La experiencia de preparar y disfrutar de un maravilloso café se mejora aún más si reciclas o reutilizas los posos. ¡Se genera mucho desperdicio con nuestro consumo de café!
Las cifras hablan por sí mismas: en España se toman 14.000 millones de tazas de café al año, lo cual implica un consumo de 4,5 kg por año por persona. ¡Imagínate ahora la cantidad de desperdicio que cada uno generamos con solo tomar café!
El café de pote de los bisabuelos, el de las cafeteras domésticas sencillas y las italianas solo generan poso, pero las modernas cápsulas, si no se adquieren compostables, son un problema ecológico.
Aquí veremos cómo podemos reutilizar tanto los posos como las cápsulas en el huerto o el jardín, para reducir el desperdicio y aprovechar los beneficios que puede ofrecernos el café a la hora de cultivar nuestras plantas.
Posos de café para hacer compost
El poso de café es todo materia orgánica, perfectamente compostable. Lo ideal es poner a secar los posos antes de llevarlos a la compostera urbana o a la vermicompostera. Las lombrices lo transformarán en humus de lombriz.
Como estos restos de café tienden a pegarse y formar costras, recuerda moverlos y airearlos. Si tienes una pila grande a tierra, puedes incorporar estos restos de café directamente.
El consumo casero no es lo mismo que el de los grandes compostadores de café, que deben hacerle un tratamiento previo debido a la gran acidez de los posos.
Posos de café en el jardín
Las plantas ornamentales acidófilas frecuentes en los jardines como las hortensias, azaleas, rododendros, camelia, arce japonés, brezo, erica, dafne, pieris y magnolia necesitan un suelo levemente ácido.
Cómo utilizar los posos:
Puedes mantener el pH ideal, si colocas el poso de café (húmedo o seco) en el suelo de forma superficial alrededor del tallo principal y en la proyección de la copa de estas plantas.
Los arándanos también son acidófilos. Si los tienes en el seto vivo de tu huerto, el café será un aliado para su cuidado.
Posos de café en las plantas de interior
La mayoría de las plantas de interior son plantas de origen tropical (como el café) que se mantienen dentro de las casas para protegerlas del frío y crear un microclima en torno a ellas.
En general, también prefieren una mezcla de sustratos algo ácidos con un pequeño porcentaje de turba.
Cómo utilizar los posos:
Un par de cucharadas de poso de café en la superficie, las beneficia con el aporte de materia orgánica y algo de acidez.
Posos de café en el huerto
El café tiene un efecto levemente repelente de babosas y caracoles. Lo rugoso de su textura, les incomoda el desplazamiento a los gasterópodos y la cafeína los ahuyenta.
A las hormigas tampoco les gusta la presencia de posos de café en el suelo del huerto o el jardín.
Cómo utilizar los posos
- Para las babosas y los caracoles. Coloca el poso alrededor de las plantas susceptibles de ser atacadas como acelgas, remolachas y coles en general. Luego de las lluvias debes volver a aplicar.
- En tus paseos por el huerto, lleva una azada pequeña o una palita y rompe e integra al suelo la costra de café.
A los gatos, les molesta el aroma del café. Si tienes visitas de felinos, aplica a modo de cobertura fina. Recuerda que tiende a formar una costra.
Café descafeinado para los tomates
Los tomates son sensibles a la presencia de cafeína en el suelo, que afecta a su crecimiento. Por esta razón no es conveniente colocar café alrededor de las tomateras.
No habrá problemas si el compost aportado a las plantas tiene café, ya que durante la maduración del compost este alcaloide desaparece.
Las semillas de tomate también presentan sensibilidad a la cafeína y su presencia en los sustratos de siembra puede inhibir la germinación.
Café para el abono líquido
El café molido proviene de las semillas del cafeto tostadas. Dentro de las semillas la planta reservó nutrientes para poder germinar exitosamente. Con esta técnica podrás recuperarlos y aplicarlos en tus plantas:
- Llena con agua un recipiente profundo y coloca los posos de café. Una cantidad de 100 g por litro de agua, será suficiente.
- Déjalo reposar una o dos semanas, según la estación ya que la temperatura incide en la velocidad de las reacciones. Recuerda remover la mezcla cada 3 o 4 días.
- Cuélalo y aplícalo por riego a las plantas de interior y los arbustos y florales del jardín. En el huerto, riega las acelgas, remolachas, espinacas y coles con este purín de café.
Cápsulas de café como semilleros
Si se utiliza una cafetera de cápsulas, lo ideal es elegir cápsulas de café compostables, que podrás desechar en el contenedor de basura orgánica. También tienes la opción de utilizar cápsulas de café de acero, reutilizables.
Pero si usas cápsulas de café convencionales, una opción para alargar su vida es reutilizarlas para hacer siembras, como semillero. Para ellos:
- Con una punta, haz un agujero en la base para el drenaje.
- Rellénalas con un sustrato rico en perlita .
- Coloca una semilla en el centro.
Otros usos del café en el hogar
Aparte de poder reutilizar los posos de café en el huerto y el jardín, puedes aprovecharlos para otros usos. Estos son solo algunos ejemplos:
- Estos restos de café son ligeramente abrasivos. Por esto, son útiles para limpiar los restos de cocción pegados en sartenes y ollas. Un poco de café y un estropajo dejarán limpios estos enseres.
- También puedes sumarlo en tu cuidado corporal como exfoliante de la piel mezclándolo con aceite de oliva o de coco.
- Si vuelves a pasar el poso por agua hirviendo, este café rebajado y frío otorga brillo a los cabellos oscuros.
- Para aromatizar e iluminar tu casa y jardín, puedes mezclar parafina con café. En un molde, coloca la mecha y rellena con la mezcla. Tarros limpios son perfectamente reutilizables para contener estas velas aromáticas.
- Los posos de café son mucho más que un residuo perfectamente aplicable al concepto de “reciclar, reducir y reutilizar”. Si además consumes café de cultivo sostenible, el beneficio se multiplica al reducir su huella de carbono en todo el proceso.
Curiosidades sobre el café
El café es originario de África y fueron los árabes quienes se encargaron de su comercialización y adaptación del cultivo. Recién en el siglo XVII, comenzó a consumirse en Europa.
A España llegó a mediados del siglo XVIII gracias a los italianos que acompañaban a los Borbones, después de la Guerra de Sucesión.
En 1726, aparece por primera vez en el diccionario la palabra “café” como planta y bebida.