Que te gusten los aceites esenciales y los gatos no tiene por qué ser incompatible. Pero si es tu caso y tienes gato, quizá te hayas preguntado si alguno de esos aceites esenciales que te gusta ponerte en el difusor aromático para relajarte o crear un ambiente agradable en casa podría o no ser perjudicial para tu compañero gatuno.

¿Se puede utilizar cualquier aceite esencial en casa sin peligro para los gatos?  ¿Hay algún problema en ponerse a leer mientras el aroma de la lavanda o la mandarina impregnan la habitación si tu gato ha decidido acompañarte y recostarse en tu regazo?

Usar aceites esenciales si hay gatos en casa

"Los gatos, al igual que otros animales, son mucho más sensibles a los olores que los seres humanos, porque su olfato es capaz de detectar moléculas aromáticas a partir de un umbral mucho menor al nuestro", explica la aromatóloga Antonia Jover. Es decir, lo que a un ser humano le puede parecer un olor muy fuerte a un gato le llegará de forma aún más intensa.

Sin embargo, eso no siempre significa que ese olor sea perjudicial para él. Si tienes gato y utilizas aceites esenciales, seguramente te habrás dado cuenta de que, cuando un olor es molesto para el gato, este suele reaccionar y se va.

"Lo más habitual es que el gato lo manifieste dejando la estancia si puede, alejándose", comenta Antonia Jover, "y, en el caso de que no sea posible abandonar la habitación, seguramente manifestará algún comportamiento inhabitual indicándonos que algo le molesta".

Según esta experta, esto nos puede servir un poco de orientación, así que si el gato se muestra tranquilo no hay por qué dejar de disfrutar del placer de ponerse aceites esenciales para relajarse en casa. De hecho, "si vas utilizando aceites esenciales relajantes ten por seguro que ellos también van a relajarse. No solo eso: algunos aceites esenciales como los cítricos, la lavanda o el petit grain son excelentes para ellos, por ejemplo en el caso de que tengamos que llevarlos al veterinario o de que estén más nerviosos de lo habitual".

No obstante, como todo, hay un pero: sí hay algunos aceites esenciales con los que debemos tener precaución. Seguramente no serán aceites esenciales que te suelas poner en el difusor aromático, pero conviene tenerlo en cuenta.

Qué aceites esenciales debes evitar

Los aceites esenciales que debemos evitar son, según Antonia Jover, los mismos que no nos convienen a nosotros por vía olfativa, porque suelen ser irritantes para la mucosa nasal u ocular: canelas, oréganos, ciertos tomillos.

"Si te ciñes a aceites esenciales tales como limón, naranja dulce, bergamota, pomelo, yuzu, mandarina, lavanda o petit grain, tus gatos seguirán acompañándote en tus momentos de relax", apunta Jover. "Y si ves que desaparecen cuando pones tu difusor en funcionamiento, entonces significa que no les agrada, pero de nuevo, eso no significa que sea tóxico para ellos." Ahí ya decides si insistes en ponerlo para ti o prefieres evitarlo para que tu gato no salga huyendo. 

Lo que nunca debemos hacer con los gatos, advierte Jover, es darles aceites esenciales por vía oral, porque en la gran mayoría de casos no son capaces de metabolizarlos.

En cambio, sí se les puede aplicar de forma puntual en el pelaje, siempre correctamente diluidos, por ejemplo para mantener a las pulgas alejadas.

Una fórmula aromática para protegerles de pulgas y garrapatas

En caso de que tus gatos puedan estar expuestos a pulgas o garrapatas, nuestra experta recomienda utilizar la siguiente fórmula para repeler plagas:

  1. Mezcla una gota de aceite esencial de lavanda con dos gotas de aceite vegetal en tu manos y acaricia a tus gatos.
  2. Puedes repetir 3 a 4 veces por semana.

Este mismo gesto serviría igualmente para relajarlos en caso de necesitar transportarlos o si padecen algún estrés puntual.