Reconstituyen, protegen la salud del corazón y resultan útiles en la diabetes. Consideradas por ello un "superalimento", las semillas de chía se pueden consumir de muchas maneras. Sin embargo, aquí te destacamos 4 maneras originales y especialmente saludables de tomar las semillas de chía.
1. Chía con limón: limonada de chía mexicana
La más frecuente es mezclarlas con agua o zumo, a razón de 1 a 3 cucharadas en función del gusto. En México se toma la chía fresca, en una limonada a la que se añade el gel de chía.
Si se ponen las semillas en remojo, en agua fría, al cabo de una hora se forma un gel y las semillas casi desaparecen. Esta capacidad de gelificación las hace muy apropiadas en dietas de reducción de peso, el colesterol o la diabetes.
En general se consume como complemento alimentario, añadiéndola a jugos, ensaladas, cremas, harinas, dulces, batidos, leche o yogur.
2. Como aceite vegetal
Por su riqueza en grasas, de las semillas de chía se puede extraer un aceite virgen que tiene la característica de ser uno de los más ricos en ácidos grasos omega-3 que se conocen.
3. Semillas de chía molidas: la harina que permite sustituir al huevo
También se puede tomar su harina (chianpinolli), tostada o desgrasada; puede sustituir a otras harinas como la de trigo, o mezclarse con ellas.
La harina de chía permite, entre otros usos, sustituir al huevo en diversas recetas que se quieran veganizar.
Para hacer un sustituto de huevo se mezclan cuatro cucharadas de harina de chía con una taza de agua fría y se deja reposar una media hora; así se obtiene el equivalente a media taza de huevo.
4. Chía germinada: ¿cómo hacer brotar las semillas de chía?
Los germinados de chía son deliciosos y muy nutritivos.
Para prepararlos, se deben colocar las semillas sobre un papel de cocina, distribuidas de tal manera que quede algo de espacio entre ellas, y humedecerlo.
Es conveniente que reciban luz, pero no de forma directa (para evitar también que se pierda la humedad).
Al cabo de unos tres días empiezan a verse cambios.
Deben tomarse crudos: en ensaladas, tostadas...
Propiedades nutricionales de las semillas de chía
- Las semillas de chía contienen hasta un 40% de ácidos grasos poliinsaturados, especialmente omega-3 (30%) y omega-6 (40%), además de ser ricas en triglicéridos de cadena larga.
- Son además extraordinariamente ricas en proteínas (20%) y fibra (25%), con un contenido moderado de carbohidratos (13%),
- Son ricos en mucílagos de alta capacidad hidrofílica (un gramo de semillas puede absorber hasta 12 gramos de agua).
- Poseen asimismo abundante calcio y boro.
¿Para qué sirven las semillas de chía? 4 motivos para integrarlas en tu dieta
- Para la digestión. Las semillas de chía resultan muy útiles en casos de digestión débil, poco peso o convalecencia de enfermedades. Son aptas para cualquier edad, pero se recomiendan sobre todo en la infancia y la tercera edad. Por su riqueza en mucílagos resultan adecuadas en procesos inflamatorios del sistema digestivo como la gastritis.
- En personas diabéticas. Además, al reducir o retrasar la absorción de grasas y carbohidratos, son un complemento ideal para diabéticos.
- Para regular el colesterol. Por su alto contenido en grasas poliinsaturadas, su consumo regular ayuda a prevenir el colesterol y, en general, las enfermedades cardiovasculares.
- Para mejorar las defensas. Hay estudios que las relacionan con una mejora general del sistema inmunitario.
Curiosidades acerca de la chía
- Las semillas de chía proceden de la Salvia hispanica, que contrariamente a lo que se pudiera pensar no es de origen español sino mexicano.
- Fueron un alimento básico para la cultura azteca; según las crónicas jesuitas, el tercer cultivo más extenso tras el maíz y la judía.
- Hoy se cultivan sobre todo en Australia y Argentina, aunque también en México, Bolivia, Ecuador y Guatemala.
- "Chía" deriva del azteca chian (aceitoso, graso), la misma raíz de la que deriva "Chiapas".