Aunque por su tamaño y aspecto puede confundirse con un bonsái, el ficus ginseng no es uno de estos bonitos arbolitos tan apreciados en la cultura japonesa (y actualmente en todo el mundo). Es en realidad una mezcla de dos ficus que da como resultado esta preciosa planta, que puede llegar a alcanzar el metro y medio de alto.
Si quieres que se mantenga bonito y crezca sano, debes prestar especial atención al riego (para no pasarte), la luz y a la humedad del ambiente.
¿Qué es el ficus ginseng o laurel de la India?
El ficus ginseng, como comentábamos, son en realidad dos plantas, una injertada en la otra. A la raíz del Ficus retusa se le injerta una rama de Ficus microcarpa. En caso de que la rama injertada muera, es frecuente que del tronco broten ramitas con hojas diferentes. Son las hojas del Ficus Retusa, el tronco raíz.
La mezcla de estos dos ficus da como resultado una bonita planta de carácter perenne con raíces aéreas entrelazadas con forma de bulbo, hojas de color verde intenso y apariencia de bonsái.
Ambas plantas son originarias de zonas del sudeste asiático como la India, de ahí el otro nombre por el que se lo conoce: laurel de la India. El nombre de ficus ginseng hace alusión a la raíz de la planta, que posee una curiosa forma, y es que eso es lo que significa "ginseng": raíz.
A pesar de que no es un bonsái en el sentido estricto, son muchas las personas que usan las técnicas de cuidado de estos arbolitos con el ficus ginseng. Y más los que se introducen en el mundo de los bonsáis, ya que es un árbol más fácil de cuidar.
Temperatura y luz del ficus ginseng
Para que crezca sano y fuerte, el ficus ginseng o laurel de la India necesita mucha luz. Conviene que lo sitúes en una zona de tu terraza o balcón donde le dé la luz solar, pero de forma indirecta. Si lo tienes en el interior, asegúrate de que está en un lugar muy bien iluminado.
Por lo que respecta a la temperatura ideal para el ficus ginseng, cabe decir que prefiere el ambiente cálido, de entre 14 °C y 18 °C, y hay que evitar las zonas con mucha corriente de aire. Las heladas o las temperaturas inferiores a 10°C pueden causar estrés y daños a la planta.
Al provenir de zonas tropicales, con un clima húmedo, lo ideal es que el nivel de humedad sea del 50% o más. Rocía las hojas a diario con un spray (procurando no mojar las raíces aéreas) para aumentar la humedad, esto también contribuirá a eliminar el polvo y mejorar la fotosíntesis.
¿Qué riego necesita el ficus ginseng?
El agua es importante para esta planta y conviene que la riegues cuando notes la tierra seca al tacto. La frecuencia puede variar en función de la temperatura, pero por lo general se considera que suele ser necesario unas dos veces por semana en verano y una vez por semana en invierno.
Hay que regar el ficus ginseng abundantemente, hasta que empiece a salir el agua por la base de la maceta, y dejar que se escurra. El exceso de riego es muy peligroso y es, tal vez, el mayor riesgo para esta planta porque puede pudrir sus singulares raíces, así que debes evitar a toda costa el encharcamiento.
Otros cuidados del ficus ginseng
Por lo que respecta a la tierra, puedes utilizar un sustrato universal mezclado con un poco de perlita y abonarlo con cierta frecuencia (aproximadamente una vez al mes) en la temporada de crecimiento, de primavera a otoño.
Para mantener la forma del ficus ginseng y favorecer un crecimiento saludable, hay que podarlo con frecuencia (aunque idealmente no en invierno) y eliminar las ramas muertas.
Cuando veas que la maceta se ha quedado demasiado pequeña, puedes trasplantarlo a una de un tamaño algo mayor, con cuidado de no estropear las raíces y dejando estas queden por encima del sustrato.
El ficus ginseng o laurel de la India se utiliza a menudo para crear kokedamas,