Las personas que incluyen lácteos en su dieta, como las ovolactovegetarianas, a menudo se enfrentan al dilema de si es mejor optar por las versiones desnatadas de los mismos. En este artículo despejamos las dudas que surgen entorno a estos procuctos.
¿Qué son los productos desnatados y cómo se obtienen?
Como bien indica el término, se denomina desnatado a aquel producto lácteo –ya sea leche, leche fermentada o queso– al que se ha eliminado su nata, es decir, su grasa.
La leche de vaca, que es la de mayor consumo y de la que se obtienen la mayoría de derivados lácteos, tiene alrededor de un 3% de grasa, con una cantidad notable de grasa saturada y colesterol.
Por lo tanto, desde el punto de vista nutricional no es lo mismo tomar un lácteo desnatado que uno entero.
¿Qué ventajas tienen los productos desnatados?
De entrada, al no tener grasa, el desnatado es un lácteo más ligero, con menos calorías.
Cada gramo de grasa aporta unas 9 calorías. De ahí que la leche entera aporte unas 60 cal / 100 cc. y una desnatada, unas 37 calorías.
Los desnatados, pues, suelen ser los lácteos recomendables para las personas con sobrepeso, las que controlan la energía de su dieta o simplemente las que quieren cuidarse.
Otro punto que cabe destacar es la digestibilidad de los lácteos desnatados. Obviamente resultan más digestivos que los enteros al no contener grasa. Se puede decir, pues, que los desnatados tienen como ventaja que son más ligeros, no aportan grasa y resultan más digestibles.
Como desventajas, su posible inferior contenido vitamínico y su sabor un tanto atenuado, aunque para algunas personas resulta más agradable precisamente por la menor intensidad.
¿Qué deficiencias puede tener un lácteo desnatado?
Ahora bien, hay que señalar que el lácteo desnatado en general resulta menos vitamínico que el entero, pues la grasa conlleva vitaminas liposolubles como la A o la D, que son vitaminas valiosas y con importantes funciones en el organismo.
Por ello, si se opta por lácteos desnatados es preferible que se trate de los fortificados con vitaminas liposolubles.
¿Pierde el calcio un lácteo cuando es desnatado?
Un elemento presente tanto en lácteos desnatados como en enteros es el calcio.
Al contrario de lo que se suele creer, los lácteos enteros y los desnatados contienen la misma dosis de calcio: 100 cc de leche entera aportan unos 120 mg de calcio, exactamente lo mismo que 100 cc de leche desnatada.
¿Quién debería tomar productos desnatados?
Los lácteos desnatados están indicados para personas:
- Que deben controlar su peso.
- Con problemas cardiovasculares.
- Con colesterol elevado.
- Con problemas digestivos.
Los productos desnatados resultan también adecuados para toda persona que quiera cuidarse teniendo en cuenta que las enfermedades cardiovasculares y la obesidad son dos problemas de primer orden en nuestra sociedad.
Los desnatados constituyen también una buena opción para las personas mayores porque resultan digestivos y porque cuidan la salud del sistema cardiovascular.
¿Son malos los desnatados para los niños y niñas?
Ante la inevitable pregunta de que si los desnatados son recomendables en una dieta infantil se puede decir que son adecuados si esos niños tienen ya algún problema de sobrepeso o si siguen una dieta un tanto desequilibrada y rica en grasas, hecho por desgracia bastante frecuente hoy en día.
En cambio, en caso de llevar una dieta variada y con fuentes de grasa saludables en proporciones adecuadas a su edad no hay necesidad de elegir preferentemente productos desnatados para los niños.
Como hemos mencionado, que estos productos sean desnatados no va a dificultar la necesaria absorción de calcio, pero para garantizar el aporte nutricional que esperamos de los productos lácteos deberemos fijarnos en si están enriquecidos con otros nutrientes, ya que conviene en cualquier caso que los lácteos desnatados estén suplementados con las vitaminas liposolubles propias de los lácteos (la vitamina A o la vitamina D).