Aumentando un poco la cantidad de agua que se bebe al día se reduce la cantidad de calorías que se ingieren con los alimentos y se disminuye la ingesta de componentes de la dieta como los azúcares, el sodio, las grasas saturadas y el colesterol, que en exceso comportan problemas para la salud.
El sobrepeso, la hipertensión o la colesterolemia son algunos de los trastornos que pueden ser tratados con un incremento de la ingesta de agua, según Ruopeng An, profesor de salud comunitaria en la Universidad de Illinois (Estados Unidos).
Los beneficios de beber de 1 a 3 vasos más de agua
Para realizar esta afirmación, Ruopeng An se apoya en los resultados de un estudio publicado en Journal of Human Nutrition and Dietetics que analizó los hábitos de más de 18.000 estadounidenses. El análisis se basó en varias encuestas llevadas a cabo entre 2005 y 2012 por el National Center for Health Statistics y observó que la mayoría de los participantes mejoraron su alimentación con solo aumentar en un 1% su consumo de agua.
No importa si el agua que se bebe es del grifo, de una fuente o mineral embotellada. En todos los casos hay beneficio. Cuando se aumenta el consumo de agua entre 1 y 3 vasos más al día, las reducciones en la ingesta de calorías, colesterol, sodio y azúcar son considerables.
Por un lado, los participantes en el estudio redujeron ligeramente su consumo de bebidas azucaradas y alimentos que desequilibran la dieta, concretamente alimentos que aportan pocos nutrientes y muchas calorías, como postres, bollería y mezclas de aperitivo que dan variedad pero que son totalmente prescindibles en una alimentación saludable.
Menos calorías, azúcar, colesterol y sodio
Beber más agua hizo que los participantes moderaran su consumo de calorías: en total consumíanentre 68 y 205 calorías menos al día. Esto se reflejó en otros parámetros:
- Para empezar, redujeron su ingesta de colesterol entre 7 y 21 mg diarios.
- También se vio cómo disminuía su ingesta de sodio entre 78 y 235 mg.
- En cuanto a la reducción del consumo de azúcar, se situó entre los 5 y 18 gramos de azúcar menos al día.