El triptófano es un aminoácido esencial, es decir, uno de los "ladrillos" con los que se construyen las proteínas. Nuestro organismo utiliza los aminoácidos, entre otras cosas, para fabricar los neurotransmisores, que facilitan la comunicación entre las neuronas. Uno de los neurotransmisores más conocidos es la serotonina, relacionada con la sensación de bienestar y buen humor.

El triptófano es precisamente el aminoácido esencial que nuestro organismo utiliza para producir serotonina. Lo toma de los alimentos en forma de L-triptófano y lo convierte en 5-hidroxitriptófano, precursor directo de la serotonina.

Unos niveles bajos de serotonina se han relacionado con problemas como depresión, insomnio, ansiedad, irritabilidad o migrañas. Y la velocidad de formación de la serotonina varía en función del triptófano disponible en el cerebro y en la sangre.

Aunque esta es quizá la función más conocida del triptófano, las últimas investigaciones apuntan a que el triptófano también podría desempeñar un papel importante a la hora de combatir la inflamación. Según un estudio publicado recientemente en la revista Science, determinado tipo de bacterias del intestino necesitarían la presencia de triptófano para crear un tipo de célula T que ayuda al organismo a tolerar ciertos componentes de los alimentos y atenuar así nuestra respuesta inmunitaria.

También se ha estudiado la utilidad del triptófano para reducir el riesgo cardiovascular, frenar el deterioro cognitivo o mejorar la inflamación intestinal. 

Alimentos ricos en triptófano

Como aminoácido esencial necesitamos obtenerlo a través de los alimentos. El triptófano es, de todos los aminoácidos, el menos abundante en la dieta. Sin embargo, podemos obtener suficiente triptófano si incluimos regularmente en nuestra alimentación alimentos que lo aportan.

Muchos de los alimentos más ricos en triptófano son de origen animal, como los lácteos y las carnes, pero también contamos con algunos alimentos vegetales más saludables que contienen buenas cantidades de triptófano junto a otros nutrientes esenciales para cuidar del ánimo.

Tomar un suplemento de triptófano

Si se toma en forma de suplemento, por ejemplo en épocas de mucho estrés con un elevado desgaste nervioso, se suele aconsejar tomarlo en combinación con vitaminas del grupo B, sobre todo la B3 y la B6, además de con magnesio. Todas estas sustancias intervienen como cofactores en la síntesis de la serotonina. Según la naturópata Rosa Guerrero, la dosis terapéutica de triptófano se situaría entre los 500 y 1.000 mg diarios, aunque si se opta por directamente por un suplemento de 5HTP se consigue el mismo efecto con dosis de 100 a 400 mg. Cuando se alcanza un estado de ánimo óptimo se retira gradualmente.

Aunque los suplementos de triptófano en las dosis adecuadas no tienen efectos secundarios, sí hay que tener en cuenta algunas consideraciones y sus contraindicaciones.

"No es recomendable tomar este complemento con alimentos proteicos, ya que compite en su absorción", comenta Rosa Guerrero. Y advierte: "Tampoco es adecuado el uso simultáneo con antihistamínicos o antibióticos. Y está del todo contraindicado cuando se siguen tratamientos con antidepresivos, pues utilizan vías metabólicas contrapuestas".

Referencias científicas: