No te descubrimos nada nuevo si te decimos que practicar deporte es uno de los pilares indiscutibles sobre los que se sustenta la salud de las personas. Los otros dos son la alimentación y los buenos hábitos. Sin embargo, quizá sí te descubramos algo diferente si te decimos que hay un deporte que quema unas 700 calorías a la hora, ayuda a alargar la vida y te acerca un poquito más a la felicidad.
Todos estos beneficios los podemos encontrar en los deportes de raqueta. Así lo aseguran estudios como el publicado en el British Journal of Sports Medicine. Sus autores constataron que aquellos que practicaban algún deporte de raqueta regularmente tenían un 47% menos de probabilidades de morir y un 56% menos de riesgo de infarto o accidente cerebrovascular. La investigación analizó los hábitos deportivos de más de 80 mil personas durante 9 años. La conclusión a la que llegaron fue que este tipo de deporte, tenis, bádminton, tenis de mesa o pádel, constituyen una combinación perfecta de ejercicio cardiovascular y de fuerza.
Por qué practicar deportes de raqueta
La razón principal para jugar al tenis, pádel o cualquier otro deporte de raqueta es que esta especialidad combina a la perfección el trabajo de fuerza y el aeróbico. Y es que, los golpes que damos con la raqueta ayudan a tonificar el tren superior (brazos, hombros, espalda y abdomen), mientras que los movimientos rápidos con las piernas y los cambios de dirección, obligan a trabajar los músculos del tren inferior (las piernas).
A este trabajo de fuerza se une el de cardio. Correr de un lado a otro de la cancha, así como los numerosos saltos o cambios de ritmo e intensidad en el juego, elevan el ritmo cardíaco. De modo que la combinación del trabajo de fuerza y aeróbico favorece la quema de calorías y acelera el metabolismo. Esto hace que se queme más grasa corporal evitando así que se almacene en el organismo reduciendo el riesgo de sobrepeso, obesidad y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
pádel para ser feliz
En la actualidad, se estima que 1 de cada 9 españoles practica pádel (el 11,29% de la población), según los datos de la Federación Internacional del Pádel recogidos en su informe anual sobre esta disciplina de raqueta. Una tendencia que no hace sino crecer cada año, tal y como demuestra el aumento constante de nuevas pistas para su práctica.
Los expertos atribuyen su imparable popularidad a sus beneficios físicos, pero sobre todo a su incidencia en el estado emocional de las personas que lo practican debido a su enfoque social. De hecho, uno de los factores más destacados por quienes lo practican confirma lo que dice la ciencia sobre el poder de las relaciones sociales para generar felicidad. Reunirte con 3 amigos (o desconocidos) y jugar a pádel durante 60 o 90 minutos incrementa la seguridad en uno mismo, aumenta el optimismo y fortalece la autoestima.
Al ser un deporte en el que participan 2 y 4 jugadores, constantemente se trabaja la comunicación, el respeto y relaciones interpersonales. Esto significa, entre otras cosas, que constituye un eficaz entrenamiento para tus habilidades sociales. Además, como cualquier otro deporte que se practica en un centro deportivo, es una manera perfecta para conocer gente nueva que comparte contigo el gusto por el este apasionante deporte.
DISMINUYE EL ESTRÉS Y AUMENTA LA CONCENTRACIÓN
Está comprobado que la práctica deportiva rebaja los niveles de estrés y alivia la ansiedad. Esto se debe a la liberación de endorfinas, una de las hormonas de la felicidad, junto con la dopamina, serotonina y la oxitocina.
Además, la concentración en el juego, la técnica y la estrategia, hacen que el partido se convierta en una especie de sesión de mindfulness. Te concentras en el aquí y ahora, dejando fuera de la pista preocupaciones y obligaciones. Tienes que estar presente y enfocado en tu fuerza, la dirección de la pelota, el ángulo de golpeo, la posición del otro...
Adelgaza, pone en forma y suma años
Aunque no se puede fijar el número exacto de calorías que se queman en un partido de pádel, ya que depende de numerosos factores (edad, peso, sexo, estado de forma, temperatura ambiente...), lo que sí se puede es hacer una estimación. En este sentido, se calcula que jugando con una intensidad media se puede llegar a quemar 700 calorías en una hora. Teniendo en cuenta que normalmente se juega durante una hora y media, la cifra subiría hasta las 1000 calorías por partido.
Esta quema de calorías no solo se atribuye a la carrera, también se debe a los movimientos y su intensidad, como la bandeja, el voleo, y el constante desplazamiento hacia adelante y hacia atrás. Si haces los gestos técnicos correctamente y con energía, maximizas el esfuerzo y los resultados.
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