Los rabanitos destacan como campeones en velocidad de crecimiento en el huerto. Además, su particular picor no pasa desapercibido en las ensaladas de todo el año.
Aunque no se ha determinado de manera concluyente su origen, se cree que las variedades pequeñas se originaron en la cuenca mediterránea, y las más grandes, en el lejano Oriente.
Variedades de rabanitos
Los rabanitos (Raphanus sativus var. sativus) son plantas anuales que poseen una raíz gruesa, carnosa y muy variable en cuanto a forma, color y tamaño.
Los rabanitos se clasifican por su época de cultivo: verano o invierno, y por la forma de la raíz: redondos, largos y semi largos. Las flores son blancas o amarillas, con 4 pétalos, y están dispuestas en racimos terminales.
El fruto es la típica silicua de la familia Brasicáseas a la que pertenecen. Dentro de ella se albergan las semillas, de forma redondeada y de unos 3 mm de diámetro.
Cómo plantar rabanitos: consejos
Estos son los pasos básicos para plantar, cultivar y recolectar rabanitos.
Antes de sembrar los rabanitos
Los rabanitos germinan rápidamente, de 4 a 7 días, ganando en velocidad incluso a las plantas adventicias. No obstante, para que se desarrollen mejor, conviene evitar que estas compitan por el espacio.
Lo puedes solucionar fácilmente preparando el sitio donde sembrarás los rabanitos, pero sin colocar las semillas. Riega y espera a que las plantas adventicias aparezcan. Este tiempo de espera puede variar de una región a otra, incluso puede ser diferente al del huerto de tu vecino. Cuando estas plantitas ya tengan uno o dos pares de hojas, las arrancas y las llevas al compost. Así ya tienes el suelo libre de adventicias, aplicando «tiempo y organización» en lugar de herbicidas.
¿Cómo sembrar rabanitos?
Los rabanitos se pueden sembrar durante todo el año. Desperdiga las semillas «al voleo» o en líneas a una profundidad de 0,5 a 1 cm. Hacerlo en línea es la forma más organizada para el consumo hogareño. Siembra por tramos de 0,5 m y de forma escalonada cada 15 días. Esta estrategia te garantizará rabanitos bien jugosos y crujientes.
Marca un surco, humedece el fondo y aplica compost. Sobre este lecho, pon las semillas y cubre. Evita colocarlas muy juntas, ya que cada planta necesitará un espacio vital de desarrollo.
Entre rabanitos deja una separación de 10 cm. En esta etapa debes estar atento al ataque de babosas y caracoles. Una barrera física de cáscaras de huevo trituradas dispuestas sobre el suelo puede ser efectiva.
No es conveniente que los siembres en semillero y luego los trasplantes, ya que las raíces podrían crecer deformadas.
Bien almacenadas, las semillas tienen una viabilidad de 5 años.
cómo cuidar los rabanitos para que salgan buenos
El sabor del rabanito está relacionado con la temperatura. El exceso de calor durante el cultivo se refleja en rabanitos excesivamente picantes.
En cambio, durante los meses más fríos, las raíces generan azúcares a modo de anticongelante; de ahí que los rabanitos invernales resulten más dulces.
¿Cuándo cosechar los rabanitos?
En los meses templados y cálidos, a los 20 o 30 días ya verás a los rabanitos en la base de la planta al despejar con la yema de los dedos la tierra que los cubre. En algunas variedades, las raíces «emergen» literalmente del suelo. Esto te facilitará reconocer el momento de cosechar.
Para hacerlo, toma la planta desde la base con la mano abierta y descálzala entera. Si el suelo se compactó, con una pala de mano evitarás que se rompan las raíces.
otros Cuidados básicos de los rabanitos
Estas son las claves imprescindibles para un buen cuidado de los rabanitos:
- Suelo: mullido, bien trabajado, franco y rico en humus.
- Luz: prefieren una exposición a pleno sol, aunque soportan algo de media sombra.
- Riego: frecuente y regular para que formen raíces compactas, turgentes y sanas.
- Asociaciones: cultívalos con plantas de crecimiento lento como zanahorias, perejil o hinojo; así se cosechan antes y no falta espacio.