Los padres enseñan a los niños la importancia de limpiarse los dientes. Después, los dentistas insisten y te piden que te cepilles varias veces y que uses la seda o el interdental. Pero además de cepillarse, es importante qué producto se utiliza.
Debes tener en cuenta que los dentífricos comerciales contienen sustancias que pueden producir ciertos efectos secundarios .
El dióxido de titanio, por ejemplo, se prohibió en 2022 como aditivo alimentario por las pruebas que indicaban posibles efectos mutagénicos. Sin embargo, está permitido en las pastas de dientes, aunque algunos fabricantes lo están retirando de su composición. Por precaución, conviene leer la composición del dentífrico y descartarlo si contiene este agente blanqueador.

Los componentes de los dentífricos

El lauril sulfato de sodio es un componente común de las pastas dentales. Es uno de los detergentes que producen espuma y ciertamente eliminan la suciedad, pero pueden favorecer la aparición de aftas en la mucosa oral.

El triclosán y la clorhexidina son agentes antibióticos que pueden encontrarse en algunas pastas dentífricas. Es mejor evitarlos porque pueden favorecer la aparición de bacterias patógenas resistentes a los medicamentos.

Los polietilenglicoles (PEGs) son humectantes sintéticos no deseables porque aumentan la permeabilidad de las mucosas  a sustancias potencialmente dañinas.

¿Con o sin flúor? Las personas que prefieren los productos naturales piensan a menudo que el dentífrico no debe contener flúor. Sin embargo, está probado que esta sustancia protege frente a las caries. También es cierto que el exceso de flúor puede ser un problema. Una buena solución puede ser la que adoptan algunos fabricantes de pastas naturales: incluir pequeñas cantidades de fluoruro de calcio.  

pasta de dientes más suave

El valor RDA (Relative Dentin Abrasion) indica la fuerza de erosión de la pasta sobre los dientes. En teoría, cuanto más alta, mayor capacidad para limpiar. Sin embargo, aumenta el riesgo de dañar el esmalte. Un valor ideal para el uso diario es de 30 a 70, aunque se venden pastas con valores de hasta 250.

El problema para los consumidores es que pocos fabricantes indican este valor en el envase. Para proteger el esmalte, conviene elegir un cepillo que no sea demasiado duro.

Para mostrar una dentadura limpia y sana, además de una buena pasta con alguna certificación natural y un buen cepillo, es importante cuidar la dieta: ayudan hábitos como no tomar azúcares añadidos, comer vegetales crujientes, como zanahorias y manzanas; y no mancharse los dientes bebiendo café o té negro en exceso.

Prepara un POLVO CASERO PARA tu HIGIENE DENTAL

Marcela Burgos, experta en cosmética natural artesana, nos propone elaborar en casa nuestro propio producto para la higiene dental.

En casa puedes preparar un polvo con ingredientes muy eficaces y justificados por sus propiedades. Los conseguirás en herbodietéticas y comercios especializados en cosmética natural:
• 3 cdtas. de carbonato de calcio
• 3 cdtas. de caolín
• 2 cdtas. de xilitol
• 1 cdta. de polvo de regaliz
• ½ cdta. de cúrcuma
• ½ cdta. de jengibre en polvo
Mezcla los ingredientes en un bol y remueve. Pon el polvo en un frasco higienizado con alcohol de 70º. Tapa y agita enérgicamente. Para usarlo, espolvorea sobre el cepillo y úsalo como de costumbre.