Si eres vegano y no terminas de hacerte al sabor del kéfir de agua o bien simplemente quieres probar a hacer otra variedad de kéfir sin recurrir a la leche de origen animal, puedes elaborar kéfir con leche vegetal. Solo tienes que adaptar el kéfir de leche siguiendo estos sencillos consejos:
Cómo hacer kéfir vegano
Aunque, por sus orígenes, esta bebida probiótica se suele preparar con leche de vaca o cabra, también podemos utilizar bebidas vegetales y disfrutar de su versión vegana. Hay que decir, por si tienes dudas, que los nódulos no son un producto animal, sino una comunidad de bacterias y levaduras unidas por un polisacárido que se alimentan de azúcares.
El procedimiento para prepararlo es exactamente el mismo que el del kéfir de leche convencional y se utilizan los mismos nódulos de kéfir, pero el resultado será algo diferente y dependerá mucho de la leche vegetal que escojamos.
Te propongo probar con tres leches vegetales diferentes, que son las que dan mejor resultado. El resto de las leches vegetales suelen quedar demasiado líquidas.
Kéfir con leche de soja
Por la cantidad de almidón y de proteínas que contienen las habas, la leche de soja es una de las que mejor resultado da. Permite obtener un kéfir muy cremoso, sobre todo si se trata de una leche de soja casera bien espesa.
La acción de algunos de los bacilos del kéfir predigiere algunas proteínas de la soja y las hace más asimilables por parte del organismo. Sin embargo, debido a que la leche de soja no contiene azúcares simples como la lactosa –de la que se alimenta el kéfir– los nódulos pueden multiplicarse muy lentamente y debilitarse. Para restituir su fuerza, conviene dejarlos descansar de vez en cuando en leche de vaca, o si se prefiere, con melaza de cebada malteada.
- Para preparar el kéfir de soja se emplea una cucharada colmada de nódulos por cada medio litro de leche de soja natural (sin sabores añadidos y sin endulzar).
- Se deja reposar en un tarro de cristal cubierto con un paño limpio pero sin tapar herméticamente. Se guarda protegido de la luz, a unos 20 grados, de 10 a 12 horas.
- Se cuela con mucho cuidado y con un colador no metálico para no dañar los nódulos y se deja en un sitio fresco.
- Si los nódulos se han usado durante cierto tiempo para fermentar leche de soja, es preferible no hacer con ellos kéfir de leche de vaca.
Kéfir con otras leches vegetales
- Kéfir con leche de almendras. La leche de almendra también podría servir, pero en este caso debería incluir algún tipo de azúcar. Muchas bebidas de almendras comerciales ya suelen incluir algún almidón; si no es así, o si la hacemos nosotros en casa, habrá que incorporarle unas cucharaditas de azúcar integral para que se pueda realizar la fermentación.
- Kéfir con leche de coco. Esto mismo se aplica a la leche de coco, que da un kéfir delicioso.
Para preparar kéfir con estas leches puedes seguir los mismos pasos que con el kéfir de leche de soja.
Propiedades del kéfir
El kéfir, que significa "bendición" en turco, es una bebida fermentada de agradable sabor que se consume en la zona del Cáucaso desde hace miles de años. Tradicionalmente se ha considerado un elixir que favorece la longevidad.
Los valores nutricionales varían en función del tipo de líquido que se ha utilizado para elaborarlo. En general, aporta calcio y vitaminas del grupo B.
Pero el kéfir es valioso sobre todo por los probióticos que aporta. Los gránulos de kéfir contienen unos 400 millones de microorganismos por gramo, de los que más o menos la mitad son bacterias de tipo Lactobacillus que protegen al organismo frente a las bacterias dañinas.
Al favorecer la salud de la microbiota intestinal es un aliado del sistema digestivo y de la inmunidad.
Una propiedad única del kéfir es que contiene un polisacárido insoluble llamado kefiran, un potente antimicrobiano natural.