La rosa de Cuaresma es muy valorada por su largo periodo de floración, que comienza en invierno y termina en la primavera –de ahí el nombre, pues la Cuaresma suele coincidir con el inicio de la primavera– y por la belleza de sus pétalos con diferentes colores y patrones. En una sola planta se pueden combinar las características de diferentes especies silvestres.
Esta planta es el resultado del cruce entre el eléboro negro de Hipócrates (Helleborus orientalis), especie autóctona de Grecia y Turquía, con otras variedades del mismo género.
A diferencia de las rosas de Navidad de flores blancas (Helleborus niger), con las que a menudo se confunden los híbridos orientalis, las rosas de Cuaresma son extremadamente sencillas de cuidar y duraderas.
¿Cómo es la rosa de cuaresma?
La rosa de Cuaresma es una planta perennes de larga vida que crece lentamente y alcanza alturas de hasta 50 centímetros.

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Las hojas son llamativas y gruesas con un margen foliar doblemente dentado. Son de color verde claro cuando brotan por primera vez y se van oscureciendo a lo largo del verano. Después de que brotan las hojas nuevas, el follaje viejo muere.

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Las flores son el gran atractivo de la planta. Son, de hecho, una de las flores de primavera más bonitas. Tienen cinco pétalos y alcanzan los diez centímetros de diámetro. Hay variedades con flores de color blanco, amarillo cremoso y rosa a rojo oscuro. Algunas también muestran un dibujo en color sobre fondo blanco.
Dónde colocar la planta para que crezca bien
La flor de Cuaresma se siente más cómoda bajo una sombra parcial, bajo árboles y arbustos caducifolios de gran tamaño. Solo pueden tolerar el pleno sol si el suelo está suficientemente húmedo.

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Ama los suelos arcillosos, frescos y permeables, muy ricos en humus. Al igual que la rosa de Navidad, le gusta un alto contenido de cal en el suelo, pero son mucho más tolerantes al ácido que aquella.
Plantando tus helleborus orientalis
El mejor momento para plantar rosas de Cuaresma es la primavera, después de la floración. Si eliminas todos los tallos de las flores de los ejemplares recién plantados, crecerán más fuertes y echarán raíces más rápidamente durante el primer año.
A la hora de plantarlas debes dejar al menos 15 centímetros de separación entre una planta y otra, ya que las rosas de Cuaresma se vuelven bastante anchas a medida que envejecen.

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El hoyo de plantación debe tener el doble del tamaño del cepellón y la tierra debe estar bien suelta. Los suelos arenosos y más bien ácidos deben mejorarse con abundante humus de hojas y abono de jardín antes de plantar. Una capa de mantillo asegura que el suelo permanezca uniformemente húmedo.
Una vez plantadas correctamente, las rosas de Cuaresma vuelven a florecer una y otra vez durante décadas.
Cómo propagarla
Además de la propagación por división, también es posible la siembra. Las semillas del eléboro híbrido o Helleborus orientalis deben cosecharse lo antes posible, idealmente cuando los frutos se han vuelto de color verde amarillento y se pueden abrir fácilmente.
Luego las semillas deben limpiarse, secarse y sembrarse en macetas. Si se siembra en otoño, las semillas comenzarán a germinar a más tardar en noviembre.

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Las crías de las variedades cultivadas pueden variar en sus colores, pero esto no restará belleza a las nuevas plantas. Eso sí, tienes que tener paciencia con las plantas que has sembrado, porque las flores pueden tardar hasta tres o cuatro años en aparecer.
Si quieres disfrutar ya de las flores, es mejor que adquieras una planta ya madura.
Enfermedades y plagas
Las rosas de Cuaresma son bastante resistentes a las enfermedades y plagas de las plantas. En ocasiones, puede sufrir la mancha negra, una enfermedad fúngica, causada por el patógeno Diplocarpon rosae, y que se caracteriza por la aparición de manchas de color marrón a negro en las hojas que con el tiempo se hacen más grandes.
En las variedades susceptibles, las hojas viejas deben cortarse en otoño como medida preventiva.
Simbolismo de la rosa de Cuaresma
El simbolismo de la rosa de Cuaresma está vinculado a su época de floración y su contexto cultural. Esta planta florece típicamente durante la Cuaresma, un periodo de reflexión, renovación y esperanza en el calendario litúrgico cristiano.

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La Cuaresma es el período de 40 días que precede a la Semana Santa en la tradición cristiana. Comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo.
La fecha de la Cuaresma varía cada año porque depende de la Pascua, que se celebra el primer domingo después de la primera luna llena de primavera. Como resultado, la Cuaresma siempre cae entre febrero y marzo.
Una antigua planta medicinal
La rosa de Cuaresma fue en la antigüedad una apreciada planta medicinal. Se utilizaba el rizoma en polvo para aspirarlo por la nariz con el fin de tratar los mareos, fortalecer la memoria y el corazón.
Sin embargo, no está libre de toxicidad, por lo que actualmente no se usa.
Las personas alérgicas deben tener cuidado al cortar los tallos de las flores, porque la savia que sale puede causar irritación severa en la piel.
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