Los hongos son pequeñas criaturas que viven en rincones oscuros y húmedos. Son algo más que simples manchas en nuestras plantas. Forman parte de un reino diverso que desempeña un papel crucial en la naturaleza. Pero ¿cómo podemos distinguirlos? ¿Cómo podemos saber si son útiles o perjudiciales para nuestras plantas? Y si son perjudiciales, ¿qué podemos hacer? ¿Qué opciones naturales e inocuas para combatirlos tenemos a nuestro alcance ?
hay hongos buenos y hongos malos
Identificar los hongos puede resultar un desafío, sobre todo porque a menudo se confunden con otros fenómenos que ocurren en los sustratos. Sin embargo, con un poco de conocimiento y una cuidadosa observación, podemos aprender a reconocerlos y comprender su papel en nuestro jardín o cultivo.
Los hongos pueden ser tanto amigos como enemigos de nuestras plantas. Algunos son beneficiosos y ayudan a que nuestras plantas crezcan, mientras que otros pueden causar graves daños. Por ello, es importante aprender a identificarlos correctamente para proteger nuestras plantas y asegurar su crecimiento saludable.
¿Por qué aparecen los hongos?
La aparición de hongos en las plantas puede deberse a diversas circunstancias. Las más comunes incluyen:
- Humedad excesiva: Puede deberse a un exceso de riego o a un drenaje inadecuado. Es importante controlar la humedad para evitar el crecimiento de hongos.
- Temperaturas altas: Pueden actuar como catalizador para el crecimiento de hongos y plagas.
- Ventilación inadecuada: Una ventilación insuficiente en el interior puede favorecer la aparición de hongos.
- Materia en descomposición: Las hojas secas y otros materiales en descomposición pueden promover el crecimiento de hongos si se dejan en el sustrato.
Entonces, si conociendo las causas no hemos conseguido prevenir su aparición e identificamos hongos en nuestras plantas que son perjudiciales, ¿qué podemos hacer?
Los 3 mejores fungicidas caseros
Los fungicidas comerciales pueden ser eficaces, pero a menudo contienen sustancias químicas que son peligrosas e inadecuadas para las plantas con frutos. Sin embargo, existen alternativas naturales que puedes preparar en casa con ingredientes simples.
Te damos tres recetas caseras sencillas para hacerte tu propio fungicida barato y sencillo:
1. Fungicida de bicarbonato de sodio
Ingredientes:
- 1 cucharada de bicarbonato
- 1 litro de agua
- 1 cucharadita de aceite vegetal (ayuda a mezclar el bicarbonato de sodio con el agua)
Elaboración y aplicación:
- Disuelve el bicarbonato de sodio en el agua.
- Añade el aceite vegetal
- Aplica la solución en aerosol a las plantas afectadas una vez por semana. No sólo ayuda a combatir los hongos existentes, sino que también previene futuras infecciones.
2. Fungicida de vinagre
El vinagre, especialmente el vinagre de manzana, es otro fungicida casero eficaz debido a su alta acidez. Funciona bien contra una gran variedad de problemas de hongos y puede ser especialmente útil en climas húmedos.
Ingredientes:
- 1 parte de vinagre de manzana
- 3 partes de agua
Elaboración y aplicación:
- Mezcla vinagre con agua. Es importante diluir bien el vinagre para no dañar las plantas.
- Pulveriza la solución sobre las plantas afectadas, teniendo cuidado de no empapar la tierra.
- Repite el tratamiento todas las semanas hasta que desaparezcan los signos de hongos.
3. Fungicida a base de ajo
El ajo, además de ser un ingrediente imprescindible en la cocina, también es un potente fungicida natural. Es particularmente eficaz contra hongos foliares y diversas bacterias patógenas.
Ingredientes:
- 10 dientes de ajo
- 1 litro de agua
- 1 cucharada de jabón líquido neutro (opcional)
Elaboración y aplicación:
- Agrega los dientes de ajo rallados al agua y déjalos marinar durante al menos 24 horas.
- Cuela la mezcla y añade al agua jabón líquido neutro para mejorar la adherencia del fungicida a las hojas de las plantas.
- Rocía generosamente el producto sobre las plantas afectadas por los hongos. Asegúrate de pulverizar tanto el enverso como el reverso de las hojas. Aplica preferentemente con poca luz solar para evitar quemaduras en las hojas.
Cosas a tener en cuenta
- Intenta aplicar siempre una pequeña cantidad de la solución a una parte de la planta antes de aplicarla por completo para asegurarte de que no cause daños.
- Aplica fungicidas a primera hora de la mañana o al final de la tarde para minimizar el riesgo de quemaduras solares en las hojas.
- Sé consistente en las aplicaciones, especialmente durante períodos de alta humedad, cuando los hongos se multiplican más rápidamente.