El tantra es una técnica que nos permite centrarnos corporalmente. Siempre que notemos que estamos atrapados en mucha actividad mental y desconectados del aquí y ahora, podemos usarlo como recurso para traer nuestra atención a los sentidos y a lo que experimentamos a través de ellos. Nuestra experiencia sensorial siempre se sitúa en el momento presente.
La experiencia de los sentidos es, junto con la respiración, uno de nuestros anclajes al momento presente.
Normalmente, mientras centramos nuestra atención en los sentidos, nuestra mente sigue queriendo estar presente de alguna manera. A menudo su manera de intervenir es analizando nuestra experiencia, juzgándola o etiquetándola. Todo ello son funcionamientos comunes de la mente y el papel de la meditación es ir más allá de ellos, atravesar esa capa mental y conectar con lo que somos más allá de ella.
Podemos hacer una meditación guiada (como la del loto que ofrecemos en este espacio) haciéndonos conscientes de esas dinámicas mentales y dejándolas ir sin engancharnos a ellas, mientras centramos nuestra completa atención en lo que estamos experimentando.
Conectar a través de la presencia
Cuando atravesamos la capa mental, con ayuda de la meditación tántrica, es cuando conectamos con la cualidad de presencia que es necesaria para una conexión auténtica y profunda con nosotros mismos y con la experiencia del momento presente. Es desde ese lugar desde donde una conexión profunda y auténtica tiene la oportunidad de establecerse también con otra persona que comparte ese estado de presencia.
En esta conexión, ya no somos nosotros a nivel de nuestro ego o personalidad quienes están conectando, sino nuestro Ser, que es esencialmente el mismo que en la otra persona. Es desde este punto desde el que nos experimentamos como unidad y desde donde la conexión entre dos personas puede convertirse en una experiencia espiritual extraordinaria.
Cómo hacer esta meditación tántrica del loto
Puedes hacer esta meditación en pareja o sola/solo si lo prefieres.
- Si estás en pareja siéntate cómodamente enfrente de la otra persona. Sino, puedes sentarte delante de un espejo.
- Cierra tus ojos y comienza a hacerte consciente de tu cuerpo en el momento presente.
- Ahora puedes visualizar una flor de loto con cinco pétalos en tu pecho. Cada uno de ellos es una dimensión de tu corazón y cada uno de ellos se corresponde con uno de tus sentidos.
- Abre tus ojos y mira a los ojos de esa otra persona o a tus ojos en el espejo. Descansa tu mirada en ellos y ábreles tu corazón. Sin analizar lo que ves o ponerle nombre. Cierra tus ojos e imagina como uno de los pétalos de la flor de loto en tu pecho se abre.
- Ahora puedes centrar tu atención en los sonidos. Escucha los sonidos alrededor de ti sin analizarlos o definirlos, descansando tu atención en la experiencia sonora. Imagina cómo otro de los pétalos de tu flor de loto se abre.
- Centra tu atención en el sentido del olfato. Hazte consciente del olor del lugar en el que estáis o estás. Puedes oler tu piel, y puedes también oler a tu pareja. Céntrate en la experiencia del olor por sí mismo, sin etiquetas. Poco a poco visualiza como el tercer pétalo de tu flor de loto se abre.
- Puedes ahora centrar tu atención en el sentido del gusto. Puedes mover la lengua en tu boca para hacerte consciente del sabor presente en ella, puedes probar el sabor de tu piel, y también puedes probar el sabor de la piel de tu pareja. Centra toda tu atención en la experiencia del gusto, sin analizarla.
Visualiza otro de los pétalos de tu flor de loto abriéndose.
- Centra tu atención en el tacto. Date cuenta de la temperatura y de la textura de la ropa sobre tu piel. Puedes acariciarte y puedes también tocar a tu pareja, haciéndote muy consciente de las sensaciones táctiles. Visualiza como el último de los pétalos de la flor de loto en tu pecho se abre.
- Siente el efecto en tu cuerpo de tener tu corazón abierto en todas sus dimensiones.
- Si estás en pareja, puedes sentarte en su regazo de tal manera que vuestros pechos se toquen y vuestros corazones estén en contacto. Simplemente descansad aquí todo el tiempo que queráis.