Pepinillos, aceitunas, kimchi, chucrut... y cebollas. Estos encurtidos son una de las opciones dietéticas que más cuidan de nuestra salud intestinal. Y es que el proceso de fermentación por el que pasan estos alimentos les convierte en una importante fuente de probióticos.
Además, son muy fáciles de preparar. En esta ocasión, te mostramos cómo hacer en casa cebollas encurtidas, una receta sencilla con la que puedes acompañar infinidad de platos, o comer sola, que también está riquísima.
Receta de cebollas encurtidas probióticas
Los encurtidos son aquellos alimentos que se sumergen y se conservan en una solución de sal o de vinagre y que fermentan por sí solos o añadiendo una bacteria alimentaria como la Lactobacillus plantarum. Este proceso hace que el pH del alimento disminuya y aumente la acidez, lo cual permite preservar durante un largo periodo de tiempo la vida útil de una gran variedad de vegetales, especialmente frutas, verduras u hortalizas.
Estas cebollas también pasan por este proceso de fermentación. Para prepararlas solo tienes que emplear los ingredientes que encontrarás en la lista y seguir las indicaciones del modo de preparación.
Ingredientes:
- 2 cebollas rojas medianas (en rodajas finas)
- 1 taza de vinagre de manzana sin filtrar (con “la madre”)
- 1 taza de agua purificada
- 1 cucharada de sal marina sin refinar
- 1 cucharada de miel o azúcar de coco (opcional, para balancear el sabor)
- 2 dientes de ajo (opcional, para más sabor)
- 1 pizca de semillas de mostaza o comino (opcional)
Modo de preparación:
Como te puedes imaginar, al tratarse de un encurtido, esta receta requiere su tiempo para estar lista. Y es que, aunque solo necesites unos minutos para su preparación, las cebollas necesitan entre 3 y 7 días para su fermentación. Así que, paciencia. La espera merece la pena.
A continuación, encontrarás el vídeo donde puedes visualizar la forma de preparación. Comprobarás los sencillo que es. También puede seguir las instrucciones que hemos detallado más abajo.
Paso a paso de las cebollas encurtidas:
- Pela y corta las cebollas en rodajas finas y colócalas en un frasco de vidrio esterilizado.
- En un tazón, mezcla el agua, el vinagre de manzana, la sal y la miel/azúcar de coco hasta que la sal se disuelva por completo.
- Vierte la mezcla líquida sobre las cebollas, asegurándote de que queden completamente sumergidas. Si las cebollas flotan, coloca un peso pequeño (como una hoja de repollo o un trozo de vidrio esterilizado).
- Si deseas, añade los dientes de ajo o las semillas de mostaza/comino al frasco para más sabor.
- Cubre el frasco con una tapa suelta o un paño y deja reposar a temperatura ambiente durante 3-7 días. Prueba diariamente hasta alcanzar el sabor deseado.
- Una vez listas, guarda las cebollas encurtidas en el refrigerador para detener la fermentación.
Tan ricas como saludables
Tal y como se apunta la creadora de la receta en el post, las cebollas encurtidas son un plato especialmente positivo para la salud. Así, destaca estas tres cualidades:
- Ricas en probióticos naturales.
- Ayudan a mejorar la digestión.
- Un toque saludable y delicioso para ensaladas, tacos o sándwiches.
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