La Navidad es, para una gran mayoría de españoles, sinónimo de comidas copiosas. Patés, quesos, cordero, caldos o cocidos que pueden cortarse con un cuchillo de lo consistentes que son, turrones, polvorones... Los menús de estos días incluyen una gran cantidad de alimentos (empezando por los aperitivos y acabando por los postres) que acostumbran a ser ricos en grasas y/o azúcares. De hecho, una comida navideña puede sumar entre 3.000 y 4.000 calorías si no te saltas el turrón o los polvorones. Y luego toca sufrir en enero para compensar los excesos navideños. ¿Se puede evitar esto? ¿Podemos hacer un menú festivo que sea más sano y ligero? Rotundamente sí. En le programa Atrévete de la cadena Dial, el nutricionista Luis Zamora sugiere unas cuantas ideas que son sanas y deliciosas a la par. Toma nota. 

Entrantes con vegetales festivos

Zamora advierte que si queremos que sea un menú equilibrado, los entrantes deben están elaborados con ingredientes vegetales, sobre todo verduras. Es cierto que estamos en Navidad y ciertas verduras no encajan. "No vas a poner una ensalada, ni una judías verdes o unas acelgas hervidas con aceite, vinagre y sal", asegura Zamora, pero sí puedes poner "un humus con palitos de zanahoria y apio; un guacamole casero para que la gente moje los langostinos en lugar de hacerlo en mayonesa, una flores de alcachofa con jamón...".

Plato principal sabroso y ligero

En Nochebuena o Navidad "parece que si no has comido carne, y carnes grasas, el menú no es lo suficiente festivo", bromea el nutricionista. Por suerte, recuerda, cada vez son más las familias que eligen pescado como plato principal en el menú navideño. Un elección que aplaude el experto porque el pescado, sobre todo el blanco, es mucho más bajo en calorías que la carne e infinitamente más fácil de digerir.  Además, aporta nutrientes muy saludables como el omega 3. Así pues, algo tan sencillo como preparar pescado en lugar de carnes como el cordero, ya puede reducir a la mitad las calorías de menú. 

Y si somos más de carne, siempre está la opción de las carnes blancas que son más fáciles de digerir porque aportan mucha menos grasa que las carnes rojas. 

Las opciones de plato principal que aconseja Zamora son variadas: merluza en salsa, zarzuela, tartar de atún, pavo relleno con verduras, codornices asadas con lombarda y manzana... ¿No se te hace la boca agua?

Y de postre...

Turrones, polvorones, mantecados, mazapanes... Ninguna de estas opciones es ligera, y más si la tomamos como postre después de una comida copiosa. Pero un día es un día, recuerda Zamora, y puedes comer sin sentimiento de culpa un trocito de turrón o un polvorón. ¡Faltaría más! Pero las grasas y los azúcares de estos típicos dulces navideños te afectarán mucho menos si en la mesa de Navidad incluyes fruta de postre.  La fruta, además de ligera, es rica en fibra, por lo que ayudará a que los azúcares de los dulces no pasen tan rápido a la sangre.

La sugerencia de Zamora es que hagas un postre con dos partes. Primero pon fruta y luego los turrones. Así llegarás más lleno al final del menú y seguramente con un trocito de estos dulces típicos tendrás suficiente.

Estas son las ideas que sugiere el nutricionista para los postres "antes de los turrones": macedonia o brocheta de frutas; piña, que es una fruta muy navideña y contiene enzimas que ayudan a digerir las grasas; una mousse casera de fresas; yogur natural con fruto rojos y poco de avena tostada por encima para darle un toque crunchy....