Las camelias (Camellia) proceden de las zonas tropicales y subtropicales de Asia sudoriental, Japón y China. Conseguir que las camelias se muestren espectaculares es un orgullo para cualquier amante de las plantas.
No es tan difícil conseguirlo, pero con los cuidados adecuados,esta planta puede convertirse en la joya de tu jardín, balcón o terraza. Aquí encontrarás consejos prácticos para que tu camelia crezca saludable y florezca abundantemente.
La mejor ubicación para tu camelia
Las camelias prosperan en ambientes frescos y húmedos, pero no toleran bien el sol directo y el calor extremo. Lo ideal es colocarla en un lugar donde reciba luz indirecta o sombra parcial.
Aunque la camelia es una planta de exterior, también la puede colocar en un espacio interior, siempre que sea suficientemente luminoso, cerca de una ventana orientada al norte o al este.
Evita las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura, ya que pueden afectar el desarrollo de sus flores.
En el suelo o en la maceta, lo mejor para sus raíces
La camelia necesita un sustrato bien drenado y ácido (con un pH entre 5.5 y 6.5). Usa tierra específica para plantas acidófilas como hortensias o rododendros.
Si decides plantarla en el jardín, elige un lugar con suelo rico en materia orgánica. Añade compost para mejorar la calidad del sustrato.
Si la plantas en maceta, elige un recipiente de tamaño generoso, varias veces más grande que la maceta en la que se suministra. Aun así, en los próximos años, puede ser necesario trasplantarla a una maceta aún más grande.
Además, asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento, que puede causar que se pudran las raíces.
Riego adecuado: ni demasiado ni muy poco
El riego es clave para que tu camelia crezca sana y florezca abundantemente. Sigue estas pautas:
- Frecuencia: Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca, pero no dejes que se seque por completo
- Calidad del agua: Usa agua de lluvia o agua filtrada, ya que la camelia es muy sensible a la cal del agua del grifo.
- Evita que el agua se estanque o la planta se encharque: un drenaje adecuado es imprescindible para prevenir enfermedades
En los meses más calurosos, asegúrate de mantener el sustrato ligeramente húmedo. En invierno, reduce la frecuencia de riego.
Qué abono utilizar para lograr flores espectaculares
Las camelias necesitan nutrientes específicos para mantenerse saludables. Utiliza fertilizantes para plantas acidófilas siguiendo estas recomendaciones:
- Primavera y verano: aplica abono de liberación lenta rico en fósforo para estimular la formación de flores. El humus de lombriz es un fertilizante muy adecuado para la camelia.
- Otoño: cambia a un fertilizante bajo en nitrógeno para preparar la planta para la floración
- Evita fertilizar en invierno: es el periodo de reposo de la camelia
Recuerda que siempre son preferibles los fertilizantes a base de compost orgánico en lugar de productos únicamente minerales. Para cuidar mejor la tierra y a tu planta, elige fertilizantes aptos para la agricultura ecológica.
Cómo Podar la camelia para mantenerla bonita
La poda no solo mantiene la camelia bonita, sino que también promueve un crecimiento saludable. Las camelias que no se han podado en algunos años desarrollarán ramitas muertas o degenerativas, propensas a enfermedades.
- Cuándo podar: realiza la poda después de la floración, a finales del invierno o principios de la primavera.
- Qué cortar: retira ramas muertas, débiles o cruzadas. También puedes recortarla ligeramente para darle forma; puedes despuntar las ramas cortando por encima de la segunda o tercera yema. Ten en cuenta que una poda severa puede reducir el tamaño de la planta a la mitad.
- Herramientas limpias: usa tijeras bien afiladas y desinfectadas para evitar infecciones.
Prevenir las plagas y las enfermedades que más le afectan
Aunque las camelias son resistentes, pueden ser atacadas por plagas o enfermedades. Estos son los problemas más comunes y cómo solucionarlos:
- Pulgones o cochinillas: suelen aparecer en primavera. Trátalos con un insecticida natural como el aceite de neem. También puedes podar al final del invierno las ramas afectadas.
- Manchas en las hojas: indican exceso de humedad o mala ventilación. Asegúrate de mejorar estas condiciones.
- Podredumbre de raíces: evita el encharcamiento del suelo.
Disfruta de tu camelia todo el año
Ten en cuenta también un par de consejos prácticos para asegurarte un cuidado óptimo.
- Protégela de las heladas: si la planta está al aire libre, cúbrela con una manta térmica o trasládala a un lugar protegido en invierno.
- Cuidado con las flores marchitas: retíralas para evitar que se formen hongos.
Cuidar una camelia puede parecer laborioso, pero los resultados valen la pena. Siguiendo estas recomendaciones, tu planta te recompensará con flores hermosas y un follaje vibrante que llenará de vida tu jardín o terraza. Dedícale tiempo y atención, y verás cómo se convierte en el centro de todas las miradas.
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