Ahora que tenemos quinoadisponible casi en cualquier supermercado, herbolario, etc., su popularidad ha crecido como la espuma, pero también las dudas sobre cómo cocinarla.

La quinoa, aunque no sea un cereal (es un pseudocereal) se cocina como el arroz, el mijo o el cuscús. Son semillas pequeñas que necesitan de un proceso para hacerlas comestibles.

Cómo lavar la quinoa para usarla en tus recetas

Lo primero que tenemos que hacer si partimos de las semillas crudas de quinoa es tomar una porción, la que vayamos a cocinar, y lavarla.

No es que venga sucia, es que las semillas están recubiertas de unas sustancias llamadas saponinas que la propia planta produce para su protección, pero que dan un sabor amargo desagradable. Durante la recolección y procesado de la quinoa se eliminan parte de las saponinas, pero en casa es preferible darles un lavado antes de cocinar.

Basta con poner la quinoa (por ejemplo 1 taza) en un colador fino y lavar las semillitas bajo el grifo. Después escúrrelas muy bien.

La quinoa se cuece muy rápido, no es necesario dejarla en remojo. Pero sí podemos remojarla para obtener otras formas de quinoa comestible. Aquí tienes más consejos sobre cómo cocinar quinoa.

14 Recetas con quinoa fáciles

Toma nota de estas recetas fáciles con quinoa. Son súper sabrosas y fáciles de preparar. 

13. Germinados de quinoa

Los brotes de quinoa son muy pequeños, pero hacen a la semilla muy sabrosa y permiten que la usemos en ensaladas, ensaladillas y platos fríos en los que queramos añadir un extra crujiente y fresco.

Para germinar la quinoa solo tienes que seguir los primeros pasos de la receta anterior. Cuando salgan brotes puedes probar unas semillitas y si las quieres más tiernas dejarlas al menos 8 horas más. Los brotecitos también irán creciendo.

Una vez alcancen el tamaño y sabor que te guste, guárdalos escurridos en la nevera. Te durarán 3-4 días.

La quinoa germinada se puede usar como el arroz, el trigo, el mijo, etc. Puedes utilizarla para hacer masas de albóndigas y hamburguesas veganas, como relleno de empanadas y empanadillas, a modo de cuscús (mézclalo con cuscús integral cocido), etc.

14. Prepara la quinoa inflada

En muchas tiendas venden quinoa inflada o hinchada, es la misma quinoa pero ligera y crujiente. No hace falta cocerla ni calentarla, se puede usar directamente por ejemplo sobre un yogur (o un desayuno entero), para hacer chocolate crujiente, panes, etc.

Hacer quinoa hinchada en casa es fácil, pero tiene su técnica, así que es conveniente practicar.

Preparación

  1. Primero hay que lavar la quinoa, escurrirla muy bien y secarla. Para ello la colocamos en una bandeja de horno, estirándola todo lo que podamos, que no queden grumos, y la metemos al horno a la temperatura más baja que tengamos. Lo suyo es 50ºC o menos. Si no, deja la puerta del horno entreabierta.
  2. Vigílalo cada pocos minutos y remuévelo hasta que la quinoa esté seca. No tiene que dorarse ni tostarse, solo secarse.
  3. Una vez seca se hace como las palomitas caseras (más o menos). Pon una olla grande a fuego medio-alto. Para comprobar si está caliente puedes dejar caer unas bolitas de quinoa.
  4. Pon la quinoa en la olla ya caliente y tapada y muévela entera de vez en cuando. Las semillas se tostarán, inflarán y algunas saltarán.
  5. Cuando hayan crecido todas, sácalas y deja que se enfríen.