La clivia (Clivia miniata) proviene originalmente de la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal. Se cultiva como planta desde 1854 y se ha extendido rápidamente desde Inglaterra.

Hoy en día se considera una de las plantas de interior con flores más populares en todo el mundo. Botánicamente pertenece a la familia Amaryllis (Amaryllidaceae). Como la mayoría de ellas, la hoja es venenosa en todas sus partes. Por lo tanto, utiliza siempre guantes al realizar cualquier cuidado.

¿Por qué tener una clivia en tu casa?

Además de su belleza, la clivia también tiene una serie de beneficios que la hacen muy interesante para cualquier hogar. Estas son solo algunas de las ventajas:

  • Purifica el aire: Al igual que muchas plantas de interior purificadoras, la clivia ayuda a eliminar toxinas del aire, lo que la convierte en una adición saludable a tu hogar.
  • Es fácil de cuidar: La clivia es una planta tolerante que puede soportar una gran variedad de condiciones. Es una gran elección para los jardineros principiantes.
  • Tiene una vida larga: Con el cuidado adecuado, una planta de clivia puede vivir durante muchos años. 
  • Se propaga fácilmente: Si tienes una planta de clivia madura, puedes propagarla fácilmente para crear nuevas plantas para ti o para regalar.

flores y hojas hermosas que la hacen muy decorativa

La clivia, de 60 a 70 centímetros de altura, tiene hojas largas y anchas, de color verde oscuro, ásperas y carnosas. Crecen en forma arqueada y colgante y le dan a la planta de interior un aspecto atractivo incluso fuera del período de floración. Para que la planta esté bonita y saludable, pasa una toallita húmeda para limpiar las hojas una vez a la semana.

Limpiar Clivia
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Pero sin duda son las flores lo que primero llama la atención de esta bonita planta. La clivia florece temprano y abre sus flores de color naranja a rojo de febrero a mayo.

Las flores están dispuestas sobre un tallo largo y en umbelas formadas por hasta 20 flores en forma de embudo. Los racimos de frutos consisten en cápsulas redondas que se vuelven rojas a medida que maduran.

Clivia
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No es fácil encontrar muchas variedades de clivia, pero la búsqueda en centros de jardinería vale la pena. Se recomiendan, por ejemplo, la Clivia miniata ‘Striata’, que tiene un hermoso follaje abigarrado de color verde amarillento, o la ‘Aurea’, de flores amarillas.

El mejor lugar para una clivia

A las clivias no les gusta el sol directo, pero necesitan mucha luz. En verano también sienten a gusto en terrazas o balcones donde no da mucho el sol.

Clivia
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Esta planta reacciona un poco mal a los cambios de ubicación durante la floración. En la práctica, es útil marcar la maceta con un punto para poder colocarla siempre en la misma posición. De lo contrario, las flores podrían caerse.

Qué tierra necesita y cómo regarla

La planta requiere un sustrato que sea lo más rico en nutrientes, suelto y permeable posible. Se recomienda un valor de pH de aproximadamente 6.

Mantén el cepellón uniformemente húmedo. Si la clivia se riega demasiado o muy poco, sus hojas se arrugarán y perderán su color verde intenso.

Que pase puntualmente un poco de sed no es tan malo como el encharcamiento. Riega con moderación en invierno para que el cepellón esté casi seco. Después del descanso invernal, la planta se riega gradualmente de nuevo con normalidad.

Puedes añadir fertilizante orgánico líquido al agua de riego cada dos semanas. 

Trasplante de la clivia

El trasplante solo es necesario cuando las raíces cubran toda la superficie del cepellón. Esto sucede aproximadamente cada tres o cuatro años.

Al trasplantar, ten cuidado de no dañar las raíces carnosas, pues son muy sensibles. La nueva maceta debe tener un diámetro aproximadamente dos centímetros mayor que la anterior.

Para evitar que la planta, que crece rápidamente a lo ancho, se caiga, es mejor utilizar macetas pesadas de gran diámetro.

¿ES necesario podar la clivia?

Las únicas medidas de poda necesarias para la clivia son cortar los racimos de frutos después de la floración y, un poco más tarde, eliminar los tallos muertos.

Propagación de clivia

Después de la floración, la clivia forma plantas hijas, llamadas vástagos. Para trasplantarlos, se separan cuidadosamente de la planta madre y se colocan individualmente en macetas.

Después de unas semanas en un lugar luminoso, los brotes forman raíces. Como sustrato de cultivo es adecuada una tierra para macetas mezclada con compost orgánico y arena gruesa.

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