Tiene un curioso sabor entre dulce y ácido y parece que las primeras semillas llegaron a España en el equipaje de un indiano que quería seguir disfrutando a su regreso de América de este peculiar manjar. Pariente del tomate y la patata, el alquequenje da sus bellos frutos en la temporada cálida. También se conoce como physalis, fisalis, uchuva o goldenberry, y su baya dorada, además de nutritiva, embellece muchos platos.

Se trata de una planta perenne de tipo arbustiva con el tallo verde cubierto por vellosidades y algo quebradizo.

  • Sus hojas son acorazonadas y se disponen de forma alterna.
  • Las flores son hermafroditas de cinco sépalos.
  • El fruto es una baya carnosa que queda envuelto por los sépalos, que lo protegen contra condiciones climáticas adversas, insectos, pájaros y patógenos. Dentro de cada fruto hay entre 100  y 300 pequeñas semillas.
  • Se caracteriza por crecer muy bien en altitudes altas, entre 1.800 y 2.800 m, pero también se desarrolla y fructifica a nivel del mar.

Cómo plantarlo y cuidarlo

Es un cultivo que se propaga por semillas que proceden de frutos de buen tamaño y completamente maduros. Los sobres con semillas que venden en los viveros respetan esta condición. También puedes obtenerlas de las bayas que compras en el mercado.

De la más saludable y vistosa, extrae las semillas. El proceso para obtener las semillas limpias es similar al que se hace con las de los tomates. Retíralas y colócalas en un recipiente con agua de 24 a 72 horas. Verás que comienza una fermentación y de esta forma se eliminarán los restos de pulpa. Después, haz un lavado con agua limpia y pon las semillas a secar sobre un papel absorbente. Con este proceso ya están listas para la siguiente siembra. Una vez estén secas, se pueden guardar en sobres de papel.

El alquequenje es una planta de crecimiento vigoroso que requiere de un tutor para su conducción.  Cañas, alambres o el material que tengas a disposición ayudarán a dar una buena estructura de arbusto a la planta. Después de fructificar, es conveniente que la podes. Si han crecido ramas y hojas en exceso, haz podas regulares de limpieza para que la luz del sol pueda llegar al centro de la mata.

Huerto urbano

Se desarrolla perfectamente en macetas y jardineras grandes. En situaciones de viento, sujétalo a un tutor y haz podas de mantenimiento.

Si puedes, ubícalo en orientación mirando al sur o al sudoeste. Protégelo del frío invernal, para tener frutos a finales de primavera. Al momento del trasplante, incorpora compost junto al sustrato, nunca un fertilizante muy nitrogenado ya que produciría muchas hojas y pocos frutos. Un puñado de cenizas de madera será un buen aporte de potasio que esta planta necesita para la producción de frutos.

Lo que le puede afectar

La mosca blanca (Trialeuroides vaporariorum) es su plaga más frecuente y se ubica en el envés de las hojas, donde las  encontrarás en todos sus estadios, desde huevos a adultos. Aplica jabón potásico para su control.

Es una planta susceptible a las temperaturas extremas. Por ese motivo, es importante que le proveas de una buena protección dependiendo de si lo cultivas muy norte o muy al sur.

El cultivo en grandes jardineras te permite trasladar en temporadas frías y poner a reparo dentro de un invernadero. Si puedes, es mejor ubicarla orientada al sur o al suroeste. Es importante que la protejas del frío invernal, para así tener frutos a finales de primavera. Las  temperaturas nocturnas de menos de 10 ºC y las lluvias persistentes son sus enemigos.

Ficha técnica

Nombre científico: Physalis peruviana
Suelo: es una solanácea, exigente en nutrientes y suelos profundos.
Luz: a pleno sol.
Riego: intenso posterior al trasplante. En períodos secos, suministra agua para evitar que los frutos se rajen.
Asociaciones: clavel de moro (Tagetes sp.)