Las plantas más venenosas que son habituales en España: una a una

1 / 7

iStock

Adelfa

La adelfa (Nerium oleander) es una planta originaria de la zona mediterránea y se caracteriza por sus hermosas flores, que pueden ser blancas, rosa intenso o rosa pálido, y tienen una fragancia suave. La podemos ver en infinidad de sitios en nuestro país, donde forma parte habitual del paisaje: en casas, en parques, en la mediana de las carreteras…

A pesar de usarse como planta ornamental, es venenosa. Todas las partes de la adelfa (en especial las flores) contienen compuestos tóxicos, como la oleandrina y el neriosido. Si bien los envenenamientos accidentales son bastante habituales, los casos mortales son raros debido a que su sabor actúa como disuasivo.

2 / 7

iStock

Anturio

El anturio (Anthurium), también llamado flor del flamenco, es originario de las zonas tropicales y subtropicales de América Central y América del Sur, pero se cultiva habitualmente en España.

Sus grandes hojas rojas en forma de corazón (que muchos confunden con la flor) le dan un aspecto exótico que hace que sea muy apreciada como panta de interior. Además, es muy fácil de cuidar.

Sin embargo, toda la planta (especialmente en las hojas) contiene cristales de oxalato de calcio que pueden provocar hinchazón de las mucosas y la lengua y dificultad para tragar, por lo que no debe consumirse bajo ninguna circunstancia. La savia también es irritante para la piel y los ojos.

3 / 7

iStock

Azalea

Las azaleas (Rhododendron simsii y Rhododendron indicum) son plantas ornamentales muy populares en España. Se pueden encontrar en una amplia gama de colores: blanco, rosa, naranja, rojo… y son una de las plantas más apreciadas en los jardines, pues además de decorativas, son muy resistentes.

Todas las partes de la planta, especialmente las hojas, contienen toxinas que pueden ser dañinas si se ingieren. De hecho, la miel que producen las abejas a partir de las flores de la azalea no es apta para el consumo.

4 / 7

iStock

Diefembaquia

La diefembaquia (Dieffenbachia) es una planta de origen americano muy habitual España como planta de interior.

De grandes hojas verdes y blancas, es una de las preferidas en los interiores con poca luz porque, a diferencia de la mayoría de plantas, tolera muy bien la falta de luz. También es muy apreciada por aquellas personas que no tienen mucha experiencia con las plantas porque es muy fácil de cuidar.

Su savia contiene cristales de oxalato cálcico, que pueden provocar ardor e irritación si entran en contacto con la piel. Si se ingiere puede causar irritación de las vías respiratorias y dificultades para respirar en los casos más graves.

5 / 7

iStock

Hortensia

La hortensia (Hydrangea) es originaria del sur y el este de Asia y es habitual encontrarla en España, tanto como planta ornamental en casas como en espacios naturales. Sus flores (que pueden ser blancas, azules o rosas) se agrupan en tupidos ramos en el extremo de los tallos.

Todas las partes de la planta contienen glucósidos cianogénicos que pueden provocar síntomas como dificultad para respirar, desmayos, mareos, convulsiones y, en casos graves, incluso la muerte si se ingieren. Conviene mantener las hortensias fuera del alcance de los niños y las mascotas.

6 / 7

iStock

Aconito

El acónito (Aconitum napellus) es una planta silvestre de llamativo color violeta o azul oscuro que crece entre los 1500 y los 2500 metros de altitud.

Contiene alcaloides tóxicos, con potentes efectos cardiotóxicos y neurotóxicos. De hecho, ha sido descrita como la planta más venenosa de Europa. Incluso si se toca por error conviene lavarse las manos para evitar una intoxicación accidental.

7 / 7

iStock

Estramonio

El estramonio (Datura stramonium) es una planta es originaria de Europa, Asia y África que crece en espacios naturales (su comercialización está prohibida en España).

Todas las partes de la planta, especialmente las semillas, son muy venenosas porque contienen alcaloides de tropano, peligroso si se ingiere. Sin embargo, su olor y sabor desagradables hacen que las intoxicaciones accidentales sean raras. También inhalar el humo de las plantas quemadas puede ser tóxico.