El mildiu es una enfermedad provocada por un hongo que ataca a la parte aérea de las tomateras en cualquier momento de su desarrollo.
Te contamos cómo identificar el mildiu y cómo prevenir y controlar esta plaga.
Mildiu del tomate: qué es y por qué aparece
El mildiu es una enfermedad que puede aparecer en las plantas de tomate cuando la humedad relativa es mayor al 90 % y las temperaturas se encuentran entre 10 y 25ºC.
El agente que la causa es el hongo Phytophtora infestans, que ataca la parte aérea de las tomateras en cualquier etapa de su desarrollo. Las lluvias y vientos, los riegos por aspersión y el rocío facilitan su propagación.
Cómo identificar el mildiu en el tomate
Al mirar el follaje de las tomateras, verás manchas irregulares de aspecto aceitoso que en poco tiempo se necrosan, se vuelven oscuras e invaden todo el folíolo.
Recuerda que la hoja de la tomatera es compuesta, formada por diferentes porciones. Cada una de estas se llama folíolo. Alrededor de la zona afectada, aparece un fieltro blancuzco.
En el tallo, van apareciendo manchas pardas que se agrandan y llegan a abrazarlo. En la mitad superior de los frutos verdes, observarás grandes manchas pardas con un contorno irregular.
Un ataque grave de mildiu recuerda a los efectos de una helada fuerte.
Cómo prevenir el mildiu en las tomateras
La prevención es una herramienta muy valiosa ante el mildiu. Cómo la alta humedad ambiental promueve la vida de éste hongo, haz un manejo adecuado de la ventilación. Si tienes las plantas en un invernadero, facilita la circulación de aire. Así también disminuirá la excesiva humedad en el interior.
En las tomateras tanto cultivadas en el interior como en el exterior, realiza podas de limpieza en la base. La alta densidad de hojas mantiene por mucho tiempo la humedad en las plantas. Esta simple labor cultural permite la circulación del aire. Si encuentras plantas y frutos enfermos, retíralos y no los lleves al compost. No manipules las plantas mientras permanezcan mojadas.
El clima lluvioso y húmedo del norte español facilita la dispersión de esta enfermedad. Incluso existe una forma coloquial de llamar al mildiu, “las nieblas”. En estas condiciones, cultivar variedades de tomate resistentes es la mejor prevención, como por ejemplo “Rosado de Aretxabaleta”, “Loidi” y “Plano de Erandio”, que además están acostumbradas a las lluvias.
Trasplantar evitando la densificación de las tomateras, dejando el espacio suficiente para una ventilación correcta es otra clave preventiva.
Caldo bordelés contra el mildiu del tomate
Al inicio de los períodos húmedos y antes que se manifieste el mildiu, haz fumigaciones con caldo bordelés. Este preparado compuesto por sulfato de cobre y cal, es un protector de contacto que forma una lámina superficial que impide al hongo penetrar en los tejidos vegetales, evitando su propagación.
Dependiendo de la escala de tu huerto, lo puedes aplicar con sulfatadora de presión o con pulverizadores si tienes un pequeño huerto urbano.
Cola de caballo, un gran fungicida natural
La cola de caballo (Equisetum arvense) tiene múltiples usos en la agricultura ecológica. Crece naturalmente en zonas húmedas y suelos arenosos. Contiene ácido salicílico, silicatos, flavonoides, ácido fenólico, alcaloides y esteroles.
Sus propiedades se deben al alto contenido en sílice, que al tener una parte soluble, puede ser absorbido. Su decocción puedes usarla como tratamiento preventivo y curativo de los ataques de hongos patógenos, entre ellos el mildiu.
Cómo hacer decocción de cola de caballo contra el mildiu
La proporción es de 10 g de cola de caballo por litro de agua sin cloro. Pon al hervir los tallos secos y troceados durante una hora y deja macerar 12 horas. Macerar consiste en dejar en remojo durante un período de tiempo. Si consigues los tallos de planta fresca, puedes utilizarla. En este caso la proporción es de 100 g de planta fresca por cada litro de agua. Lo más habitual es que la prepares con los tallos secos.
Cómo aplicar la cola de caballo en las tomateras
Cuando ya tienes la maceración lista y fría, cuélala. Verás que ahora el líquido se ha vuelto oscuro y con un fuerte aroma. El resto de tallos secos que quedan en el colador, puedes incorporarlo en el compost.
Para aplicar la decocción a las plantas de tomate con un pulverizador, debes diluirla en 3 partes de agua reposada o sin cloro por 1 parte de la decocción. El sobrante puedes guardarlo hasta dos meses en un sitio oscuro y fresco. De esta forma mantendrá sus propiedades antifúngicas intactas.
Pulveriza la cara y el envés de las hojas cuidadosamente, evitando las horas de sol fuerte
Cuándo aplicar la decocción de cola de caballo
A primera hora de la mañana o al atardecer son los momentos ideales. Recuerda que la hoja de la tomatera está compuesta por folíolos y además tiene unos pelillos, lo cual obliga a poner esmero en esta tarea. Aplica la dilución de la decocción también en los tallos.
La primavera es el momento indicado, hazlo cada 8 días. En verano, si hubiera una lluvia fuerte, haz una nueva aplicación, ya que la conjunción de humedad y alta temperatura es la preferida por el mildiu.
Otros beneficios de usar cola de caballo en el huerto
Las patatas, que también sufren los ataques de mildiu, agradecerán estas pulverizaciones en su follaje. Este preparado también es útil contra el oídio, la roya o el moteado. En consecuencia, aprovecha a rociarlo también en otoño sobre los árboles frutales y la viña.
El suelo también se beneficia si lo riegas con esta decocción, ya que se destruirán las esporas que van cayendo. Si no te animas a hacer este preparado, en los viveros se comercializa un fungicida ecológico concentrado de cola de caballo.