El perejil es uno de los condimentos imprescindibles de nuestra cocina. Se trata seguramente de la hierba aromática que más se utilizaba antiguamente. Quedó un poco relegada a mediados del siglo XX con la llegada de la nouvelle cousine francesa, que puso de moda una mayor variedad de propuestas. Hasta que el popular Carlos Arguiñano le devolvió todo su merecida fama.

Hoy no puede faltarnos en la cocina. Hay que tener una buena cantidad disponible. Se han perdido un poco las costumbre de que en la pescadería se te entregara perejil fresco como detalle junto con la compra. La venta de perejil fresco en bandejitas o la mucho más extendida venta de botecitos de perejil seco son la norma actualmente.

Sin embargo, vamos a darte unas ideas para que tengas perejil fresco a mano y que te dure muchos más días. Especialmente ahora que el calor hace más difícil su conservación.

¿Es mucho mejor el perejil fresco que el seco?

De entrada, vamos a aclarar por qué vale la pena tener perejil fresco y no limitarnos al perejil desecado en polvo. Los cocineros ponen sobre la mesa cuatro principales argumentos a favor y en contra:

  • El sabor. El perejil fresco tiene un aroma y sabor mucho más intensos. El seco siempre te va a quedar más apagado. Vas a necesitar ponerle más cantidad y confiar en que se hidrate con la cocción para ganar gusto.
  • Da el toque final. Si Arguiñano lleva toda la vida recomendándolo por algo será. El toque de perejil es bonito y elegante. Además te puede servir en muchos más platos, por ejemplo en ensaladas, donde nunca pondrías perejil seco.
  • Propiedades. En la preparación el perejil fresco se pone en menos cantidad y hacia el final, para que no pierda propiedades. El perejil tiene muchas vitaminas y parte de ellas se van con el deshidratado.
  • Duración. Este es el único punto en el que gana el perejil seco. Dura mucho más, varios meses, frente al perejil fresco. Aunque con el truco que te vamos a dar, esto se puede equilibrar algo.

Los beneficios del perejil en la salud

Para acabar de convencerte de que tengas siempre perejil fresco en la cocina, vamos a recordar algunos de los beneficios que tiene para la salud incluirlo en nuestra dieta. Desde hace siglos, los curanderos y luego médicos sabían de las propiedades del perejil. Los estudios científicos actuales no han hecho sino corroborarlos.

  • Digestivo. Es una de las principales plantas digestivas. Lo hace suavizando los dolores por los retortijones en el estómago y en todo el tracto digestivo.
  • Mejora la circulación. El perejil tiene potasio que ayuda a que la sangre circule mejor. También tiene nutrientes que equilibran la presión arterial. Por eso se le considera cardioprotector.
  • Protege la piel. Tiene mucha vitamina A, que es una de las vitaminas que mejor le van a nuestra piel y las mucosas (la piel interna). Le ayuda a que se defienda mejor de las infecciones provocadas por microorganismos externos.
  • Depura. Acompañado de abundante agua, el perejil puede realizar una tarea de limpieza. Ayuda a evitar la retención de líquidos, el buen funcionamiento de los riñones y, en general, la eliminación de toxinas del organismo.
  • Fortalece las defensas. Además de la vitamina A, el perejil tiene vitamina C y K, que protegen el organismo ayudando a una mejor respuesta del sistema inmune.

Cómo conservar el perejil fresco

Antiguamente, las abuelas cogían las ramitas de perejil en el mercado y las ponían en un botecito de agua, como si fuera un ramo de flores. Así podían tenerlas frescas un par más de días. En verano no es tan recomendable. Además de que se estropea antes, los botes con agua son ideales para que los mosquitos pongan sus huevos y puedes llenar la casa de estos molestos insectos.

  • Una solución sencilla y fácil es dejarlo en la nevera dentro de una bolsa de plástico cerrada. Así te puede durar de 4 a 5 días. Lo mejor es que sea una bolsa de las que usamos para congelar, con cierre tipo zip.
  • Otra idea es cortarle las ramas, dejar las hojas trituradas y conservarlo en el congelador. Puedes sacar la cantidad que necesites cada vez. No es tan bonito de presentación pero te conserva mucho mejor los nutrientes y el aroma que el perejil seco.
  • Si no lo quieres congelar, ponlo en un bote de cristal bien cerrado y consérvalo en la nevera. Puede durarte algunos días más. Hasta una semana o incluso más.

El mejor truco para conservarlo fresco

De todas formas, hay un truco que te puede ser especialmente útil si lo que quieres es poder tener el perejil fresco e intacto y que te sirva de decoración. Estos son los pasos:

  • Coge varias hojas de papel de cocina absorbente y mójalas en agua. No demasiado, porque las has de arrugar para sacar toda el agua sobrante y poder abrir el papel de nuevo. Se trata de humedecer muy bien.
  • Envuelve el perejil en esas hojas completamente humedecidas, pero con el perejil sin lavar. El hatillo ha de estar seco y que coja la humedad del papel. No chafes el papel tampoco. Deja que respire.
  • Una vez envuelto, el paquete se debe introducir en una bolsa de de plástico de cierre hermético. Y a la nevera, en la zona menos fría, lo ideal es en el cajón de las verduras, si no se chafa.

Con este sistema tendremos el perejil en humedad constante, evitando que se reseque. No puede durar así de 10 a 14 días. Cuando necesitemos usarlo solo hay que retirar las ramitas que precisemos y cerrar con cuidado de nuevo.