Kokedama es una técnica japonesa de cultivo en una maceta natural que busca reproducir escenas de la naturaleza para disfrutarlas dentro del hogar
Hasta hace unas centurias, en Japón trasladar las plantas silvestres desde su medio natural al interior de las viviendas tenía en general un triste fin. Roturas de raíces o deshidratación conducían a la muerte del vegetal. Afortunadamente, encontraron una solución: envolviendo la masa de raíces con una bola de musgo, no sólo se mantenía la humedad e integridad de la masa radicular, sino que además al llegar a destino, estas estaban en perfectas condiciones.
¿Qué es una Kokedama?
Una kokedama es el conjunto de una planta y su maceta natural. Las raíces son tratadas siguiendo una técnica japonesa tradicional que consiste en poner en torno a ellas un medio ideal para su mantenimiento y desarrollo.
El sustrato básico es el musgo, con el cual se va formando una estructura redondeada en forma de bola. De ahí el origen de esta denominación que está formada por dos palabras japonesas: Koke que significa “musgo” y Dama, “bola”.
Los musgos tienen y han tenido mucha importancia en la cultura japonesa, donde representan la “diversidad de la naturaleza”. Debido a su climatología se encuentran fácilmente en todas sus islas. Kokeniwa son los jardines japoneses tradicionales que están cubiertos de musgo.
Resurgimiento de las kokedamas
Los japoneses han observado la tendencia que tienen en el presente muchas personas de llevar una vida en el interior de sus casas o lugares de trabajo, restando tiempo al contacto con el medio natural.
La incorporación de kokedamas busca reproducir escenas de la naturaleza para poder contemplarlas en espacios cerrados, evitando que se pierda el vínculo hombre–naturaleza. Incluso son una nueva herramienta para acercar a los niños el mundo natural organizando talleres en las escuelas dónde entran en contacto con las plantas y aprenden sobre ellas armando sus propias kokedamas.
¿Dónde se ubican las kokedamas?
Elige una situación de temperatura y luz que sea lo más parecida al lugar de origen de la planta escogida.
Todas las plantas viven en el exterior, pero si es una planta tropical en un lugar con temperaturas bajas, lo padecerá e inclusive podría morir. En ese caso, el interior de la casa será ideal. Evita ubicarla en un lugar dónde reciba el sol directo o a través de los cristales de las ventanas. Tampoco cerca de los radiadores ya que el calor excesivo reseca el musgo que protege las raíces.
¿Cómo se riegan las kokedamas?
El riego de las kokedamas es diferente al de las plantas convencionales. Recurre a un recipiente mayor que la bola de musgo. Llénalo hasta la mitad y sumerge la bola por completo. Observarás un burbujeo que cesará cuando el sustrato se colme por completo de agua, lo mismo que ocurre con una esponja. Retira la bola del agua. Con una leve presión puedes ayudar a evacuar el exceso o también puedes dejar que escurra por si sola.
La regularidad de riego de las kokedamas se establece en función de la especie de la planta y de las condiciones de calor y humedad de la casa. Evita que el musgo se seque por completo para luego cargar el sustrato al 100% de su capacidad de absorción. Intenta mantener la humedad del musgo entre el 30% – 70 %. De esta forma evitarás el estrés hídrico. En invierno, en general deberás sumergirlas cada 6 – 8 días, en verano cada 3 – 4 días.
Las pulverizaciones con agua son un aliado del buen mantenimiento de las kokedamas, no sólo aumenta la humedad de la bola y de su entorno, sino que favorece la limpieza del follaje con efecto de rocío. Un abono líquido natural disuelto en el agua de riego, proveerá los nutrientes necesarios para el crecimiento saludable. El humus de lombriz líquido es una excelente opción.
Trasplante de las kokedamas
Con el paso del tiempo, al igual que las plantas en maceta, la kokedama necesitará un trasplante para seguir desarrollándose. Una señal es si notas un tamaño desproporcionado de la planta en relación a la bola de musgo. A menudo, el musgo puede deteriorarse y este es el otro motivo que exige trasplante. Cuando estés ante estas situaciones puedes optar por dos caminos:
- Renovar la cubierta de musgo: retira el musgo viejo que verás muy amarronado y con poca capacidad de absorción. Coloca una cubierta de musgo nuevo que se consigue en los viveros. Si no te animas a hacerlo tú mismo, algunos ofrecen el servicio de trasplante de kokedamas.
- Trasplantar a una maceta: consigue una maceta de mayor tamaño que la bola de musgo. Coloca una capa de arlita u otro material grueso a modo de drenaje en el fondo de la maceta. Incorpora una capa de sustrato rico en fibra de coco y compost. Coge la kokedama, afloja un poco el musgo y ponla en el centro de la maceta. Rellena con la mezcla de sustrato para plantas de interior hasta que la bola esté completamente tapada. Riega poco a poco. Cuando veas agua salir por el drenaje, detente.
Ahora ya no será más una kokedama, sino una planta en maceta convencional, pero de esta forma te garantizas que la planta seguirá creciendo saludable, lo cual es sin duda la prioridad.
¿Qué especies sirven para hacer kokedamas?
Las plantas que sirven para hacer kokedamas son las plantas de interior de hojas perennes. Si son de crecimiento lento, mejor. Inclusive puedes tener un mini huerto de aromáticas en tu cocina. Las suculentas también responden muy bien a esta forma de tratar las raíces.
Anturio, monstera, palmeras, ciprés limón, calathea, aglaonema, beaucarnea, pothus, ardisia, lirio de la paz, orquídeas, helechos y sansevieria son plantas que se desarrollan exitosamente como kokedamas.
Kokedamas, más que un ornamento
En Japón, las kokedamas se ubican en diferentes estancias de las casas y también están presentes en las celebraciones.
En la clásica ceremonia del té, armonizan la sala, volviendo el lugar más agradable y natural. En algunos casos alcanzan el rango de “plantas de acompañamiento personal”, siendo casi una mascota y no un elemento decorativo.