La práctica de la meditación está mucho más extendida entre adultos, especialmente como un método para gestionar el estrés y la ansiedad causada por nuestras preocupaciones y responsabilidades diarias, que en los niños. Pero, más allá del potencial de relajar la mente al que accedemos a través de la meditación, hay muchos más beneficios que podemos encontrar en ella, por lo que es una herramienta maravillosa para el bienestar y el desarrollo de las personas a cualquier edad.
En algunas escuelas ya se está reconociendo este hecho y se está incluyendo la meditación como apoyo al aprendizaje y al desarrollo favorable de los niños, con resultados muy bonitos. Hoy os traigo una meditación guiada para niños y niñas que les ayudará a entrenar la atención plena.
Los beneficios de la meditación en niños
Aunque pueda parecernos que la inquietud de los niños no les permite sentarse a meditar, podemos hacer de ella un juego y una exploración maravillosa. De esta manera la meditación se convertirá también en un estimulante para su curiosidad, su imaginación y su creatividad. Esta fue mi intención al grabar esta meditación guiada.
- La práctica de la meditación puede ayudar a los niños a entrenar su atención, algo altamente importante en una sociedad sobre-estimulada como en la que vivimos. Esto tendrá una repercusión en su capacidad de aprendizaje.
- Otro de los beneficios de meditar en los niños es que tienen la oportunidad de entrenar su conciencia corporal y la conexión con ellos mismos, sus emociones y sus instintos, lo cual les ayudará a entenderse y a aceptarse tal y como son.
Si de niños todos aprendiéramos a acoger nuestras emociones sin rechazarlas o intentar cambiarlas, la manera en la que nos relacionaríamos con nosotros mismos y con los demás podría ser completamente diferente: mucho más sana, compasiva y respetuosa. Y eso, a gran escala, es un acto absolutamente revolucionario. Nuestros pequeños todavía pueden aprender de esta manera. Y nosotros también.
Cómo pueden meditar los niños para entrenar la atención plena
Para realizar esta meditación guiada, los niños pueden elegir su lugar favorito para sentarse y estar relajados durante los 7 minutos que dura la meditación. Pueden sentarse con las piernas cruzadas.
- Cuando se hayan sentado, pueden cerrar sus ojos.
- En ese momento habrán entrado en una nueva dimensión, la de su realidad interior, y podrán imaginarla como un universo fascinante a explorar con mucha curiosidad.
- Para explorarla más a fondo, viajaremos con la nave espacial de su atención a través del cuerpo, aterrizando en diferentes lugares.
- Viajamos hacia la respiración y aterrizamos en ella, observando a través de las ventanillas de la nave cómo el aire entra y sale del cuerpo, como si fuera una gran cascada de aire, y cómo la barriga se mueve al son de la respiración.
- Si hay pensamientos que quieren cruzar el paisaje, los dejaremos que pasen como un tren que entra por el horizonte y sale por el otro lado del horizonte. Y volveremos a observar la fascinante cascada de aire de la respiración.
- Ahora vamos a viajar a la cabeza. Aterrizamos la nave y vemos cómo los sonidos entran en nuestros oídos y desaparecen. Pueden imaginar esos sonidos de la manera que quieran, quizás son personajes o formas extravagantes que se deshacen una vez entran.
- Ahora vamos a viajar a las piernas. Atravesamos todo el universo corporal hacia abajo y aterrizamos. Podemos sentir el peso de todo el cuerpo y sentir también cómo las piernas tocan la superficie del asiento. Con mucha curiosidad exploramos cómo se siente ese contacto y si se asocia con algún color o forma.
- Ahora pueden abrir sus ojos de nuevo al universo exterior, con la conciencia de que hay un universo interior al que volver de vez en cuando.