Aunque en España muchas personas prefieren el café al té, lo cierto es que el té es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial. De hecho, se estima que a diario se beben unos tres mil millones de tazas de té en todo el mundo, lo que situa esta bebida como la segunda bebida más consumida, solo por detrás del agua.
Se han estudiado mucho en los últimos años las bondades de las diferentes variedades de té (blanco, amarillo, verde, oolong o negro) y un reciente estudio nos indica que hay una cantidad de tazas concreta con la que sus efectos se empiezan a notar y hacen que envejezcamos más lentamente.
Nuestros hábitos afectan al envejecimiento biológico
El envejecimiento es algo inevitable e inherente al hecho de estar vivos. Sin embargo, nuestros hábitos (alimentarios, de ejercicio, de abuso de sustancias…) pueden contribuir a que lo hagamos más lenta o más rápidamente.
Diversos estudios realizados en animales sugieren que los polifenoles, unos compuestos vegetales del té, pueden aumentar la esperanza de vida de gusanos, moscas y ratones. En humanos, las investigaciones indican que el té cuenta con diversos beneficios para la salud y puede reducir el riesgo de varias enfermedades relacionadas con la edad, como las enfermedades cardíacas, la diabetes, la demencia o el cáncer.
Sin embargo, hasta el momento, muy pocos estudios habían analizado la relación entre el consumo de té y el envejecimiento biológico, es decir, el deterioro gradual de las funciones fisiológicas necesarias (algo que difiere de la edad cronológica, que se refiere simplemente al número de años vividos).
Beber té puede enlentecer el envejecimiento
En un estudio, publicado en la revista The Lancet Regional Health—Western Pacific a principios de 2024, investigadores de la Universidad de Sichuan en Chengdu (China) han analizado el papel del consumo de té en la longevidad, utilizando datos de casi 14.000 personas de entre 30 y 79 años (en concreto, 5.998 británicos de entre 37 y 73 años de edad, y 7.931 chinos de 30 a 79 años).
Se preguntó a todos los participantes en el estudio sobre la cantidad de tazas de té que bebían al día y se evaluaron los biomarcadores básicos relacionados con el envejecimiento. A continuación, se volvieron a evaluar sus datos entre dos y cuatro años después.
De acuerdo con los resultados del estudio, los bebedores habituales de té envejecen más lentamente que los que no lo hacen, tal como muestran marcadores como la presión arterial, el colesterol y la proporción de grasa corporal. Si se deja de beber té, estos marcadores empiezan a deteriorarse, explican los autores.
El número de tazas de té al día que te mantiene joven
El consumo de té se asocia a un envejecimiento biológico más lento en particular en las personas que beben té de forma regular y en mayor cantidad que para los que lo hacen en cantidades moderadas.
Pero ¿a qué cantidad de tazas de té al día estaríamos hablando? "Consumir alrededor de tres tazas de té, o de 6 a 8 gramos de hojas de té por día, puede ofrecer los beneficios antienvejecimiento más evidentes", aseguran los autores del estudio.
Todas las variedades de té son beneficiosas
Aunque estudios anteriores han enfatizado los beneficios de beber té verde, los investigadores hallaron que tanto el té verde como el té negro ofrecían beneficios similares para la salud.
Los científicos atribuyen los beneficios antienvejecimiento del té a los polifenoles, compuestos vegetales que promueven la salud de la microbiota intestinal y ayudan a regular el sistema inmunológico, el metabolismo y la función cognitiva.
"Nuestros hallazgos resaltan el papel potencial del té en el desarrollo de intervenciones antienvejecimiento orientadas a la nutrición y en la orientación de políticas sobre el envejecimiento saludable", concluyen.