Tu amiga viajera, que siempre encuentra unos destinos increíbles que quedan bien reflejados en su cuenta de TikTok, te dice: ¡Estuve en los fiordos! "En Noruega, ¡qué envidia!", le respondes. "No, en León", te dice, y no se está quedando contigo.
Escondido en el noreste de la provincia de León, dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, se encuentra un paraje de impresionante belleza conocido como los fiordos leoneses.
Este rincón mágico, ubicado en la Cordillera Cantábrica y protegido por el Parque Regional de los Picos de Europa, brinda a sus visitantes una experiencia inigualable de fusión con la naturaleza.
Un paisaje de ensueño
El nombre de fiordos leoneses proviene de su sorprendente similitud con los renombrados fiordos noruegos, aunque su formación es completamente distinta.
Los fiordos noruegos son golfos estrechos y profundos entre montañas de laderas abruptas que se formaron por la acción de los glaciares durante el período cuaternario.
En cambio, los fiordos leones se crearon cuando las aguas del embalse de Riaño inundaron una zona natural rodeada de laderas montañosas.
El resultado es un espectáculo visual sin igual. Las aguas cristalinas del embalse reflejan el cielo y los picos circundantes, ofreciendo un juego de luces y colores que varía con cada momento del día y cada estación del año.
Historia y memoria
La belleza de los fiordos leoneses tiene una historia agridulce. En 1987, la construcción de la presa de Riaño provocó la inundación del valle, sumergiendo bajo sus aguas nueve pueblos y con ellos, los recuerdos de decenas de familias.

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A pesar de la controversia que rodeó su creación, el embalse de Riaño se ha convertido con el paso del tiempo en un destacado atractivo turístico.
El nuevo pueblo de Riaño, edificado para reemplazar al original, es hoy el centro neurálgico de la zona. Algunos monumentos de las localidades sumergidas fueron trasladados antes de la inundación, preservando así una parte del patrimonio cultural de la región.
Qué ver y hacer en los fiordos leoneses

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El pueblo nuevo de Riaño
El nuevo Riaño merece una visita con detenimiento. Entre sus principales atractivos destaca su iglesia, que conserva elementos rescatados de los pueblos sumergidos.

Localidad de Riaño
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Desde el mirador del pueblo, se puede disfrutar de una vista panorámica sobre la Montaña de Riaño y Mampodre. Es una perspectiva imprescindible y única de los fiordos leoneses.
Crucero por el embalse
Una de las mejores maneras de apreciar la magnificencia de los fiordos es embarcándose en un crucero por el embalse.

Ermita Virgen de Quintanilla.
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Durante el recorrido, los visitantes pueden deleitarse con el impresionante paisaje, visitar la ermita de la Virgen de Quintanilla (patrona de Riaño) y conocer el pueblo de Huelde. Otra opción para recorrer el embalse es alquilar una moto acuática.
EL COLUMPIO MÁS GRANDE DE ESPAÑA
¿A quién no le gusta grabar vídeos espectaculares? En Riaño puedes filmarte mientras te columpias e una estructura de 8 metros de altura con vista al embalse y los picos.
El columpio se encuentra a 1.200 m de altitud en el Alto de Valcayo, en el paraje de Hazas, a unos 10 minutos en coche desde el centro del pueblo. Las coordinadas GPS son 42.9761° N, 5.0125° W.
El acceso es gratuito y no hay restricciones horarias.
Y el banco más bonito de León
A poca distancia del columpio se halla "al banco más bonito de León", con vistas al embalse y los fiordos, junto a la ermita de Nuestra Señora del Rosario.

Instagram. @_barbarapalma
El único problema es que muy probablemente encontrarás a alguien sentado y cola para ocupar el sitio, pero si vas a una hora poco concurrida te puedes dar el placer.
Senderismo y montañismo
Para los entusiastas del deporte y la naturaleza, los fiordos leoneses ofrecen numerosas rutas de senderismo y montañismo. Una de las más populares es la ascensión al Pico Gilbo, cuya cumbre se encuentra a 1.667 metros de altitud.

Senderista disfrutando de vistas al embalse de Riaño.
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Este recorrido, de dificultad moderada y con una duración aproximada de cinco horas, recompensa a los excursionistas con vistas espectaculares de las montañas circundantes.
Observación de flora y fauna
La región alberga una gran biodiversidad, lo que la convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza. Los bosques que rodean el embalse están compuestos por robles, hayas y coníferas, adaptados al terreno rocoso y al clima de montaña.

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La fauna local incluye especies tanto endémicas como migratorias, ofreciendo excelentes oportunidades para la observación de aves y la fotografía de la vida silvestre.
Deportes acuáticos
El embalse de Riaño, con sus aguas tranquila, es un espacio ideal para la práctica de deportes acuáticos.
Los visitantes pueden disfrutar de actividades como kayak o paddle surf, siempre respetando las normas de seguridad y conservación del entorno.
Cuándo visitar RIAÑO
Los fiordos leoneses presentan una belleza cambiante en cada estación del año, lo que los convierte en un destino ideal en cualquier momento.

Prado cerca de Riaño en primavera.
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En primavera y verano, el paisaje se cubre de un verde intenso, perfecto para quienes desean disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.

Embalso de Riaño en otoño.
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El otoño tiñe las montañas de tonalidades cálidas, creando un escenario idóneo para los fotógrafos.
En invierno, la nieve cubre las cumbres, transformando la región en un paisaje alpino de extraordinaria belleza.
Cómo llegar
El acceso principal a los fiordos leoneses es a través de Riaño, ubicado a unos 95 kilómetros de la ciudad de León. Se puede llegar en coche, autobús o tren (aunque la estación más cercana se encuentra en la capital leonesa).

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El aeropuerto más próximo es el de León, situado a unos 100 kilómetros de distancia.
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