezará con “Érase una vez…” y el resto será nuestra propia historia. Recomienda, además, incluir capítulos especiales sobre la esperanza, la bondad y el disfrute.

Esto nos permitirá echar un vistazo positivo a nuestra vida, y mirar a nuestro futuro con esperanza. Y es que, tras una vida llena de aprendizajes, a partir de los 60, toca devolver al mundo un poco de todo lo que has aprendido.