Cuando el huerto se ve sometido a los calores típicos de julio el riego regular es prioritario. Si regamos con mangueras o con aspersores, evitaremos las horas de pleno sol, pues las hojas se queman por el efecto lupa de las gotas de agua y los hongos proliferan sin control.
Durante el mes de julio se recogen una buena cantidad de alimentos del huerto, aunque no conviene descuidar el calendario de siembras ni olvidar las tareas esenciales durante este mes.
Qué plantar en casa en julio
En solo unos meses llegarán épocas más grises, lluviosas y frías. A fin de disponer de suficientes planteles para ir trasplantándolos al final de verano y obtener buenas cosechas en otoño e invierno, conviene acordarse de realizar siembras regulares de:
- Judías de mata baja. En los climas más cálidos aún estamos a tiempo de sembrarlas, para cosechar a final de verano o inicios de otoño. Se siembran en líneas y se ponen 3 o 4 semillas en hoyos cada 20 cm.
- Escarola. Se siembran en tierra o en semillero, clareando cuando las plantitas tengan unos 10 cm y trasplantándolas al lugar definitivo, con abundante compost y riego. Se cosechan entrado el otoño.
- Espinacas. Se pueden ir sembrando espinacas resistentes al calor, para cosechar a final de verano, y alternar con variedades más otoñales e invernales, que nos darán hojas tiernas cuando llegue el frío.
- Acelgas. Con el calor es normal que la acelgas tiendan a espigar y montar a flor. Si se siembran más ahora, tendremos plantitas para trasplantar y obtendremos grandes hojas de acelga pasado el verano.
- Lechugas variadas y rúcula.
- Puerros.
- Brócoli y coliflor.
Es momento de plantar tus guindillas
Merece la pena cultivar una o varias matas de guindilla en nuestro terraza o balcón ya que, aparte de ser un buen condimento para quienes les gustan los sabores picantes, sus múltiples propiedades terapéuticas y los reconocidos efectos antimutagenos, hacen recomendable su cultivo y consumo regular.
- Las matas de guindillas y pimientos picantes resultan relativamente fáciles de cultivar ya que sólo tendremos que buscarles un lugar bien soleado, aportarles un buen compost y realizar riegos periódicos.
- Aunque, si queremos incrementar la concentración de capsaicina –y de muchas otras moléculas y polifenoles terapéuticos–, conviene no regarlas demasiado, ya que con el estrés hídrico concentran mayor cantidad de principios activos.
Qué recoger del huerto en julio
Las plantas de fruto, como tomateras, berenjenas, calabacines o pimientos, están en plena producción y, al ser muy exigentes en nutrientes, conviene que no las descuidemos y vayamos aportándoles regularmente humus o lumbricompost diluido en agua, o mejor aún «té de compost», que se obtiene sumergiendo una pequeña proporción de compost en agua y manteniéndola bien aireada. Durante esta época puedes recoger:
- Calabacines. Conviene cosecharlos más bien tiernos, y hacerlo cada día o cada dos días, para que no crezcan demasiado y desarrollen semillas. Si no, se impide que crezcan nuevos calabacines.
- Tomates. Es un momento de abundantes cosechas. Merece la pena dejarlas madurar plenamente en la mata, a fin de aprovechar al máximo su intenso sabor y sus propiedades terapéuticas.
- Berenjenas. Las berenjenas ya formadas están en su mejor punto de cosecha cuando la piel exhibe un lustroso brillo. Cuando empiezan a formar semillas la piel empieza a opacarse y la pulpa amarga.
- Pepinos. Su frescor es el que más se agradece para hacer frente al calor. La piel verde y brillante nos da indicios de la frescura y ternura interior que atesoran los crujientes y jugosos pepinos tiernos.
Tareas de julio en el huerto
- Durante este mes seguiremos entutorando y atando los tallos principales de las tomateras y despuntando de los brotes laterales.
- Si aparece pulgón, mojaremos bien los cultivos a la puesta del sol o al amanecer con tres ajos y un par de guindillas, triturados y diluidos en un litro de agua.
- Si queremos cosechas prolongadas de albahaca, iremos cortando ramas enteras de forma regular. Para poder disponer de albahaca a lo largo del año, las dejaremos secar, o bien congelaremos sus hojas.
Es tiempo de preparar conservas
Los excedentes de producción propios de la estación estival animan a adentrarse en el apasionante mundo de las conservas.
- El baño maría es una de las técnicas más fáciles a la hora de hacer tomate en conserva o elaborar salsas o pistos de verdura.
- Los excedentes de calabacines, pimientos, berenjenas, tomates o cebollas, bien estofados con un buen aceite de oliva y algunas especias, y conservados al baño maría, nos proveerán de esas deliciosas hortalizas en los meses invernales.
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