La oreja de elefante (Alocasia macrorrhiza) crece en zonas tropicales de Asia. En su hábitat natural, la oreja de elefante puede alcanzar fácilmente una altura de hasta ocho metros y cada hoja llega al metro de diámetro, pero cuando se cultiva en interior no supera los dos metros.
Sin embargo, en nuestro entorno es muy popular como planta de interior, ya que sus enormes hojas verdes crean una auténtica sensación de jungla entre nuestras cuatro paredes.
¿Cómo es la oreja de elefante?
Es una planta perenne muy longeva, adaptable, fresca y verde durante todo el año. De los fuertes rizomas de la oreja de elefante sobresalen tallos largos en cuyos extremos se desarrollan las grandes hojas de un color verde intenso en forma de abanico.
Según la variedad, las hojas pueden presentar una forma ovalada, de flecha o de corazón con más o menos ondulaciones en la superficie.
Las flores son blancas y alargadas, en forma de matraz y están rodeadas por una bráctea, pero desafortunadamente rara vez llegan a desarrollarse en las plantas de interior.
El mejor lugar para la oreja de elefante
Debido a su altura y a sus hojas extensas, la oreja de elefante ocupa una cantidad relativamente grande de espacio, tenlo en cuenta para elegir el mejor lugar en casa antes de llevártela contigo.
La oreja de elefante es perfecta para dar un toque tropical a habitaciones grandes o balcones acristalados.
Luz
Prefiere lugares parcialmente sombreados y se puede mantener a temperatura ambiente durante todo el año. En invierno soporta temperaturas ligeramente más bajas, pero no deben ser inferiores a los 15 ºC.
Evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas, pero asegúrate de que tenga suficiente luz para que las hojas crezcan grandes. Si la luz es insuficiente, las hojas serán más pequeñas y menos vibrantes.
Tierra
Para prosperar en la maceta, la oreja de elefante necesita un sustrato rico en nutrientes y humus. Al mismo tiempo el sustrato debe estar suelto y con buen drenaje. El valor de pH ideal es ligeramente ácido, en torno a 5,5.
Riego
Las hojas grandes tienen mucha sed, por lo que la tierra debe estar siempre ligeramente húmeda, durante todo el año. Es crucial para el bienestar de la oreja de elefante en el cultivo de interior.
En invierno se riega un poco menos, pero a partir de marzo puedes volver a aumentar lentamente el riego.
Humedad
Las plantas tropicales como la oreja de elefante precisan de niveles de humedad por encima del 60%. Para aumentar la humedad alrededor de la planta puedes:
- Poner cerca un humidificador.
- Colocar la maceta sobre una bandeja con piedras y agua.
- Agrupar varias plantas para crear un microclima húmedo.
Abono
La oreja de elefante se fertiliza desde finales de marzo o principios de abril hasta septiembre. Para ello, añade cada semana un poco de fertilizante líquido al agua de riego. No se recomienda el uso de fertilizantes a largo plazo.
Cómo trasplantar la oreja de elefante
La oreja de elefante crece muy rápidamente en lugares adecuados y, por lo tanto, normalmente necesita una nueva maceta cada año.
El mejor momento para trasplantarla es en primavera al comenzar un nuevo crecimiento.
poda
La oreja de elefante no necesita ser podada. Únicamente tienes que retirar con la mano las hojas viejas cuando estén completamente marchitas. Mientras estén verdes o amarillas todavía contienen valiosos nutrientes que benefician a la planta entera.
Otros cuidados
- En verano, la oreja de elefante puede trasladarse al balcón o terraza durante un tiempo, siempre que no sea demasiado grande ni pesada.
- Mantén las hojas limpias de polvo y suciedad, ya que esto permite que la planta respire mejor y absorba más luz. Usa un paño humedecido en agua con unas gotas de jabón natural para limpiarlas suavemente de vez en cuando. Además, este cuidado te permitirá descubrir a tiempo ácaros y cochinillas que pueden dañar las hojas.
- Gira la maceta un cuarto de vuelta cada dos semanas para asegurar un crecimiento equilibrado. Esto ayuda a que la planta reciba luz uniformemente en todas sus hojas.
Cómo propagarla
Duplicar la oreja de elefante es bastante simple: solo tienes que desenterrarla y separar rizomas que estén bien desarrollados. Para que la nueva planta crezca feliz precisa una temperatura y una humedad que se sitúen constantemente en el rango alto.
Enfermedades y plagas
Si la oreja de elefante recibe muy poca agua en verano o está demasiado seca durante un largo período de tiempo, existe el riesgo de una infestación por ácaros.
Sin embargo, aunque a la planta le gusta la humedad, demasiada agua provoca encharcamientos y, tarde o temprano, pudrición de las raíces, lo que puede provocar incluso la muerte de la planta. Para evitarlo, usa una maceta con una capa de grava en el fondo que permita la salida del agua.
Dado que tanto las bacterias como los hongos pueden ser responsables de la enfermedad, el tratamiento con fungicidas, por ejemplo, no siempre tiene éxito.