Si alguna vez has buscado sustratos especiales para tus plantas, seguramente habrás dado con la fibra de coco. Esta fibra para el cultivo en huerto o jardín se extrae del coco y tiene muchas ventajas.
Te contamos qué es exactamente, qué ventajas tiene utilizarla, cuándo es adecuado y cómo hacer tu propia mezcla de sustrto con fibra de coco en casa.
Qué es la fibra de coco para plantas
El cocotero (Cocos nucifera) es la palmera más cultivada a escala mundial. Su fruto, el coco tiene una gruesa cáscara exterior conformada por tres capas bien diferenciadas:
- El exocarpio es la cáscara externa con textura de madera y con los 3 “ojos” característicos que asustaban a los navegantes portugueses porque en este fruto veían reflejada la cara del “Coco”, personaje sombrío de sus infancias. Este parecido derivó en el nombre popular y genérico de la especie.
- La capa intermedia fibrosa, el mesocarpio,
- La capa interior, el endocarpio, que es dura, vellosa y marrón y está en contacto con la pulpa del coco.
La fibra de coco que se emplea en jardinería y horticultura es la que se obtiene de la capa intermedia más fibrosa o mesocarpio.
Las fibras más largas fueron utilizadas durante años en la producción de pinceles, cuerdas, filtros de cañerías, rellenos de colchones y de asientos de automóviles. Pero las más cortas, de 2 mm o menos, que se desprendían en el proceso de extracción de las largas, eran desechadas.
A finales de los años 40 del siglo XX, la horticultura holandesa le encontró un uso sustitutivo en la mezcla de sustratos para el cultivo de plantas en macetas y en la hidroponía. Tenía la ventaja de ser un medio de cultivo de alta calidad y respetuoso con el medio ambiente.
Tipos de fibra de coco: chip fibra y polvo
De la misma capa de la cáscara, el mesocarpio, se obtienen tres productos hortícolas: el chip, la fibra y el polvo de coco.
La diferencia entre ellos viene dada por el tamaño. El chip es el más grande, la fibra la intermedia y el polvo o coco fino es el más pequeño.
Esta distinción les otorga diferencias en su reacción al agua al momento de regar las plantas.
- El polvo de coco retiene bien el agua.
- El chip y la fibra favorecen la buena aireación y el drenaje, o sea facilitan que el agua se escurra del sustrato y el aire circule en torno a las raíces, favoreciendo la sanidad de la planta.
En las mezclas comerciales las encontrarás mezcladas en la proporción óptima para el mejor resultado de cultivo.
Buena alternativa a la turba
El sustrato de coco tiene un pH de alrededor de 6. Es la opción natural para reemplazar a la turba, ya que ésta es en un sustrato agotable en la naturaleza.
Las turbas son naturalmente ácidas, por lo tanto, su pH es más bajo. También suelen traer, si no están bien procesadas, restos de hojas y ramas. Esto en cambio no sucede en la fibra de coco, que es un material totalmente puro.
Ventajas de utilizar fibra de coco para las plantas
La sigla CIC la verás siempre en las bolsas de sustratos y te indica la facilidad que tiene un sustrato de liberar nutrientes y que estos puedan ser absorbidos por las raíces de las plantas. En esto la fibra de coco da muy buen resultado y esa es la primera, pero no única, ventaja de emplear fibra de coco en el huerto o el jardín:
1. Un sustrato muy rico en nutrientes
Un buen sustrato es como un depósito de nutrientes para la planta. Muchos nutrientes, como el magnesio y el calcio, llegan a las raíces desde las reservas del sustrato. En cambio, otros como el potasio deben ser añadidos regularmente en forma de fertilizantes o abonos a medida que las plantas lo van necesitando.
El coco fino tiene la ventaja de retener los nutrientes y liberarlos cuando las plantas los demandan. La relativa capacidad que tenga un sustrato para almacenar determinados nutrientes, llamados cationes, es conocida como la Capacidad de intercambio catiónico o CIC de un sustrato. La fibra de coco tiene una alta CIC.
2. Buen desarrollo de las plantas
El cultivo en fibra de coco promueve el desarrollo de las raíces, tallos y flores. En gran parte, esto se debe a que su estructura particular favorece la aireación de una rizósfera saludable, esencial para la adecuada absorción de agua y nutrientes.
Si cultivas en jardineras tomates o pimientos y hay un exceso de nutrientes, por exceso de fertilización, las plantas pueden tender a producir muchas hojas, en detrimento de la producción de flores y frutos que es el fin esperado. En el equilibrio, en general aportado por un compost maduro, está el éxito.
Otra ventaja de este sustrato de coco es que, al secarse, su compactación es mínima, debido a la particularidad de la fibra.
3. Previene la aparición de hongos
Por otro lado, la fibra de coco tiene un alto contenido de lignina, lo cual favorece la presencia de microorganismos beneficiosos en la zona radicular y evita en consecuencia el desarrollo de patógenos del suelo.
En resumen, la fibra de coco tiene la capacidad natural para evitar las enfermedades más frecuentes provocadas por hongos del suelo como Phytophthora.
Cómo hacer tu propia mezcla con fibra de coco
Con la información que ahora tienes puedes preparar un sustrato tú mismo mezclando un 60% de sustrato de coco rehidratado, 30% de compost maduro o humus de lombriz y un 10% de perlita. Si lo precisas para siembras, puedes aumentar un poco el porcentaje de perlita que beneficia la germinación.
Si optas por los comerciales embolsados, elige los que ya vienen con las proporciones ideales para el cultivo de verduras en macetas. Opta siempre por los certificados de producción ecológica. En las jardineras y en las macetas recuerda no incorporar tierra, porque al ser rica en arcillas, se compacta, endurece y pierde porosidad.
En los viveros también puedes encontrar sustrato en forma de “bloques de fibras de coco”. Estos deben hidratarse y luego de haber absorbido la humedad necesaria, alcanzan un volumen total de 10 l. También en forma de coco prensado encontrarás pequeñas piezas redondas como grandes monedas, de 30 mm, diseñadas para favorecer la germinación. Colocas la semilla en el centro y riegas.