Puede resultar muy frustrante pasarse toda la primavera cuidando de unas tomateras y que, cuando llegue el momento de cosechar, solo haya algunos frutos. ¿Encima ves que los tomates del vecino crecen más exuberantes, más rápido y tienen mayor rendimiento? Está claro que no es el clima... Puede que no esté utilizando un fertilizante ni echándoles avena o cáscara de pepino, sino que simplemente esté tomando algunas medidas adecuadas que tú también puedes aplicar.
1. La técnica de riego correcta para tus tomateras
Los tomates generalmente requieren mucha agua, especialmente en los días calurosos. Varias medidas pueden acelerar el crecimiento de los tomates:
- Es recomendable dejar reposar el agua un rato antes de utilizarla para regar.
- Utiliza, si puedes, agua de lluvia o filtrada si vives en una zona con agua dura.
- Por otro lado, los tomates toleran mejor el agua templada.
- La frecuencia también es importante a la hora de regar. Debes regar los tomates varias veces al día para que tengan más posibilidades de absorber el agua.
Ten en cuenta que, si la planta se encuentra actualmente en la fase de crecimiento y no recibe suficiente agua, esto puede provocar una parada temporal del crecimiento.
Eso sí, la cantidad de agua debe ser la adecuada. Si la riegas muy poco durante la fase de fructificación, puede que se le caiga el fruto. Sin embargo, si riegas demasiado a la vez, la fruta puede "explotar".
2. Una buena ubicación es fundamental
A los tomates les encanta la luz y realmente la necesitan en abundancia. Tenlo en cuenta a la hora de plantar tomates, y si ya lo has hecho y las plantas no quieren crecer tan bien como deberían, cambiar la ubicación puede ser útil.
Un nuevo lugar donde puedan recibir media hora más de luz solar al día puede marcar la diferencia para que las plantas den el estirón.
En este vídeo encontrarás más consejos sobre cómo plantar tus tomateras:
3. ¿Has quitado los brotes axilares de los tomates?
Durante el crecimiento, en los tomates aparecen los llamados brotes axilares o chupones. Al eliminarlos con regularidad, la planta de tomate tiene más energía para concentrarse en crecer y producir frutos en las ramas principales.
Si aclaras tu tomate con regularidad, puedes acelerar el crecimiento. Los chupones se encuentran entre el tallo principal y una rama secundaria. Una vez que estos brotes tengan la altura suficiente se cogen entre los dedos pulgar e índice y se eliminan por completo.
4. El suelo adecuado también cuenta
Si deseas acelerar el crecimiento de los tomates, debes utilizar la tierra adecuada desde el principio. Para los tomates, es importante utilizar tierra para macetas mientras aún están germinando y se encuentran en la etapa de planta joven.
Si plantas los tomates en suelo normal, obtendrán demasiados nutrientes. Al principio crecerán demasiado rápido en muy poco tiempo y el rendimiento después sería muy bajo, porque las raíces no han aprendido a buscar nutrientes, porque han crecido en abundancia.
5. cómo Fertilizar la tomatera de forma natural
Fertilizar las tomateras de forma adecuada también será importante si queremos aumentar la cosecha. Tienes maravillosas opciones naturales para hacerlo.
1. Los posos de café como fertilizante para los tomates
Los amantes del café tienen grandes cantidades de café molido en casa. Sería una pena tirarlo después de cada taza de café. No tiene por qué ser así, porque también puedes utilizarlo como fertilizante para tomates.
Sin embargo, no convienen los excesos: basta con espolvorear un poco de poso de café seco alrededor de la tomatera una vez al mes. Con riego regular, penetra en el suelo y llega a las raíces. Los posos de café son ricos en nitrógeno, potasio y fósforo y el aditivo afloja ligeramente la tierra.
2. ¿La levadura y el azúcar son adecuados?
Actualmente circula en Internet una tendencia que promete que los tomates crecerán milagrosamente si los riegas con una mezcla de levadura y azúcar.
La levadura y el azúcar son activadores del suelo, más que fertilizantes. Cuanto más material orgánico haya disponible, mejor podrán procesarlo los microorganismos del suelo. Esto proporcionará los nutrientes necesarios para el tomate.
Si hay un suministro suficiente de materia orgánica, no es necesario utilizar azúcar ni levadura como activador del suelo.