Acudir a un restaurante y mirar cuántas estrellas tiene en esta aplicación o en esta otra. Ver los comentarios de un libro antes de darle ni siquiera una oportunidad. Mirar las rutas más populares, los mejores lugares para hacer fotos, acampar, pasear o lo que sea. ¿Te suena?
Estamos tan sobreexpuestos a la información, las opiniones, comentarios y valoraciones en Internet que poco a poco perdemos el apetito por lo inesperado. Con ello, nos cerramos al descubrimiento, a la aventura y a la magia. Una magia que está fuera, pero que empieza dentro de nosotros mismos.
Hemos cerrado la puerta a lo inesperado, al descubrimiento, como si quisiésemos vivir eternamente en la burbuja de las cosas conocidas, ya sea por nosotros o, peor, masticadas por los demás.
La falsa sensación de seguridad te roba toda la magia
Casi sin darnos cuenta, la sociedad nos empuja a ello. Si compramos un artículo on-line, de repente, nos ofrecen un montón de productos relacionados con el que acabamos de comprar. Si miramos una página de, pongamos, coches, nos empiezan a bombardear con coches, coches y más coches, como si ya no nos interesara nada más.
Así, poco a poco, vamos cayendo en lo que Byung-Chul Han, el filósofo alemán de origen surcoreano y uno de los grandes referentes de nuestros días, llama el infierno de lo igual. Un lugar donde todo se repite, incluso nosotros, que nos encerramos en una falsa sensación de seguridad, donde todo es parecido y nada hay fuera. Lo extraño queda expulsado de nuestras vidas.
Esta sensación, por supuesto, es falsa, pero también ladrona. Nos va robando nuestra capacidad de sorpresa y de asombro, de improvisación y adaptación. Nos quita aquella sabiduría, llamémosle así, de saber «maravillarse con lo familiar y familiarizarse con lo maravilloso», que decía G.K. Chesterton.
Conecta con la magia confiando más en tu intuición
Hoy, debemos recuperar el apetito por lo inesperado, lo sorprendente, lo mágico. Sí, hablamos de magia. Porque la magia es todo aquello que no esperamos y, a pesar de todo, ocurre.
Conectar con la magia es saber conectar con el poder de nuestra intuición y con la infinidad de recursos y herramientas que tenemos en nuestro interior y que, en muchas ocasiones, olvidamos. Este es un punto importante.
A veces preferimos no aventurarnos porque no creemos en nosotros mismos y no sabemos ver esos recursos y herramientas que sí tenemos. Porque, en definitiva, no confiamos en que tenemos todo lo que necesitamos para dar respuesta a los desafíos que, inesperadamente, se nos presentan ante nosotros.
El río fluye tranquilo porque sabe que, de encontrarse una roca en mitad de su cauce, sabrá rodearla o pasarle por encima, dependiendo de los recursos, en forma de caudal, con los que cuente en ese preciso momento. Por eso fluir, descubrirse a lo inesperado es, justamente, descubrirse a uno mismo y todas las posibilidades de ser lo que necesitemos ser.
aventurarse por los caminos menos transitados
En los Estados Unidos existe un poema que los niños aprenden de memoria en la escuela. Se titula "El camino no elegido" y su autor es Robert Frost. Los tres últimos versos nos advierten: «Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, / Yo tomé el menos transitado, / Y eso hizo toda la diferencia».
¡La diferencia! Eso es lo que nos ofrece la actitud vital de abrirnos a lo inesperado. La diferencia y lo distinto.
Ese camino no transitado del que habla el poeta no solo es físico, también es psicológico. Es caminar por otras actitudes que nos generan nuevas maneras de ser en el mundo y que, por tanto, nos enriquecen. Solo así podemos descubrir esas herramientas y recursos que ya tenemos para mejorar nuestra vida y de los que hablábamos antes.
Eres mucho más de lo que crees o imaginas
Somos mucho más de lo que creemos. En realidad, podemos asegurar que somos mucho más de lo que nos imaginamos. No es muy distinto a cuando éramos niños. No esperábamos. Nos adentrábamos, sin más y con todo, a ese camino no transitado. Eso nos hizo crecer más que en ninguna otra época de nuestra vida, ¿no?
Volvamos, entonces, a escoger los caminos no transitados. Creamos en nuestra intuición en lugar de en los comentarios y los likes.
Es curioso, o puede que no, pero el significado etimológico de intuición es mirar hacia dentro y proteger. Porque lo que sabemos desde ese lugar llamado intuición nos protege. A veces de nosotros mismos, de nuestras rutinas y de ser solo lo que ya sabemos que podemos ser.
Lo inesperado nos espera y en un mundo tan incierto, sin duda, ese es un buen camino que seguir.