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Más allá de si se hace más tarde o más temprano, algo que depende de las necesidades y gustos de cada uno, el momento del desayuno puede ser un regalo que nos hacemos todos los días. Un rato tranquilo, sin interrupciones, para disfrutar de cada bocado. Es una forma de honrar el cuerpo y nutrirlo para empezar el día de la mejor forma.

¿Cómo es un desayuno completo?

Los alimentos industriales, como bollerías, galletas o panes blancos de harina refinada no nos aportan nutrientes. Tampoco recomiendo los lácteos de vaca o las bebidas vegetales con azúcares añadidos.

En este vídeo puedes ver los efectos de tomar demasiado azúcar añadido en el instestino:

Si empezamos el día incluyendo alimentos que nos aportengrasas saludables, proteínas e hidratos de carbono con baja carga glucémica, lo más probable es que no necesitemos picar nada hasta la hora de comer. Además, gozaremos de gran capacidad de concentración. Aunque no es muy común, incluir verduras tiene muchas ventajas por su contenido en fibra, antioxidantes, minerales y vitaminas.

Hidratos de carbono saludables

El pan se encuentra en prácticamente todas las mesas de desayuno, pero a menudo no es de buena calidad. Conviene elegir panes de harina integral, levadura madre y fermentación lenta, pues son más sabrosos, nutritivos y digestivos. 

Otra opción es el pan germinado o esenio, horneado a baja temperatura. Por otra parte, se puede recurrir a fuentes de hidratos de carbono alternativas, como las hortalizas de raíz, la avena o el trigo sarraceno.

¿Cuánto se debe desayunar? 

Para la salud, lo importante es lo que acabes comiendo a lo largo del día. Si desayunas más o menos depende de con cuánta hambre te despiertes o de cuánta energía vas a necesitar en las próximas horas. Lo que conviene con seguridad es desayunar despacio.

5 desayunos con poco azúcar

Además de aportar poco azúcar, estos desayunos son vegetarianos.