La zanahoria es uno de esos ingredientes claves que jamás pueden faltar en la cocina. Además de ser muy saludables, y una fuente excelente de betacaroteno, las zanahorias aportan sabor y textura a cualquier receta. Ya sea en ensaladas, sopas o snacks, la zanahoria siempre triunfa.

El problema viene cuando, con el paso del tiempo, empiezan a ponerse blandas, perdiendo la frescura que las hacía tan apetitosas. Esto puede ocurrir por muchas razones, empezando por la mala conservación, y acabando con el simple e inevitable paso del tiempo. Por suerte, hay un pequeño truco que te va a ayudar a recuperar la textura crujiente de tus zanahorias en un abrir y cerrar de ojos. Y te lo vamos a contar en este artículo.

¿Por qué se ponen blandas las zanahorias?

Como con cualquier otro problema que enfrentemos en la vida, el primer paso es siempre comprender sus causas. Así que es hora de descubrir por qué la zanahoria se pone blanda con el paso del tiempo. Y la respuesta es que, al igual que la gran mayoría de las verduras, la zanahoria está compuesta principalmente de agua.

Al estar almacenada por tanto tiempo, en especial si se dejan fuera del frigorífico o en condiciones poco apropiadas, la zanahoria empieza a perder agua a causa de la evaporación. Esta pérdida de humedad hace que la estructura celular de las zanahorias se debilite, lo que provoca que pierdan firmeza y se vuelvan blandas. Todo es ciencia, incluso la cocina.

Este proceso de deterioro se acelera si, además, la zanahoria ha estado expuesta a altas temperaturas. Si no se guardan en un lugar fresco y bien ventilado, la verdura comienza a deshidratarse y pierde su característica dureza.

El paso del tiempo también juega un papel importante. Las zanahorias guardadas durante varios días experimenten un deterioro natural en sus células, lo que acelera este proceso. Es por eso por lo que muchas veces, después de unos días en la nevera, nos encontramos con zanahorias blanditas y poco apetitosas. Pero tranquila, hay una solución sencilla para esto.

El truco que devolverá la frescura a tus zanahorias

La mejor forma de evitar que las zanahorias se pongan blandas es almacenarlas bien, en un espacio fresco y acondicionado, como el cajón de las verduras en la nevera. Pero cuando el tiempo ya ha hecho su trabajo y tenemos zanahorias blandas, un pequeño truco puede hacer que vuelvan a estar crujientes y deliciosas.

 Seguro que ahora que sabes cuál es el problema, puedes imaginarte la solución. Si están blandas por estar deshidratadas… ¡Basta con volverlas a hidratar!Para ello debes sumergirlas en agua fría y guardarlas en el frigorífico durante toda la noche. Este proceso permite que las zanahorias absorban de nuevo la humedad perdida, ayudando a restaurar su firmeza y textura crujiente.

Es decir, el agua fría actúa como un rehidratante natural. Al sumergir las zanahorias en agua, las células vegetales absorben de nuevo el líquido que habían ido perdiendo, volviendo a expandirse y recobrando su estructura firme y dura. A la mañana siguiente, tus zanahorias estarán como nuevas: frescas, duras y crujientes. Este truco, además de ser muy sencillo, es muy eficaz, y te permitirá alargar la vida útil de tus zanahorias sin tener que desecharlas antes de tiempo.