Besalú y Pals son dos de los pueblos medievales más bonitos y bien conservados de Cataluña. Ambos reciben multitud de visitantes cada año que disfrutan de sus calles empedradas, sus monumentos y sus paisajes naturales.
Pero hay otro municipio, menos conocido, que también cuenta con un casco antiguo que nos traslada a tiempos pasados y que destaca por estar situado en un entorno natural único en la península ibérica.
Un pueblo medieval entre volcanes
Enclavado en el corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa, en un valle entre las sierras de Sant Julià del Mont y Santa Maria de Finestres, Santa Pau tiene una arquitectura medieval excepcionalmente bien conservada, con calles estrechas adoquinadas, murallas fortificadas, casas de piedra con balcones de hierro forjado…
Este precioso pueblo de unos 1.600 habitantes está situado a 496 metros de altitud al sureste del llano de Olot, en la comarca de la Garrotxa (Girona). En 1971 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional y se encuentra en un entorno ideal para disfrutar de la naturaleza y las actividades al aire libre.
Un paseo por el medievo
El centro neurálgico de Santa Pau es su plaza, la Plaça Major, una plaza porticada cuyas casas forman un conjunto adosado a la antigua muralla. Albergó mercados y ferias desde el año 1297, de ahí que se conozca como Firal dels Bous.
Está presidida por la iglesia parroquial de Santa María (de los siglos XV-XVI), un edificio de estilo gótico que refleja la historia religiosa y arquitectónica de la ciudad.
El castillo de los barones de Santa Pau, del siglo XIII-XIV, es una fortaleza medieval, que se alza sobre el pueblo y en su día fue la sede de la nobleza local. Aunque no está totalmente abierto al público, su exterior es impresionante y ofrece una visión del pasado feudal del pueblo.
El Área de Turismo del Ayuntamiento de Santa Pau organiza visitas guiadas por el pueblo que salen de la Oficina de Turismo, situada en la Avenida dels Volcans número 14.
Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa
Santa Pau tiene una ubicación privilegiada dentro de un espectacular paisaje volcánico. Y es que el 81% de su término municipal forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, que se caracteriza por una orografía suave con cráteres volcánicos rodeados de extensos bosques con encinares, robledos y hayedos, y cuenta con diversos itinerarios pedestres.
Dentro del término municipal de Santa Pau hay 13 volcanes, entre los que destacan:
- El volcán de Santa Margarida, un volcán extinto que alberga en su cráter la Ermita de Santa Margarida.
- El volcán Croscat, el más alto y más joven de la zona volcánica de La Garrotxa, que destaca por tener un enorme tajo en la parte posterior del cráter debido a la extracción de gredas que se llevó a cabo en él durante más de 25 años.
Además de los fascinantes volcanes, en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa se encuentra la famosa Fageda d'en Jordà, un impresionante hayedo ubicado en la colada de lava del Croscat que ofrece cambiantes matices de luz y colores a lo largo del año.
Otras cosas que no te puedes perder en tu visita
Otro punto de interés muy cerca de Santa Pau es el Salt de Can Batlle, una serie de preciosos saltos de agua que recibe a muchos visitantes que buscan refrescarse en verano (época en la que hay que reservar el aparcamiento previamente).
Más allá de por su arquitectura y su entorno natural, Santa Pau es célebre por su gastronomía y, muy particularmente, por sus judías blancas, los famosos Fesols de Santa Pau.
Las judías de Santa Pau se cultivan en tierra volcánica, con Denominación de Origen Protegida, y puedes ver cómo los campos se extienden alrededor de algunos de los volcanes más preservados al pasear por el parque o hacer la visita guiada en trenecito. ¡No pierdas la ocasión de probarlos en tu visita a Santa Pau!
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