Walt Disney declaró en una ocasión: «No creo que haya alturas que no puedan ser escaladas por un ser humano que conoce los secretos de hacer que los sueños se conviertan en realidad. Este secreto especial puede ser resumido en 4 C».

La "C" de "Curiosidad" no es cosa solo de niños

La primera es la Curiosidad, que un proverbio dice que mató al gato, pero salva el espíritu del ser humano.

El bebé explora la realidad con sus manos y con el resto de sus sentidos. Mientras aprende y descubre, va creciendo.

Por este motivo merece la pena alimentar esta primera «C» también en la madurez.

La "C" de "Confianza", pura vitamina

La segunda es la Confianza, que para Disney era la más importante de todas. En sus propias palabras: «Cuando crees en algo, cree en ello de todas las maneras, implícita e incuestionablemente». Eso es lo nos mantiene en el camino hacia un propósito.

El escritor y conferenciante John F. Demartini cuenta lo siguiente: «Casi todas las historias de personas que han triunfado comienzan con un solo gran pensamiento que ha sido alimentado con fe. Y muchas de las que han alcanzado los mayores éxitos también se han enfrentado a las mayores adversidades. Cuando Walt Disney se presentó a solicitar trabajo de dibujante en los periódicos lo rechazaron de plano. Un director incluso le dijo que no tenía talento y que se buscara otra cosa que hacer en su vida. Pero él tenía una idea que transformó en visión, perseveró y continuó creyendo en sí mismo».

La "C" de "Coraje" para atreverse a explorar lo desconocido

Para ese fin nos ayudará, en tercer lugar, el Coraje, un ingrediente fundamental para salir de nuestra zona de confort, que es donde los sueños cristalizan.

Necesitamos valor para aventurarnos más allá del mundo conocido y ver lo que hay.

La "C" de "Constancia", para que lo anterior no se quede en nada

Por último, nada importante se consigue sin la Constancia. El esfuerzo que se hace de forma aislada, por grande que sea, no tiene poder. Es aquello que hacemos todos los días lo que logrará transformar nuestra vida. Los japoneses lo llaman Kaizen, que suele traducirse como «progreso continuo».

Cómo aplicar estas 4 "C" a tu día a día

Veamos de qué formas podemos aplicar de forma práctica cada una de las cuatro «C» a nuestro mundo cotidiano:

  • CURIOSIDAD. Para ejercitar este valor necesitamos dos cosas: interesarnos por lo que existe más allá de nuestra rutina y cuestionarlo todo, sin dar nada por supuesto. Experimentar cosas nuevas, aunque solo sea leer un autor o autora que no conocemos, escuchar las vivencias y opiniones de personas muy distintas a nosotros, viajar, preguntarte «por qué» varias veces al día… todo ello alimenta la primera «C».
  • CONFIANZA. Asegura el editor Jordi Nadal que en la confianza no hay medias tintas: o la tienes o no la tienes. Si decides confiar en ti, los juicios de los demás deben resbalarte, como Disney. Para darte ánimos, piensa en todas las cosas que ya has logrado y que, al principio, no creías poder hacer. ¿Cuál es el muro que te corresponde ahora derribar?
  • CORAJE. Todo lo bueno de la vida existe al otro lado del miedo, decía un actor norteamericano, y Álex Rovira lo completa con esta reflexión: «El coraje nos mueve porque creemos que aquello que deseamos crear, cambiar, construir tiene sentido. Es la certeza de que hay algo por lo que merece la pena arriesgarse». Cada vez que sientas vértigo ante lo que te has propuesto, recuerda tu sueño. Trasládate allí con tu imaginación. Visualiza cómo te sentirás cuando lo hayas logrado. Esto te dará valor para continuar.
  • CONSTANCIA. Nos convertimos en aquello que hacemos repetidamente, decían los filósofos de la Grecia clásica. Por lo tanto, la magia que hace realidad los sueños opera a través de los hábitos. Como afirmaba Bruce Lee: «Yo no temo al hombre que ha lanzado diez mil patadas diferentes, yo temo al hombre que ha lanzado una misma patada diez mil veces».

Con esa misma pasión, si practicas la curiosidad, la confianza, el coraje y la constancia en tu vida diaria estarás mucho más cerca de hacer realidad los sueños.