Una dieta rica en proteínas está de moda y sus seguidores elogian los efectos positivos en su salud y rendimiento. Sin embargo puede resultar problemático si te excedes con las proteínas, especialmente con la carne o si descuidas otros nutrientes. Muchas personas que siguen una dieta hiperproteica limitan los hidratos de carbono.
1. Mal aliento
Una dieta extremadamente rica en proteínas y muy baja en hidratos de carbono hace que el cuerpo emita olores desagradables de diversas formas.
Por lo tanto, el mal aliento que no se puede eliminar cepillándose los dientes puede ser un signo de demasiada proteína en la dieta. Este efecto se debe a un estado metabólico llamado cetosis, que se produce cuando el cuerpo recurre a las grasas para conseguir la energía que no le proporcionan los hidratos de carbono.
La cetosis temporal durante los ayunos puede tener algunos efectos positivos, pero no está probado que resulte beneficiosa a largo plazo.
Por otra parte, el exceso de proteínas también se puede apreciar en el extraordinario mal olor de las heces.
2. Estreñimiento
Si la dienta rica en proteínas no va acompañada de suficiente fibra, que se encuentra en los alimentos vegetales, el proceso digestivo puede hacerse lento y difícil.
Además, la microbiota puede verse alterada por el exceso de proteínas, lo que puede dar lugar a molestias digestivas e inflamación.
3. Deshidratación
Los adeptos a las proteínas necesitan más líquidos para que el cuerpo pueda eliminar el exceso de nitrógeno. Desafortunadamente, el cuerpo no siempre informa del aumento de la necesidad con más sed.
Por tanto, existe riesgo de deshidratación, seguida de dolores de cabeza, fatiga y sequedad de boca. Algunas pruebas hechas con atletas han encontrado que a medida que aumentaba la ingesta de proteínas, disminuía el equilibrio de líquidos.
Por lo tanto, las personas que siguen una dieta rica en proteínas siempre deben beber al menos dos vasos grandes más de agua de la que creen que necesitan.
4. pérdida de la libido en los hombres
Otro signo de demasiada proteína es la deficiencia de testosterona y el consiguiente descenso de la libido. Según un estudio británico reciente, los amantes de las proteínas que siguen dietas bajas en hidratos de carbono tienen hasta un 37% menos de testosterona que los hombres que siguen una dieta equilibrada.
Y si al mismo tiempo se está planeando una familia, también puede ser difícil, porque con esta dieta el número de espermatozoides disminuye enormemente.
Un nivel saludable de testosterona también es importante para el desarrollo muscular y el rendimiento deportivo. En resumen, una sobredosis permanente de proteínas a menudo tiene el efecto contrario al esperado.
5. Función renal deteriorada
Mucha proteína significa muchos aminoácidos, que son extremadamente importantes, pero que deben descomponerse primero, lo que causa el exceso de nitrógeno. Y para deshacerse de él, los riñones tienen que trabajar más de la cuenta.
Por ello, un estudio examinó la cuestión de qué dieta es más perjudicial para los riñones: una dieta baja en grasas o una dieta rica en proteínas y con pocos carbohidratos. A los daños se determinó que en el grupo de las proteínas algunas personas presentaban una alteración en el equilibrio de líquidos y electrolitos y que la función de filtración de los riñones no funcionaba tan bien.
Si ignoras estas primeras señales de advertencia, puede desarrollarse gota. Los depósitos resultantes en las articulaciones y tendones limitan la movilidad y son bastante dolorosos.
6. mal humor
El mal humor también puede ser un signo de exceso de proteínas y déficit de hidratos de carbono. Aunque los aminoácidos contenidos en las proteínas son importantes para mantener un estado de ánimo estable, el cerebro también necesita carbohidratos para ser feliz.
Según los estudios, los excesos de proteínas provocan cambios de humor e incluso estados de ánimo depresivos, especialmente en las mujeres. Los hombres parecen verse menos afectados.
Referencias científicas: