Puede ocurrir que riegues con la frecuencia adecuada, ni mucho ni poco y, sin embargo, las hojas empiecen a amarillear. Esta decoloración se denomina clorosis foliar y, si no se soluciona, puede terminar causando la muerte de la planta.

Puede haber varias causas para el amarilleamiento, como un ubicación inadecuada o falta de nutrientes en la tierra, pero un motivo que suele pasar desapercibido es la calidad del agua de riego, crucial para que las plantas prosperen.

Muchas plantas no soportan el agua dura del grifo

Muchas plantas de interior no toleran bien el agua del grifo rica en cal y otros minerales, el agua dura típica de las regiones mediterráneas.

En especial, las plantas que necesitan un suelo ácido para desarrollarse correctamente son muy sensibles al agua dura. Entre estas se encuentran:

En el jardín, los rododendros y los helechos también requieren agua blanda y un sustrato ácido para crecer en óptimas condiciones.

¿Por qué el agua del grifo puede dañar las plantas?

Cuando riegas regularmente tus plantas con agua dura, la cal se acumula en el sustrato de la maceta. Esto provoca que aumente el valor de pH del suelo, lo que reduce la capacidad de las plantas para absorber nutrientes esenciales, como el hierro, llevándolas al debilitamiento e incluso a la muerte.

El valor ideal de pH

  • Un pH de 6 es considerado óptimo para el agua de riego.
  • Sin embargo, el agua del grifo suele tener un pH más alto, aunque este valor varía dependiendo de la región.

Puedes consultar la dureza y el pH del agua del grifo en el sitio web de tu proveedor de agua local.

Además, el agua dura degrada el suelo. Provoca que pierda permeabilidad y que se compacte, lo que afecta a la capacidad de retención de humedad y nutrientes que tiene el propio suelo.

El agua de lluvia es la alternativa ideal

El agua de lluvia es naturalmente más blanda que el agua del grifo y resulta  una excelente opción para regar tus plantas, especialmente las de interior.

Cómo recolectar agua de lluvia

  • En el jardín: instala un canalón que desagüe en un barril recolector.
  • En el balcón: usa métodos compactos como una botella de 5 litros con el fondo cortado, enganchada a la barandilla del balcón. Coloca una manguera en el orificio de la botella para dirigir el agua hacia un cubo o barril.

Cómo ablandar el agua del grifo

Si no puedes usar agua de lluvia, hay formas de convertir el agua dura del grifo en un agua más apta para tus plantas.

1. Diluir con agua destilada

  • Mezcla dos partes de agua del grifo con una parte de agua destilada.
  • Esto reduce la dureza del agua y la hace más adecuada para el riego.

2. Usar vinagre

  • Añade un pequeño chorrito de vinagre al agua del grifo para aumentar su acidez y reducir el pH.

No uses demasiado vinagre, ya que un exceso de acidez puede dañar tus plantas y hacer que se marchiten rápidamente.

3. filtrar el agua

  • Puedes pasar el agua por un filtro de cal. Existen filtros que se pueden instalar debajo del grifo de la cocina.
  • También se puede recurrir a una jarra filtradora de filtro recambiable. 

Con estos métodos, puedes garantizar que tus plantas reciban agua de la calidad adecuada, promoviendo un crecimiento saludable y evitando problemas como el amarillamiento de las hojas.