Qué es la chía
Las propiedades de la chía, una planta de origen mexicano (Salvia hispanica), eran ya bien conocidas por los aztecas.
Según relata Fray Bernadino de Sahagún –el sabio y longevo franciscano del siglo XVI– en su libro Historia general de las cosas en la Nueva España, las minúsculas semillas de chía se ofrendaban a la diosa del maíz Chicomecóatl y era costumbre regalarlas a los guerreros como recompensa por sus gestas bélicas.
También se solían tostar y moler para elaborar harina de chía, llamada chianpinolli, y con ella se elaboraban panes, tortas y brebajes alcohólicos. Pero con la llegada de los españoles y el fin del imperio azteca, su cultivo quedó relegado a zonas aisladas o montañosas de México y Guatemala.
En la alimentación vegetal las semillas de chía son una de las principales fuentes de ácidos grasos esenciales omega-3, que poseen efectos antiinflamatorios y son necesarios para el buen funcionamiento general del organismo.
Propiedades de la chía
Las semillas de chía son un alimento muy concentrado, con una interesante composición nutricional que le otorga valiosas propiedades para la salud:
- Son una buena fuente de vitaminas del grupo B y de minerales como calcio y fósforo.
- Su contenido en proteínas se sitúa en torno al 20%.
- Son ricas en aceites poliinsaturados del tipo omega-3, en especial el alfalinolénico.
- Contienen abundantes mucílagos (25%), un tipo de fibra que, al contacto con el agua, forma un gel viscoso beneficioso para la flora intestinal.
Para qué sirve
Gracias a estas propiedades, las semillas de chía resultan muy útiles en diversas situaciones:
- Se les atribuyen virtudes antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento celular.
- Gracias a sus grasas saludables y su fibra, las semillas de chía se consideran un recurso de primer orden para reducir los triglicéridos y el colesterol LDL en sangre, al tiempo que incrementa el colesterol HDL. Reducen el riesgo de trombos, la agregación plaquetaria y la viscosidad sanguínea.
- Son un gran apoyo en el control de la tensión sanguínea y la prevención de accidentes vasculares.
- Poseen un ligero efecto hipoglucemiante, que puede ser útil a las personas con diabetes.
- Tienen efectos beneficiosos en enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide y el asma.
- Su fibra las indica para tratar el estreñimiento y la diverticulitis. En todos los casos, se debe beber mucha agua tras su consumo.
Chía para el estreñimiento
Como laxante, la chía se toma macerada en agua o mezclada con zumo o yogur. Otra opción es prepararla en decocción.
- Gel de chía (con agua): Las semillas de chía absorben mucha el agua, así que basta con colocar dos cucharadas de chía en un vaso de agua y dejarlas reposar, mejor tapadas, unos 20 minutos. Formará un gel que puedes tomar tal cual o añadir a zumos y cremas.
- Con zumo, yogur o leche vegetal: Es una variación de la anterior y puedes añadirle fruta, frutos secos, canela... Con la leche vegetal tendrás el famoso pudding de chía. Te sirven de desayuno, merienda o postre. Puedes seguir las mismas proporciones que para el gel de chía.
Cómo tomar semillas de chía
- En México es costumbre beber como refresco el agua de chía, un zumo de limón con azúcar, agua y semillas de chía que se sirve muy frío.
- Las semillas molidas se utilizan para sazonar guisos, en pastelería y en infusiones laxantes.
- También se utilizan en recetas de alimentación saludable para hacer puddings (normalmente con leche vegetal), añadir a zumos o smoothies e incluso para dar más consistencia a cremas.
- En la cocina vegana también se utilizan, molidas y mezcladas con un poco de agua, para sustituir el huevo.
- La harina, por otro lado, es adecuada para celíacos, pues no contiene gluten.
- Por otra parte, en cosmética se obtiene por presión en frío de las semillas un aceite que se emplea por sus virtudes reparadoras de la piel.